El hombre está compuesto de
materia y espíritu. ¿Cuál es la materia que el Creador ha utilizado para
componer al hombre?. Se ve con claridad la materia que forma sus cuerpos. Basta
con asistir a los cementerios y observaremos tumbas y tumbas, que extienden los restos humanos por debajo de su
superficie. Si. Allí están los restos materiales del hombre, separados de su
espíritu y que debajo de tierra, recuerdan a los humanos, que vivieron unidos sus seres materiales, unidos a seres
espirituales. Es una obra del Señor. ¿Por qué se unen los cuerpos humanos
materiales con sus almas espirituales?. Sencillamente los cuerpos simplemente formados
de materia, tienen una forma de ser y de obrar, relacionada con sus necesidades
corporales, pero están unidos a sus espíritus, que le crean una obra nueva, que
le está indicada por el Señor. Y por tanto somos unos seres materiales y
espirituales simultáneamente. Y de esta unión surgen problemas que muchas veces
confunden el comportamiento de los hombres y se crean problemas materiales y
espirituales.
De la unión material y espiritual
del Hombre, se han visto y se ven problemas en el pensamiento de Buda y en las
mentes de los judíos durante siglos y en la Iglesia Católica durante el siglo
XV. “En aquella época el oficio de celebración del voto a la Inmaculada
Concepción, tenía lugar en el antiguo convento franciscano que se situaba en la actual Plaza de Navarra de Huesca, y la
liturgia que se seguía en oficio era la misma que se seguía en la celebración
de la Natividad de Jesucristo”. Yo me acuerdo, siendo Diputado Provincial, de
la recogida de los huesos de los antiguos franciscanos, en pequeñas bolsas de
plástico, para obrar arreglos de la Diputación Provincial, entonces ya
convertida de convento en Diputación Provincial. “En aquella época el oficio de
celebración del voto a la Inmaculada Concepción, tenía lugar en el antiguo
convento Franciscano que se situaba en la actual Plaza de Navarra de Huesca, y
la liturgia que se seguía en oficio era la misma que se seguía en la celebración
de la Natividad de Jesucristo”. La Iglesia buscaba al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo y le pide: ”Muestra que eres Madre: reciba nuestras súplicas-
por medio de Ti, Aquel que , naciendo-por nosotros, aceptó ser Hijo tuyo”.
Era Spinoza portugués y habiendo
huido de Portugal, se acomodó a la vida Holandesa, en el siglo XVII. Pensaba que todo lo que rodeaba al hombre era
Dios, manifestándose a través de la armonía de lo que existía en la Naturaleza.
A nosotros de niños nos decían que Dios estaba en todas partes y nos decían los
frailes, que no estropeáramos nada, porque Dios nos veía. Y los niños, a veces
se acuerdan de las posibles causas de los acontecimientos, y piensan si serían
hechos, ordenados por Dios. Y Einstein, judío como Spinoza, declaró en
distintas ocasiones que creía “en el Dios de Spinoza”. Sin duda confiaba en la
existencia de Dios, pero no como le hablaban de El, sino, como un Ser
Todopoderoso, que atraía a los
humanos. Su visión de la Naturaleza, se acerca al panteísmo, es decir que Todo
es Dios.
Y a ese Dios, Spinoza veía en El,
no un SER que nos dirige y castiga, sino que forma parte de todo y se
manifiesta a los hombres como una parte de ese
todo.
El año de 1.930 el Premio Nobel Einstein
se explayó sobre este tema: diciendo “que la mente humana no es capaz
comprender la totalidad del Universo, a pesar de ser capaz se percibir la
presencia en el mundo de cierto orden y armonía”. Cuando un rabino, le preguntó
sobre si creía en la existencia de Dios, este le contestó: “Creo en el Dios de
Spinoza, quien se revela asimismo en una armonía de lo existente, no en un Dios
que se interesa por el destino y las acciones de los seres humanos”.
En algunas entrevistas a lo largo
de su vida, Einstein manifestaría cierta
dificultad para explicar sus creencias con un simple si o no. ”No soy ateo. No
sé si puedo definirme como un panteísta. El problema es demasiado vasto
para nuestras mentes limitadas”. Einstein manifestó dificultades en sus
creencias, cuando escribe para contestar a un Rabino :”Tu pregunta es la más
difícil del mundo. No es algo que pueda contestar a un si o no. No soy ateo. No
se si puedo definirme como un panteísta. El problema en cuestión es demasiado vasto
para nuestras mentes limitadas. ¿Puedo contestar con una parábola?. La mente
humana, no importa que tan entrenada esté, no puede abarcar el universo.
Estamos en la posición del niño pequeño que entra en una inmensa biblioteca de
cuentos de libros de diferentes lenguas. El niño sabe que alguien debe de haber
escrito esos libros. No sabe cómo o
quién. No entiende los idiomas en los que esos libros fueron
escritos. El niño percibe un plan definido en el arreglo de los libros, un
orden misterioso, el cual no comprende, sólo sospecha. Esa me parece, es la actitud de la mente humana, incluso la
más grande y culta, en torno a Dios. Vemos un universo maravillosamente
arreglado que obedece ciertas leyes, pero apenas comprendemos esas leyes”.
La mente del hombre, tiene un límite, pues no
comprende el misterio que hace mover a las miles de planetas que circulan por
los cielos. Einstein amaba a Spinoza porque vio en él al primer filósofo, que
trata al alma y al cuerpo como si fueran el mismo ser. ¿Qué misterio hay en
considerar al cuerpo y sus alma como un mismo Ser, cuando el hombre siempre ha
visto venerar a los cuerpos de los difuntos, enterrándolos con acompañamientos
religiosos y convertir los cementerio en lugares sagrados?. El filósofo
portugués Spinoza trata al cuerpo y al alma de los difuntos como si fueran un
mismo ser, “no dos cosas separadas”.
Einstein un hombre que pensó en
los problemas humanos y científicos más elevados, que no se encontraban
separando la ciencia de la religión, sino buscando el entendimiento de la
verdad científica.
No puedo olvidar el comportamiento en Barcelona del super-sabio Einstein, cuando
acudió a tal ciudad el año de 1.930. “Por ejemplo, Albert Einstein, candidato a
ser la persona más inteligente de la historia de la humanidad, imaginó una “Federación
Mundial” que eliminase los excesos del nacionalismo, al que imaginaba una
ideología reaccionaria, egoísta y mezquina, contraria a la solidaridad y
responsable de la mayoría de las guerras que asolaron a la humanidad”. Pero a
pesar de buscar la historia la unidad de la humanidad, que la han convertido a
través de los siglos, en crueles guerras, como las producidas por el
separatismo catalán y las ideas de Brexit en Inglaterra, que después de ser un
Imperio Mundial ,querría ser una pequeña y aislada nación.
El Nacionalismo no se basa en
problemas de cerebro, que los están olvidando, sino en sentimientos viscerales,
que convierten el problema de la “personalidad de un país”, en un problema de
los órganos viscerales, pero no cerebral.
“Einstein se fue de Cataluña con
muchos discos de música catalana… y recomendó a sus miembros que abandonaran la
palabra nacionalismo”.
Estamos los hombres con nuestros
pensamientos de un modo continuo, pero ahora se nos presenta la Enfermedad Mundial,
que nos actualiza el problema de su extensión por todo el Mundo. Esta
enfermedad amenaza con la pérdida de la actividad de todas las naciones. Aquí
no hay partidos políticos que resuelvan el problema. Pidamos al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo, que se compadezcan de nosotros.
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