miércoles, 4 de marzo de 2020

Despedida de soltera.-




Ahora las despedidas de soltera no son tan frecuentes como hace unos años. Ha aumentado la libertad de ánimo del corazón de las mujeres, pues la aman tanto o más que los hombres y no se sienten solas cuando se dan cuenta de que su amor se está enfriando, porque enseguida resurgen las llamadas de ese amor.
Hoy día 29 de Febrero, en un lugar romántico del Parque de Huesca, pasando por el mismo, he  quedado  sorprendido al contemplar un espectáculo, para mí al menos, sorprendente, que ha llenado mi corazón de felicidad. En ese lugar de aspecto poético, se alza una casita  romántica  de un aspecto nórdico y colores rojos en su techo, ausente de tejas y cruzan las partes más elevadas de sus fachadas unas líneas que las embellecen. Está situada sobre un prado, cruzado por aceras limitadas por esos vedes prados. Delante de una de sus ventanas, se alza un bello ciprés, que ensancha su grosor por su parte central y acaba por una punta afilada, señalando el cielo.  
Toda aquella hermosa casita, que yo llamaría chalet de los enamorados está rodeada de cipreses que abaten sus ramas al aire, y detrás de sus adornos del ambiente, se extienden cipreses y pinos, que envuelven aquel poético ambiente, que alegra el ambiente de aquella Casita, que Huesca les preparó por inspiración de Walt Disney, a la amiga de los niños, Blanca Nieves y a los Siete Enanitos.
Cuando pasaba por delante de la Casita de los Enanos, quedé sorprendido al contemplar a unas ocho o diez muchachas, todas bellas y parecidas a Blanca Nieves, con sus sonrisas brotando de sus labios, que se encontraban colgando entre las ramas de los sauces y el techo del chalet, unas ramas de yedra verde, para sentarse debajo de la corona que habían formado y ahí asentadas sobre el césped, rodear a una de esas actuales princesas. Esta bella como todas las jovencitas que la rodeaban, sentada sobre el césped, sonriente y llena de satisfacción, con un espíritu sonriente, había colocado sobre su cabeza una corona, que simplemente era de cartón, embellecido con brillos de oro, que no cesaba de sonreír. Era una novia, en vísperas de su boda, que se despedía de sus amigas, en aquel poético lugar de fantasía.
Yo, me sentí feliz al contemplar aquella escena, que habían formado las bellas jóvenes alrededor de la feliz muchacha, que estaba con sus amigas, despidiéndose de sus amigas, que de momento se quedaban solteras. Y me sentí feliz  y saqué de mi bolsillo unas poesías que no pude mas que recitárselas y  una de aquellas bellas y jóvenes mozas, se levantó del corro y se situó a mi lado para escuchar con facilidad, mis palabras. Tan pronto acabé de recitar aquellas poesías, la joven recogió mis escritos y se los llevó al corro feliz de las jóvenes muchachas.
En aquellos momentos, pasaba por delante de este improvisado ambiente amoroso, un Doctor, amigo mío, que se paró  en  el pasear de recreo que estaba dando a su can y se puso a escuchar mis alabanzas a la novia. Su perro también escuchó sin soltar  ningún ladrido, para contemplar los felices momentos de aquella feliz boda , que se iba a celebrar. A ese Doctor, le entregué uno de mis escritos, para que tuviera un recuerdo del momento poético vivido.
Yo quise recordar a las jóvenes muchachas, otra ilusión que en la entrada al  chalet, se encuentra. Una es el retrato de Vall Disney y un  mosáico en el que aparece Blanca Nieves, acompañada por los “Siete Enanitos”.
Quizá aquellos siete enanitos fueran felices con el cuidado y la compañía de Blanca Nieves, como de demuestra cuando en su historia van cantando a su trabajo. ¡Qué felices fueron los enanos con Blanca Nieves, que se comportaba con ellos como una madre!, porque recuerdo que cantaban: “alehí, alehá, a casa a descansar”, cuando volvían de trabajar.
La señorita que se iba a casar, recibió una lección para cuidar a los niños y niñas, que esperaba recibir, de su matrimonio y se sentó sobre aquel verde prado, rodeada por sus amigas, debajo de la corona de yedra, que en la fachada de la Casita,habían colocado. 
Yo no pude quedar quieto y en seguida, delante del coro de “princesas”, me puse a recitar sobre aquel ambiente poético, que se había producido delante de el Chalet de Blanca Nieves y se sus amigos los enanos. Una de aquellas “princesas” se colocó a mi lado, mientras yo recitaba la belleza de esos tan jóvenes corazones e iba recogiendo las cuartillas escritas, que yo les leía. El Doctor vascongado que acompañado de su can, se paró a ver y a escuchar las palabras que yo les dediqué y que ellas, escuchaban y una de ellas iba recogiendo. El doctor, pronunció unas breves, pero cariñosas palabras y siguió paseado por el Parque, feliz y sonriente.
Yo , al ver felices a esta novia y a sus amigas, que la rodeaban, les deseé, una vida feliz y me marché
Yo me sentía feliz y por no interrumpir su felicidad, me fui contento y feliz y me marché a pasear.

4 comentarios:

  1. Hola apreciado Ignacio
    Con mucha frecuencia leo tus adorables y entrañables escritos, que con todo tu amor por los demas publicas. A mi, me hacen recordar con cierta nostalgia a Huesca. Ciudad en la que naci y disfrute de mi infancia y juventud. y que por motivos laborales, hace mucho tiempo que no resido en mi Huesqueta añorada. Pero a lo que voy. Recuerdo perfectamente la casita, en la que en los veranos, habia una chica prestando cuentos diversos a los niños que lo deseaban. Tambien recuerdo, que habia unas pequeñas figuras representando a los siete enanitos y a Blancanieves. Hace muchisimos años que desaparecieron. Y tambien ha desaparecido el enorme estanque rectangular de agua, y de muy poca profundidad. Con una figura de pantera en un monticulo y que por su boca manaba un chorrito de agua. Todo esto, ha desaparecido, aunque afortunadamente, la preciosa casita permanece. Recuerdo en mi retina, cada rincon de este parque, que tanto ha cambiado, para algo mas impersonal de lo que fue. Recuerdo perfectamente, junto al parque bar, unas minusculas atracciones, con columpios semejando unas barcas que se balanceaban y que acabado el tiempo, el dueño, un señor mayor, con muy mal caracter, las frenaba teniendo que bajar de ellas, tambien habia columpios, de pago, una casita en la que su mujer, vendia chuches, y alguna atraccion mas que ya no recuerdo. Pero el maximo, era un tren chu-chu que daba vueltas en un pequeño circulo interminable hasta que el tiempo se acababa terminando el viaje hasta nuevo pago. Recuerdo un cuadro de Ramon Acin, de los años treinta, plasmando todo este entorno con un colorido de lo mas. Y tantos y tantos diferentes rincones del parque, como la glorieta de la musica, el banco azul, las pajaritas de este R. Acin, simbolo que fue de Huesca, hasta que un iluminado de alcalde , lo modifico por una figura que nunca he sabido que representaba, si una jirafa, un caballo de patas largas, una hache minuscula de h uesca. o yo que se, que monigote puede ser. Que ganas de cambiar por cambiar, las cosas. Cada poderoso de turno, cando se sienta en el trono, ha de dejar su cagadita de mosca, para que crea que asi, su figura se perpetua. En fin, sin comentarios. Y recuerdo la explendida Rosaleda, tan amorosamente cuidada por Ricardo Uson. El gran estanque de formas ovoides, de un color azul suave,sus paredes, en las que te podias sentar, y con multitud de peces de colores, con flores acuaticas altas, de gran colorido, junto a una fuente de la que siempre brotaba agua en vertical y con la que remojabamos a nuestros amigos y a alguna chica. Y alli frente al estanque, teniamos una gran cruz, monumento a los caidos. A TODOS los caidos en la Guerra Civil. Y que con el estreno de esto que llaman democracia, ( palabra tan manida con la que nos engañan los de arriba ) se encargaron de eliminar enseguida. Tambien recuerdo la multitud de pinos con sus muchas piñas que estaban en el suelo junto a grandes cantidades de no recuerdo como se llama, como palillos marrones que caian de estos pinos, Y todo un enorme conjunto de setos que protegian a los cientos de yedras en y por el suelo y trepando por el arbolado. que daban al conjunto del parque lo mas parecido a un minibosque, con habitaculos grandes diferenciando las zonas perfectamente. Luego sigo.

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  2. 2º parte de mis Recuerdos del Parque de Huesca
    Durante las Fiestas de San Lorenzo, a primeros de Agosto, se cerraba el paque bar solo para los que pagaban entrada, con las actuaciones de Buenas Orquestas en las que con el suelo de cemento del antiguo fronton, nuestros padres y gentes mayores, bailaban con mas aficion a las piezas lentas, que a las nuevas modas de musica ligera.
    Que si, practicabamos entonces, nosotros que eramos jovenes y que nos agrupabamos en las siete peñas con su local y musicos o conjuntos y orquestas propios. mediante una cuota no muy alta, y que podias elegir, con entrada a los toros o sin ellos, y mas barata la cuota. Y con esos bailes, convencer a las chicas mas guapas que podiamos conseguir. Que no era tarea facil, sino todo lo contrario.
    Recuerdo los bailes lentos con ellas, en los que la mayoria de estas chicas, cuando bilaban, lo hacian poniendo los brazos en vertical y asi protegerse sus pechos. y tu posible roce con su cuerpo.
    Cambiarles sus brazos de ese lugar, era una tarea lenta y muy delicada, en la que demasiadas veces, salias derrotado.
    Asi que en la siguiente cancion, procurabas cambiar de chica, quizas mas suerte que con la anterior. O la intentabas levar a zonas mas oscuras para evitar que las pudiesen ver otros ojos.
    En otras ocasiones, procurabas llevarla a nuestro Parque, en que ya habia zonas habilitadas para esos pequeños escarceos. Se le denominaba, el paseico de los novios, y nos sentabamos de espaldas al camino para evitar se nos vieran las caras.
    Esas mismas chicas, cuando se iban a estudiar o trabajar fuera de HUESCA, se mostraban mucho mas tolerantes y complacientes con nosotros. cuando las visitabamos o nos encontrabamos con ellas
    A lo largo del camino junto a la valla del parque, que recuerdo saltabamos sin tocar pie en esa valla, los mas agiles, por supuesto. Pues en ese camino el arbolado que colindaba, eran chopos, que en la primavera, soltaban bolisas, Algo asi, como pequeños algodones por el suelo.
    Y nuestro entretenimiento, era pegarles fuego para ver como se iba propagando con unas pequeñas e instantaneas llamitas sin peligro, y que eran el placer de nuestros ojos.
    En este Parque, Casi todas las mañanas de Sol, veias sentado a un personaje curioso por su aspecto poco aliñado y con unas largas pelambreras. Y siempre leyendo un pequeño libro junto a una botella de Pepsi-Cola, pero nunca de la marca competidora.
    Y se me olvidaba, con un cigarrilo entre sus dedos ya tintados de amarillo intenso por la nicotina.
    Siempre fumando Celtas, el tabaco liado mas economico entonces. Quiero recordar que su precio no llegaba a las 5 pesetas. Igualito que ahora.....
    Y luego sigo

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  3. 3º Parte de mis recuerdos del Parque de Huesca
    Aun podria contar anecdotas o pequeñas historias mias pero no es lugar para ello ni puedo dar ningun nombre por puro respeto a ellos y ellas.
    Y con mis debidos respetos hacia el, que hace decadas que ya no esta con nosotros.- Solo habia un vigilante o guarda en todo este gran Parque. El y solo El, se las arreglaba para mantener a raya a todos los jovenzuelos que no haciamos buen uso de las plantas, mobiliario, o cualquier otro objeto posible de romper o estropear. Y yo doy fe, de que conseguia su objetivo,
    No sin antes hacerlo rabiar y corriendo delante de el. Y que alguna ocasion, te pillaba.-
    Lo llamabamos Pata -Chula. Pues en la Guerra, algun percance tuvo, porque llevaba una bota ortopedica con un alto tacon para igualar la altura con la otra pierna. Llevaba consigo un gordo palo que ademas de servirle de baston lo utilizaba con una habilidad inigualable, para lanzartelo a las piernas con la consiguiente caida tuya y consecucion de su presa .
    A la que luego, solia darle un varazo y dejarla escapar, amenazandote para otra posible correria tuya. Con la crueldad que de jovenes niños todos llevamos encima. que para tener mas adrenalina. Le deciamos desde lejos .
    Pata -Chula. Pata-chuuuula. Si correrias. Me cogerias. Con eso, conseguiamos enfadarlo y hacerlo correr tras nuesto. Entonces, no existian ni Play Stacion, ni moviles ni otras tecnologias para entretenernos. Y este era uno de nuestros entretenimiento en la adolescencia.
    En honor a este Sr. he de asegurar, que El, Y solo El, con su dedicacion a nuestro Parque fue capaz de mantenerlo
    en condiciones que ya no se ha vuelto a ver nunca.

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  4. 3º PARTE de mi Parque de Huesca
    Este pculiar personaje, hijo de un antiguo Director de Banco, habia residido algunos años en el entonces bohemio PARIS de los años cincuenta, llamados años de existencialismo y con personajes de la cancion de la talla de Edit- Piaf, Maurice Chevalier, J. Brell, G. Brasens, Aznavour, M. Mathieu y otros. De los que tenia una gran coleccion de discos de aquellos de pasta. Y que siempre escuchaba en su casa. a la que nunca tuvimos acceso los e amigos que el tenia
    Que junto al grupo de pintores de Monmartre. de años anteriores y posteriores. Le dieron a PARIS ese especial carisma y fama mundial que siempre mantendra.
    Y yo, que me hice amigo de PEPE del Cacho que asi se llamaba este curioso personaje, con el que me gustaba conversar de lo humano o lo divino, me conto alguna vez, su relacion con alguno de ellos y alguna vivencia personal.
    Nuesto querido Pepe, se ganaba la vida dando clases de Frances, idioma que logicamente, dominaba. Y esa fue en Huesca su vida. Dar clases, leer, tomarse su Pesicola como El decia, tomar el sol junto a largos paseos, y sobretodo, fumar Celtas. Hoy tendria cerca de 90 años, pero nunca le preocupo su salud y fallecio antes de llegar a mayor.
    Y no nos podemos olvidar de otra persona que se encargaba de vigilar el parque, y a fe que lo hacia perfectamente. Nunca ha estado mas inmaculado este parque que con aqulla persona. Tenia en su pierna una herida de Guerra, y por ello tenia una bota ortopedica que le permitia igualar la altura de sus piernas.
    Nosotros, de adolescentes, uno de nuestros entretenimientos era enfadarlo para que nos encorriera, gozando con esa persecucion mucho.
    Pero Pata-Chula, que era el apodo que tenia por nosotros, siempre llevaba un palo que tambien le servia de baston. y que lo usaba para lanzarlo a nuestras piernas provocandonos la caida. y el consiguiente gran miedo para el que caia. Con esa misma vara, nos daba un buen varazo, y nos amenazaba por si nos pillaba otra vez.
    Este buen hombre, que hoy quizas ya tendria mucho mas de cien años, se ganaba mucho mas del sueldo que le pagaban.
    Nuestra cruel forma de cabrearlo era gritarle, desde lejos...., Pata-Cula, Pata -Chula. Si correrias, nos cogerias.
    Y aun podria contar otras historias . Pero me he alargado mucho. Y como decia Gracian, que vivio algunos años en Huesca, en la casa con grandes jardines laberinto incluido. del benefactor Lastanosa, donde hoy se encuentra la farmacia de toda la vida, MINGARRO.
    Pues eso , que decia Gracian. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y yo me temo, que no he cumplido con ello. Aunque espero, y deseo que mi relato lo hayas leido con agrado



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