La música es una lengua
universal, no como las lenguas que hablamos los hombres para que nos entiendan
aquellos que las conocen. La música la entiende todo el mundo.
El día veintisiete del mes de
Noviembre de este año dos mil cuatro y la Comisión de Certámenes de bandas de
música de Huesca, ayudada por la Cámara de la Hoya de Huesca, nos ha enviado a
Siétamo, a las cinco de la tarde, la Banda de música “El Guante Blanco” de
Tardienta y a la Banda de Música de Garrapinillos, que hacen sonar desde la
música clásica hasta el jazz.
¿Qué comunican dichas bandas a
los que escuchan su música?. En algunos casos producen entusiasmo, en otras,
sentimientos a veces de amor a las personas y otras a la tierra. En unos
provocarán sonrisas y en otros harán brotar las lágrimas. Unos auditores llevan
el ritmo de lo que escuchan con la
cabeza, otros con los pies y algunos, como yo mismo descubrí al escucharlos, lo
llevaba con las manos.
Todos los seres vivios producen
música. Los pajarillos con sus encantadores cantos y con más gravedad los
mamíferos, pero el hombre tiene espíritu y su música expresa todas las
inquietudes de este mundo y de aquel, que un día nos ha de llegar y manifiesta
su alegría y su tristeza, su amor, pasión e inquietudes por todo lo que nos
afecta mientras vivimos.
En las capitales escuchan a
menudo a las orquestas, en los pueblos nos limitamos a escuchar a los pájaros,
a la radio y a la televisión, que nunca producen el mismo efecto que el de los
seres humanos que tenemos entre nosotros. Por eso es de agradecer que nos
manden orquestas de categoría, como las que el día veintisiete vinieron a
darnos el gozo de su actuación, pues allí estaban la orquesta de Tardienta,
dirigida por el afamado Don Sixto Carrión y la de Garrapinillos, con la que se
identificaba un joven maestro llamado Carlos Roldán,que para manten er unido a Aragón hizo sonar los sonidos de
un hermoso himno dirigido a esta gran Tierra.
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