Bajo la dirección de S.Ramos Almodóvar
se publicaba en Córdoba una revista mensual ilustrada, titulada "Letras
Regionales" y en Febrero de 1928,
Santiago Camarasa, escribía sobre el tesoro artístico español, el artículo
"Gloriosos testigos del pasado". Trata de los molinos de viento y
dice: "No importa que por el abandono pasado fueran desmoronándose
bastantes molinos; no importa que éstos fueran antes muchos; lo que importa ya,
y grandemente, es que los que quedan, los pocos que subsisten aún, se
conserven, se restauren; que los que son ruinas dejen de serlo; que empiece
efectivamente la defensa del molino de viento, volviendo a ser, no la riqueza
de antes, porque la mecánica hizo conquistas extraordinarias desde su época y
sería ridículo su aprovechamiento como entonces, pero sí el ornato de las
llanuras manchegas, como lo fue antaño".Añade que la fuerza del aire que
movía las piedras de los molinos, representa algo que supone el progreso de la
Humanidad por ser los molinos los precursores de la fuerza motriz de cientos de
caballos, que mueven los motores de las modernas fábricas que han hecho
progresar al mundo.
Este Almodóvar parece que veía venir los
nuevos molinos de viento o molinos eólicos, que llenan nuestras tierras
hermanas de Navarra, que la han hecho producir con ellos, toda la energía
eléctrica que necesitan. Tanto es así, que como final de la operación de llenar
los altos de sus tierras de molinos eólicos, han levantado uno clásico, no me
acuerdo exactamente donde, para rendir homenaje a los antiguos molinos de
viento, padres de los actuales.
Pero mi casi homónimo, Almodóvar dice:
"Son esos molinos (además de una reverencia a la fuerza motriz) la
reverencia al gran Cervantes y propone que en aquellos lugares de las andanzas
de Don Quijote, lo mejor que se podría hacer es levantar como monumento al
Caballero de la Triste Figura, un molino de viento".
Pero estamos en Almudévar, según el
genial escritor Braulio Foz, patria de Pedro Saputo y según Don Rafael Gastón
Burillo:"El símbolo de Pedro Saputo y de Almudévar, que es Aragón entero,
puede iluminar con sus enseñanzas y deleitar con su belleza, áspera y
rebelde cuanto grata, a todo el mundo".Y en el caso que me ocupa, ¿en qué
debe consistir la enseñanza que deleite a todo el mundo?,pues sencillamente en
levantar otro molino de viento como aquel que en siglos pasados entregara el
Rey Don Jaime II a mi antepasado Juan de Almudévar, portador de dicha Villa.
Esto último se puede leer en el número 38 del Argensola del año 1959 y ocurrió
en 1311.(Angel Conte en la Encomienda del Temple de Huesca).
"Es curioso observar la cantidad de
molinos, que los templarios principalmente, dirigen en Aragón y casi todos
ellos movidos por corrientes de agua, pero en Almudévar, al no correr aguas por
su superficie, había molinos de viento".
En el libro del Almudévarense o
almudevano Aliod y de Gabriel Ponce en la página 48, dicen que el molino de
viento lo dió el Rey a Juan de Almudévar, que además de portario "era un
personaje influyente y cercano al Rey".
Braulio Foz, nacido en Teruel, encabeza
los diez primeros capítulos de su obra Pedro Saputo con las diez letras que
forman su nombre, pero no escribió su novela sobre su provincia natal, tal vez
por evitar alusiones a sus naturales y como dice Rafael Gastón Burillo,
refiriéndose al protagonismo de Almudévar :"Si alguien creyera que la
Villa de Almudévar pudiera sentirse molestada o menospreciada por la obra de
Foz, grave error es el suyo. No es Almudévar ,sino Aragón; y no es
menospreciada, sino elegida precisamente como símbolo de las tierras aragonesas
para presentar en ellas la obra vivificadora de que son capaces".
Si, porque a Braulio Foz le parecía ver
que el espíritu aragonés iba decayendo y para evitar esa caída en el ideal de verdad y de justicia de lo
aragoneses, con su obra de Pedro Saputo quiso darle unos latigazos
(zurriagazos), para que "Almudévar, entre la montaña y la llanura, velase
por el destino de los pueblos".(Rafael Gastón Burillo).
La obra de Braulio Foz nos trae a la
memoria el Quijote de Cervantes, porque Pedro Saputo(sabio) representa la
"razón natural", para conducir a su pueblo al progreso, de la misma
forma que Don Quijote fue un ejemplo de los ideales de los caballeros protagonistas
de aquellas novelas.
"Y así como don Quijote veía unos
gigantes donde sólo había unos molinos, Pedro Saputo veía en Aragón convertirse
en sólo molinos lo que pudieran ser gigantes".
Es curiosa la situación histórica de la
Villa de Almudévar, porque está por arriba y por abajo, rodeada de
tierras regadas por ríos, donde los templarios y otros, construían molinos,
pero al no ser regada en sus términos, construía molinos de viento y es en ella
donde se fijó Braulio Foz para escribir su genial obra, tan poco aprovechada
por los aragoneses,"Vida de Pedro Saputo".
Braulio Foz escribió su obra para animar
a los aragoneses a crear riqueza y así como los navarros han edificado un
molino de viento, después de hacer multitud de molinos eólicos, los de
Almudévar deben construirlo antes de que empiecen a situar en ella, los mismos
molinos creadores de energía.
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