Fotos realizadas por Manuel Almudévar Bercero.
La Paul Saltadera, es una finca
que con la Costera de Siétamo y el Barranco,
por el que bajan las aguas que
por aquel terreno paulenco manan y que antes de la Concentración Parcelaria,
hace ya muchísimos años, fue dividida en pequeñas partes y vendida a cada uno
de los vecinos de Siétamo, que quiso entrar en dicha compra, y reservándose los
vendedores Don Manuel Almudévar Vallés, Don Agustín Ciria Calvo y Don José
Lacambra y Fábregas, lo siguiente, según las Escrituras, a saber: “Que los
vendedores se reservan también en los descritos terrenos, para poseerlos
también proindiviso y con las mismas condiciones que los transmiten, Don
Agustín Ciria Calvo, con cincuenta y cinco áreas, cincuenta y una centiáreas,
Don Manuel Almudévar Vallés dos hectáreas, un área, ocho centiáreas y José Lacambra Fábregas, diez y ocho áreas, cuarenta
centiáreas”.
Siétamo que deseaba, trabajar
colectivamente, en la creación de cáñamo, por todos los medios que él quisiera
y pudiera, como ropa para los ciudadanos, cuerdas y sogas para manejar los
animales, para construir edificios e incluso, en el río Guatizalema, atar una
soga para lanzar al suelo una elevada roca, para convertirla en una presa, para
detener el agua, para más abajo, soltarla el día que conviniera, para regar las
fincas. Pero no sólo se utilizaba para estas misiones, sino para poner velamen para
los barcos e incluso los chinos para fabricar papel a costa del cáñamo.
Gutemberg, inventor de la imprenta, hace ya siglos, imprimió la imprenta sobre
cáñamo, difícil de hacerlo sobre el papel, entonces inexistente.
¡Cómo mi antepasado Manuel
Almudévar Vallés, preparaba, uniendo a sus vecinos en la industria del cáñamo, para colaborar en el desarrollo
de la industria en general y de la agricultura!.
Para críar cáñamo hacía falta
terreno pantanoso, en el que crecían ciertas hierbas, lo que se hacía en paúles
o paulares.
En Siétamo hay dos Paules, una
por la que sus aguas corren desde debajo del manantial de la Fuente Pública hasta
esta misma fuente. Corre el agua por una acequia, a un lado de carretera que
sube a Castejón de Arbaniés y cruzando la carretera, es usada para regar los
numerosos y fértiles huertos, que llegan hasta el río Guatizalema. Por donde
hoy corre la carretera que sube a Castejón de Arbaniés, había una inundación de
agua, y aquella Paul estaba convertida de la actual carretera en una presa,
donde se empantanaba el agua que bajaba del Manantial. Quedaba toda la actual
carretera de Siétamo a Castejón, siguiendo
la Muralla de Siétamo, hasta la finca, en otros tiempos de López, como una
laguna o una presa de agua.
Estaba Siétamo en el verano
poblado de insectos , lo que convertía al pueblo en una colonia de
enfermedades, transmitidas por ellos. La Marquesa de Aranda, ya estaba viuda y
ante la petición de los ciudadanos de Siétamo, pagó la liberalización del
pueblo de aquella invasión eterna de mosquitos. Hoy por aquella zona en la que
se conservaban las aguas, para regar, pasa la carretera que sube a Castejón y
de arriba abajo, se dirige a Huesca.
De niño yo buscaba en el curso de agua que
bajaba paralelo a la carretera y veía y manejaba unas conchitas con forma de
almejas, muy pequeñas, que hoy ya no se encuentran en tal curso. Frente al lado
opuesto de la fuente pública de Siétamo carretera de Castejón, bajando a la
carretera general, brotan dos fuentes en las que muchas veces he bebido agua. El nombre
de La Paul, ya casi no se usa para nombrar a este pequeño curso de agua y la
llaman la Chopera, en cuyos lados han
construido varios edificios, bajo la sombra, que los árboles, han substituido la balsa de las antiguas
aguas de la Paul, por la carretera por la que se sube y baja a Castejón de
Arbaniés.
Pero la Fuente de la Paul
verdadera es la que brota por todo el terreno de la Paul Saltadera, en que
aquellos fontaneros asociados, han contemplado un pequeño barranco, que conduce
el agua que mana por aquel terreno al río Guatizalema. Esta Paul hace que las aguas que
conduce, las haga saltar al río Guatizalema.
Pero mi antepasado cumplió la
historia en la creación de sogas, de vencejos y otros productos, pero que se
abandonó con el tiempo, en que se fue invadiendo el mundo por una industria más
moderna.
Este trozo de tierra, manantío se
llama la Paul Saltadera, cuyo dueño de más trozo de tierra era Don Manuel
Almudévar Vallés, junto a varios vecinos de Siétamo en mayor o menor extensión,
situado en el monte de este pueblo. Pero su mente ya se daba cuenta del
progreso de los materiales empleados en el mismo y quiso con Ciria de casa
Calvo, hacer partícipes a todo el pueblo en el progreso técnico de la humanidad.
Y allí en aquel espacio observar al pueblo como se aplicaba en el desarrollo de los hombres, en
este caso con el cáñamo y más tarde su hijo en el mismo río, con una Fábrica
Moderna de Harinas. Mide 92 áreas la
finca, que tuvo un destino industrial de fabricar vendejos, 92 áreas, extensión moderna,
equivalente a 12 fanegas, 10 almudes, que son de uso provincial. Siempre la
sociedad ha buscado procedimientos de buscar trabajo para el hombre, pero ha
tardado siglos, que sin embargo todavía no lo han logrado encontrarlo para
todos.
Tenía esta finca “diferentes
pequeñas balsas, que de muy antiguo, emplean
los vecinos del pueblo para “en pozar
cáñamos”, cuyo libre uso en su oportuna estación ó época habrá de
respetarse”.
Cuando bajo a recordar aquel territorio
destinado en tiempos para plantar cordelaje o vencejos, me acuerdo de aquellos
hombres del campo, que estaban buscando medios para triunfar en su misión. Hoy
me parece que tienen el campo medio abandonado y ni siquiera se acuerdan de sus
tratados y luchas para seguir viviendo. ¡ Yo creo que hoy en día, viven en otro
mundo celestial.
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