jueves, 10 de diciembre de 2020

La Paul Saltadera.-

 


Fotos realizadas por Manuel Almudévar Bercero.


La Paul Saltadera, es una finca que con la Costera de Siétamo y el Barranco,  por el  que bajan las aguas que por aquel terreno paulenco manan y que antes de la Concentración Parcelaria, hace ya muchísimos años, fue dividida en pequeñas partes y vendida a cada uno de los vecinos de Siétamo, que quiso entrar en dicha compra, y reservándose los vendedores Don Manuel Almudévar Vallés, Don Agustín Ciria Calvo y Don José Lacambra y Fábregas, lo siguiente, según las Escrituras, a saber: “Que los vendedores se reservan también en los descritos terrenos, para poseerlos también proindiviso y con las mismas condiciones que los transmiten, Don Agustín Ciria Calvo, con cincuenta y cinco áreas, cincuenta y una centiáreas, Don Manuel Almudévar Vallés dos hectáreas, un área, ocho centiáreas y  José Lacambra Fábregas, diez y ocho áreas, cuarenta centiáreas”.

Siétamo que deseaba, trabajar colectivamente, en la creación de cáñamo, por todos los medios que él quisiera y pudiera, como ropa para los ciudadanos, cuerdas y sogas para manejar los animales, para construir edificios e incluso, en el río Guatizalema, atar una soga para lanzar al suelo una elevada roca, para convertirla en una presa, para detener el agua, para más abajo, soltarla el día que conviniera, para regar las fincas. Pero no sólo se utilizaba para estas misiones, sino para poner velamen para los barcos e incluso los chinos para fabricar papel a costa del cáñamo. Gutemberg, inventor de la imprenta, hace ya siglos, imprimió la imprenta sobre cáñamo, difícil de hacerlo sobre el papel, entonces inexistente.

¡Cómo mi antepasado Manuel Almudévar Vallés, preparaba, uniendo a sus vecinos en la industria  del cáñamo, para colaborar en el desarrollo de la industria en general y de la agricultura!.

Para críar cáñamo hacía falta terreno pantanoso, en el que crecían ciertas hierbas, lo que se hacía en paúles o paulares.

En Siétamo hay dos Paules, una por la que sus aguas corren desde debajo del manantial de la Fuente Pública hasta esta misma fuente. Corre el agua por una acequia, a un lado de carretera que sube a Castejón de Arbaniés y cruzando la carretera, es usada para regar los numerosos y fértiles huertos, que llegan hasta el río Guatizalema. Por donde hoy corre la carretera que sube a Castejón de Arbaniés, había una inundación de agua, y aquella Paul estaba convertida de la actual carretera en una presa, donde se empantanaba el agua que bajaba del Manantial. Quedaba toda la actual carretera de  Siétamo a Castejón, siguiendo la Muralla de Siétamo, hasta la finca, en otros tiempos de López, como una laguna o una presa de agua.

Estaba Siétamo en el verano poblado de insectos , lo que convertía al pueblo en una colonia de enfermedades, transmitidas por ellos. La Marquesa de Aranda, ya estaba viuda y ante la petición de los ciudadanos de Siétamo, pagó la liberalización del pueblo de aquella invasión eterna de mosquitos. Hoy por aquella zona en la que se conservaban las aguas, para regar, pasa la carretera que sube a Castejón y de arriba abajo, se dirige a Huesca.

 De niño yo buscaba en el curso de agua que bajaba paralelo a la carretera y veía y manejaba unas conchitas con forma de almejas, muy pequeñas, que hoy ya no se encuentran en tal curso. Frente al lado opuesto de la fuente pública de Siétamo carretera de Castejón, bajando a la carretera general, brotan dos fuentes en  las que muchas veces he bebido agua. El nombre de La Paul, ya casi no se usa para nombrar a este pequeño curso de agua y la llaman  la Chopera, en cuyos lados han construido varios edificios, bajo la sombra, que los árboles,  han substituido la balsa de las antiguas aguas de la Paul, por la carretera por la que se sube y baja a Castejón de Arbaniés.

Pero la Fuente de la Paul verdadera es la que brota por todo el terreno de la Paul Saltadera, en que aquellos fontaneros asociados, han contemplado un pequeño barranco, que conduce el agua que mana por aquel terreno al río  Guatizalema. Esta Paul hace que las aguas que conduce, las haga saltar al río Guatizalema.

Pero mi antepasado cumplió la historia en la creación de sogas, de vencejos y otros productos, pero que se abandonó con el tiempo, en que se fue invadiendo el mundo por una industria más moderna.

Este trozo de tierra, manantío se llama la Paul Saltadera, cuyo dueño de más trozo de tierra era Don Manuel Almudévar Vallés, junto a varios vecinos de Siétamo en mayor o menor extensión, situado en el monte de este pueblo. Pero su mente ya se daba cuenta del progreso de los materiales empleados en el mismo y quiso con Ciria de casa Calvo, hacer partícipes a todo el pueblo en el progreso técnico de la humanidad. Y allí en aquel espacio observar al pueblo como se  aplicaba en el desarrollo de los hombres, en este caso con el cáñamo y más tarde su hijo en el mismo río, con una Fábrica Moderna de Harinas.  Mide 92 áreas la finca, que tuvo un destino industrial de fabricar  vendejos, 92 áreas, extensión moderna, equivalente a 12 fanegas, 10 almudes, que son de uso provincial. Siempre la sociedad ha buscado procedimientos de buscar trabajo para el hombre, pero ha tardado siglos, que sin embargo todavía no lo han logrado encontrarlo para todos.

Tenía esta finca “diferentes pequeñas balsas, que de muy antiguo, emplean  los vecinos del pueblo para “en pozar  cáñamos”, cuyo libre uso en su oportuna estación ó época habrá de respetarse”.

 Cuando bajo a recordar aquel territorio destinado en tiempos para plantar cordelaje o vencejos, me acuerdo de aquellos hombres del campo, que estaban buscando medios para triunfar en su misión. Hoy me parece que tienen el campo medio abandonado y ni siquiera se acuerdan de sus tratados y luchas para seguir viviendo. ¡ Yo creo que hoy en día, viven en otro mundo celestial.

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