Antiguo colegio de Santa Rosa (Huesca)
Siguiendo
a Don Antonio Baso…
Me siento sincronizado con sus noventa y
tantos años de edad y recuerdo toda la Historia de nuestra capital y provincia
y no puedo hacer más, que saludarlo. Así escucho una voz de todo el siglo
pasado, a la que no hacemos caso en el siglo XXI y al escucharlo me parece oír
numerosas voces, desde la de Don Manuel Camo, hablando entre otros, con mi
abuelo materno Ignacio López de Zamora, diputado provincial, con los monárquicos adheridos a
Amadeo de Saboya y los republicanos, abatidos en el año de 1936.
Y
me acuerdo de lo que expresaba Antonio Baso en su escrito sobre el periódico
oscense Diario de Huesca. Su primer
número lo lanzó al público en día 16 de Noviembre de 1875 y dejó de publicarse
en el año de la Guerra Civil de 1936. Escribe Antonio Baso que en el diario
justificaba su fundación ante la
necesidad de defender a su querida y POSTERGADA provincia, que estaba huérfana
de un periódico diario, que expresara una preocupación por sus intereses
generales, como la apertura del ferrocarril que uniría a España y a Francia y
los locales, como el riego.
El
fundador del Diario de Huesca fue Don Manuel Camo Nogués. Se tiraba el
periódico en la imprenta de Pérez, que estaba situada al lado de Farmacia de
Llanas, Yo tuve amistad con Marieta Pérez, que hacía sonar el piano de su casa
y con la madre de los hermanos Saura, uno creador de películas de cine y de su
hermano , que era pintor, se divertían haciendo sonar la música. Por aquellas
ventanas, que por su parte Este,
recogían el sonido, que podían escuchar,
no sé si con éxito, los difuntos de las
Claustros de San Pedro. Se trasladó, más tarde
la tarea de redacción y de talleres al Coso Bajo, a una casa que era de
Claver, originario de Sieso y pariente de los Almudévar del mismo pueblo.
Cita
Antonio Baso a varias personas que
hicieron posible la vida de este periódico, como Amado Pellicer, Anselmo Gastón
de Gotor, a Mur Ventura, José Cajal, Ramón Acín, que acabó su vida llena de
dolor para sus hijas. Silvio Kosti fue una figura literaria y López Allué
escribió “Coplas y más coplas”, que divertían al pueblo. En el año de 1923,
escribió: “Por el Diario fue a la cena Añoto, chico formal, periodista con
melenas, avanzado en el pensar,
escéptico y humanista, algo pálido de tez, y, aunque está un poco “arguellau”,
tiene un “saque singular”.
Ejerció
Camo el caciquismo, pero era un defecto de muchos políticos de la época y no se
aprovechó de los dineros públicos, como
ha ocurrido, en esta última democracia, que dejaron a España arruinada y a sus
autonomías naciones casi independientes. Su esposa Benita Baquer y Ramón, al morir su esposo en 1911, no heredó ni un céntimo.
El
Diario de Huesca, se abrió en 1875, un
año después de la Restauración Borbónica, en que se inauguraron los partidos
políticos. He conocido a José María Martínez, que era dueño de la Librería de
su nombre y por él me enteré de que habían conservado la colección de escritos
del Diario del Alto Aragón, hecho que alaba Don Antonio Banzo, en su escrito
sobre el Diario de Huesca. Vicén Do Río, conserva una gran cantidad de escritos
de aquellos tiempos, en que se habla de agricultura, de transportes y de
industria.
Tras
de la fundación del Diario de Huesca, su lectura resultaba escasa, porque el analfabetismo era del ochenta por
ciento de la población. Pero “Algunos de los que hicimos posible la vida del
Diario, éramos unos diminutos seres, que
éramos nosotros, en él aprendimos a
deletrear, al fijar nuestra vista sobre
los caracteres gruesos de sus encabezamientos de noticias o llamadas de
atención anunciantes”. Nos hace ver Antonio Baso la influencia positiva que
tuvo el periódico en que el pueblo aprendiera a leer, pero añade que “Sobre
todo el periodismo es un instrumento, un vehículo de algo que debe decirse y
tiene que ser dicho con la mayor fidelidad y claridad en su comunicación”. Pone
el ejemplo que con el teléfono daban los periodistas para comunicar las
noticias y escribe que en algunas ocasiones tenían que emplear aquellas
galenas, con las que de niños nos comunicábamos.
Fue
Manuel Camo portavoz de los intereses republicanos de Emilio Castelar y que
murió el citado Camo, en Huesca el año de 1911. El Diario de Huesca, por él
fundado no tuvo competencia hasta el año 1919, en que se fundó La Tierra, que
era conservador y defendía los intereses de una pobre profesión, a saber la de
los agricultores y de los ganaderos.
He
dicho, al principio, que nos veíamos con Don Antonio Baso, por las calles de
Huesca, pero hace tres o cuatro días, entré el San Pedro el Viejo, a
preguntarle a la Licenciada en Historia, Antonia, donde se encontraban los
esqueletos de dos Almudévar, cuyas esquelas, están escritas en piedra, en unos capiteles del Claustro. Estando en la
iglesia, ha entrado Antonio Baso, que no
es extraño que entrara en un templo, que
recuerda toda la historia de Huesca, que conoce toda la antigua y la moderna. Y
pronto empezó a contarme la historia del Colegio de Santa Rosa y todo lo que
pasó en Huesca, para la República y la Guerra Civil. Con esa maravillosa edad
de más de noventa años, su cerebro le funciona con una facilidad maravillosa y
me explicó lo que pasaba en los años de 1930. Al preguntarle sobre el Colegio y
Convento de Santa Rosa, me llenó la cabeza de historias sobre su pasado. ¡Cómo
no se ha de acordar!, si su tío Don Antonio Baso Simelio, celebró en su
iglesia, las Bodas de Oro Sacerdotales, puesto que en el
año de 1904,celebró además de su sacerdocio, su primera Misa. Igualmente, con algunos niños de Huesca, aprendió las
primeras letras en el parvulario de su colegio.
El
Colegio de Santa Rosa, fue anteriormente un Beaterio de monjas dominicas, en
que se instalaron las compañeras de mi tía la Madre Berride. El edificio se lo
compró a las monjas el sacerdote de Santolaria, que fue tío carnal de mi abuelo
Ignacio López de Zamora Blasco. Más tarde se instaló en él una enseñanza
gratuita, como también existió en dicho Colegio una Escuela Normal de Maestras,
donde, como me dijo Antoni Baso, estuvo estudiando una tía mía, Felisa Casaus
Simelio, que era prima hermana de un antepasado mío por el apellido Casaus.
Esta Felisa Casaus marchó luego al Perú de Misionera Seglar y estuvo en la
Misión del Perú con la madre Ascensión Mied.
Cuando
llegó la Guerra Civil, las monjas de Santa Rosa, le entregaron la familia del
Señor Baso, las reliquias que poseían de la Madre Berride. Cuando acabó
dicha Guerra se las devolvieron a las monjas, pero estas,
al marcharse del antiguo Colegio de Santa Rosa, se llevaron los restos de su fundadora, con los de otra hermana que
colaboró en la fundación del citado Colegio. Con los restos humanos enterraron
en el nuevo Edificio o Colegio de Santa Rosa, las reliquias, que durante muchos
años se veneraron en Huesca.
Con
este sabio Don Antonio Baso, se queda uno enterado incluso de la vida de su
familia y te hace incrementar el deseo de verlo con más frecuencia, para que no
nos olvidemos, de la historia de Huesca, como dice el citado Baso en el pasado, hay que
abandonar ese plan de POSTERGACION, con que abandonaban a Huesca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario