Por la orillita del río
Dicen que andaba pescando.
Ojos blancos, que brillan en tez morena,
Curiosos quieren saber
Qué se esconde en lo profundo de las aguas,
Bajo la piel cristalina del río donde acamparon
En otros tiempos sus padres.
Le han atraído las aguas, espejo de tu belleza
Y te han querido besar.
¡Dios, que beso tan traidor el de las aguas,
Que han querido hacerte suyo!.
Lloros gitanos, gritos se escuchan
A las orillas del río.
Ya vienen los hombres-rana a buscarlo por las balsas.
Es de noche y ya se han ido
Y así el niño podrá jugar con los peces,
A la luz de luna llena.
¡Cuantas veces los gitanos acamparon
Bajo la luna lunera, encendiendo sus hogueras,
Pero la hoguera de hoy, noche del dos de Septiembre,
Ha reunido gitanos, en velatorio fúnebre.
Y si no está bajo las aguas,
¿Dónde se ha metido el niño?
Por las laderas del monte, procesión de luciérnagas;
Son los gitanos que buscan y llaman al buen Juan Carlos.
¡Ay gitanico del alma, ay río Guatizalema!.
(Escrito a la luz de la luna y de la hoguera, la noche del
uno al dos de Septiembre)
No hay comentarios:
Publicar un comentario