La historia de la vida del
hombre, narra épocas de desorientación de muchos de esos hombres, que lo
llevaron a hechos detructores, como el Diluvio Universal. Entonces el hombre
con la Gracia del Señor, en el
desembarco del Arca de Noé, organizó la vida honrada, hasta que volvió a caer
en la vida deshonrada y así ,dentro de la libertad que el Señor dio al hombre,
caía unas veces en el orden de los humanos, como cuando Noé se puso borracho,
bebiendo el jugo de las viñas y otras en
la descomposición de la honestidad, que seguía creciendo en numerosos de sus miembros.
Hay que tener en cuenta que su “borrachera”, fue involuntaria. Las fechas en
que se escribe sobre el Arca de Noé, son variadas, por ejemplo
los escritos del Pseudo-Filón de Alejandría, ya pertenecen al año 70 d.
C. y en ellas, aparece que doce hombres fueron arrestados por negarse a poner
ladrillos, pero Dios termina protegiéndolos y eran Abraham, Lot y varios
compañeros. Por fin se salvaron Abraham, Lot y varios otros príncipes ya que
Dios terminó protegiendo a Abraham.
El hombre se dio cuenta de su
debilidad e intentó crear la enorme Torre de Babel, al darse cuenta de que por su descomposición moral, podía ser otra
vez castigado con otro Diluvio Universal. Las excavaciones arqueológicas, no
descartan que existiese una escalera en forma de “T”, por un lado y por otro
una escalera en espiral, como Herodoto escribió. Aquella obra daba al Monumento
el significado de que aquella Torre, ofrecía una “puerta del sol o entrada en
el cielo” o un lugar de comunicación entre lo divino y lo terrenal.
El Génesis no comunica al hombre,
ninguna opinión sobre la destrucción de la Torre de Babel, pero los hombres que
estaban aguantando una mezcla de lenguas entre los constructores, dejaron de
construir la Torre entre el mundo y el cielo y se dispersaron por el Mundo.
Pero hubo otras noticias en el Libro de los Jubileos y en otros escritos, como
la destrucción de la Torre por el viento, por el fuego y por la erosión de la atmósfera.
Pero, toda la Tierra hablaba la
misma lengua y el Señor dijo: ”Pues descendamos y allí mismo confundamos su
lenguaje de modo que no se extienda la guerra contra los habitantes de los
cielos los unos con los otros”.
Sin embargo “los enemigos de
Dios, quisieron hacer la Guerra contra los habitantes de los cielos”. (Sefer
ha-Yashar, Noah).
¿Fueron estas multiplicaciones de
las lenguas, un voluntad divina para que se extendieran los hombres por el Mundo?,
que han ocasionado su ocupación de todo
su mapa mundial. En el Libro de los Hechos de los Apóstoles,
se cita la sabiduría del Espíritu Santo y el milagro que produjo el Pentecostés
del ”hablar en lenguas”. ¿Fue el idioma
latino un objetivo para que se entendieran todos los hombres rezando en el
mundo, o la Torre de Babel en ruinas, ¿es una imagen del hombre caído de la
gracia?.
En su libro de 1,918, un
antropólogo James George Frazer, buscaba la similitud entre la historia
del Viejo Testamento, como el Diluvio y leyendas indígenas de todo el
Mundo. Compara la historia de un pueblo Lozi en que sus miembros malvados, construyeron
una enorme Torre de antenas para perseguir al Dios-Creador.
Esta búsqueda del Dios- Creador
bueno, unas veces que se acordaban de Dios en el Diluvio Universal y otras
cuyos miembros malvados odiaban a ese Dios Creador, llevaba consigo la lucha
entre el Bien y el Mal.
Como se ve, leyendo las
Escrituras, y leyendo las historias en
el Mundo siempre han luchado el Bien y el Mal, incluso en el mundo africano,
pero hoy se sigue combatiendo entre el Dios
Todopoderoso y el Mal, protagonizado por el Infierno.
Abramos libros en cualquiera de
sus fechas y nos encontramos “De como San Francisco de Asís, recibió el consejo
de Santa Clara y del santo fray Silvestre de predicar para convertir a mucha
gente, y de como constituyó la Tercera Orden y predicó a los pájaros y mantuvo
quietas a las glondrinas”. Cuando salió de camino vio a las aves y escuchó San
Francisco por los árboles a las aves que cantaban y emocionado por su belleza
se puso a predicarles. Las avecillas emocionadas escuchaban y cantaban
admiradas de San Francisco, que les mostraba como las quería. Esta escena del
concierto musical de las golondrinas, yo no la vi entonces, pero a cualquier
hora de esta vida subo a la Ermita del Viñedo, al pie de la Sierra de Guara, en
los arcos del claustro, están cuando llega la primavera, cantando a la Virgen. Allí
están “las avecillas en esos arcos y comienzan a abrir sus picos, a bajar los
cuellos a extender las alitas y a inclinar reverentemente
las cabezas hacia la tierra”. Y uno recuerda a San Francisco de Asís
cuando allá por los montes de Italia, hizo cruces en el cielo para que
alegrasen el firmamento, arrancando su vuelo desde los alrededores. También los
frailes franciscanos se fueron por todo el Mundo a predicar la Cruz de Cristo,
sin ninguna propiedad en el citado Mundo,
“debían confiar su vida a la Divina Providencia”.
Y siguen alternando los hombres
una fe en Dios con la avaricia, lujuria, ira y pereza, con políticas ateas y
enemigas de la Providencia, sustituida en otras ocasiones en momentos de piedad
y de Fe.
Cerca de mi pueblo Siétamo, nació
tres años antes que yo, es decir el año de 1.933, dos años después que yo
mismo, el Sacerdote Misionero Claretiano en la ciudad altoaragonesa de
Barbastro, Gabriel Campo Villegas. Yo nací el año de 1.930 en Siétamo, por el
que se circula desde Huesca hasta Barbatro, capital en que vino al mundo el
escritor Claretiano.
Yo, el año de 1.936, en que
empezó la Guerra Civil vivía con mis padres, hermanos y tíos en Siétamo.
Vivíamos en Paz en esta villa hasta que un día, al volver de mis juegos
infantiles por las calles de Siétamo, al llegar a casa, me encontré con mi
padre en la puerta de nuestra casa y cuando este hombre empezaba a corregir mi
abandono, se oyó en el interior de ella, un ruido enorme, producido por algún
cañonazo. Entonces mi padre nos convocó a todos los miembros de mi familia y
nos introdujo en la adjunta bodega de la iglesia, que se encuentra al lado.
Esta primera explosión la produjeron “los invasores” al medio día y nos
introdujeron a todas las familias próximas en un sótano de la iglesia. En
aquella bodega de la iglesia se oían constantes bombazos, pero mi tía Luisa
salía hasta nuestra casa y volvía con alientos para los horrorizados vecinos y
para nosotros, que cogía en la despensa de nuestra casa. Por la tarde cuando ya
el sol aflojaba su luz, bajamos a la carretera donde un camión nos trajo a
Huesca. En Huesca a mi padre y a mi pequeño hermano Jesús, les entró por una
ventana una bomba, que no les hizo daño. Entonces con el horror a la Guerra nos
fuimos a Jaca y de allí a Ansó. Pasados unos larguísimos años, nos llevó mi
padre a Siétamo y al arreglar la destruída iglesia, los religiosos claretianos,
colgaron en la pared del templo, un retrato de un mártir claretiano, nacido en
Siétamo, del que quisieron devolver el recuerdo de un santo hijo suyo.
Hay que añadir a los mártires
claretianos a dieciocho Beatos Mártires Benedictinos de Barbastro.
El frente de Guerra iba desde Barbastro por
Siétamo a conquistar Huesca, que sufrió una terrible Guerra, pero los “anarquistas y sus campañeros”, se
quedaron en Siétamo al que destruyeron y convirtieron la ciudad de Barbastro en
una ciudad de mártires.
En la renovada iglesia de Siétamo
se encuentra un cuadro con el retrato de un hermano claretiano, que trajeron a
este santo lugar, los claretianos de Barbastro.
Gabriel Campo Villegas, claretiano e ilustre
profesor, que vivió aquellos años de la Guerra Civil, escribió recuerdos de esa
guerra lamentable, pues dicen que Barbastro fue una ciudad en la murieron por
causa de la misma un número casi incontable de unos partidos y de otros. He
estado visitando el Convento y me han enseñado los respetables restos
mortuorios de los Claretianos asesinados.
Hemos visto la historia de los
hombres justos, perseguidos por el Mal, desde tiempos del Diluvio Universal,
pasando por San Francisco de Asís, en la Edad Media hasta que el año de 1936,
en la Guerra Civil desde Barbastro hasta Siétamo, al lado de Huesca, corrió la
sangre derramada.
Siguen existiendo la Paz y la
Guerra y roguemos que no se vuelvan a encender las llamas de las guerras
asesinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario