miércoles, 17 de junio de 2020

La Urraca es un ave triste e inteligente.



Tengo ya muy cerca de los noventa años, y me acuerdo de las picarazas, como las llamaban en mi pueblo, hace ya cerca de noventa años, en que se ha sucedido la Paz, la Guerra, las tristes etapas que consigue llevar los males consecuencia de las guerras, para pasar por el Franquismo y llegar a la Democracia. Y yo con mis penas y apuros que da la vida, he estado siempre preocupado de la vida de esas aves, que son de las qué con más inteligencia, viven desde mi niñez, anterior a la Guerra del año de 1.936, en Siétamo. Conseguí con mis cinco años, que el hermano mayor de casa Lasierra, me proporcionara una cría de urraca, a cambio de un espejo de propaganda que me habían  regalado  en  la  Farmacia de Llanas de Huesca. Yo la quería, pero no supe superar las dificultades, que me proporcionaba la cría de aquella joven ave, que no supe dónde colocarla.

Pero, a pesar de las dificultades que me proporcionó su crianza, la coloqué en una gran recocina, que todavía sigue medio abandonada, al lado del Hogar. Allí tardó escaso tiempo en morir, cuya muerte me anunciaba la multitud de muertos humanos, qué en mi pueblo, iban a producirse por la Guerra Civil. La muerte de esta urraca o picaraza, dolía, porque dicen que es uno de los animales más inteligentes que existen. Investigaciones recientes que el tamaño de su  encéfalo, es como el de los orangutanes, chimpacés y seres humanos. Ya, de niño se comentaba que era capaz de mirarse en un espejo, pues en cierta ocasión escuché como se habían encontrado en sus nidos, pedazos de espejo, que había recogido la picaraza en la calle o en algún huerto. El antiguo filósofo Ovidio escribió en sus  Metamórfosis, que las urracas son capaces, como otros córvidos, de reconocer la identidad de personas a nivel individual. Tiene un aspecto elegante, pero  además, que cuando la ves desde lejos, no puedes apreciar, que además de poseer esos dos colores, cuando la observas al sol, en su lomo aparece un hermoso color, que puede transformarse en un verde Viridiana. Yo como ya he escrito un poco más arriba, me decían los hermanos del vecino que me cambió una joven urraca por espejos, que les apetecen a ellas y se llevan a sus nidos.

La garza o urraca, en una ópera de Rossini “ladra”, y en la famosa aventura de Tintín, titulada “Las joyas de la  castafiore), se representan las joyas como espejos que después de robados, guarda en sus grandes nidos. Rosini dice que “ladra”, pero no es ese sonido el que produce la urraca, sino que más bien suena un sonido, que no es un canto, sino que suena como una carraca.
Yo observo a la urraca, unas veces desde el balcón de mi casa en el Parque de Huesca, como avanza dando pequeños saltos, sobre el suelo buscando su alimento, pero después de observarla sobre el suelo, se lanza a las alturas para manifestarle a un milano, que con la amplitud de sus alas, va inspeccionando, desde el cielo los movimientos de algún ave, que busca cazar algún pájaro para alimentarse. Con una velocidad asombrosa  la urraca se desprende del suelo del Parque y se lanza volando con una gran rapidez al encuentro del milano. Comienza con rapidez el espectáculo de observar como la urraca, busca siempre ponerse en el ambiente  aereo  por encima del milano. Este intenta colocarse por encima de la urraca, y ésta elude uno posición inferior en el aire y se contempla una lucha deportiva entre ésta y la picaraza. Cuando ésta se cansa de “torear” al milano, se lanza en un vuelo rapidísimo fuera del cielo de lucha, no como un rival que huye de la lucha entre ambas aves, sino como un juez del cielo, que parece se lanza a la expulsión del milano, que quiere eliminar a otras aves, a a  las que la urraca quiere defender.
La picaraza o urraca, sufre las tristezas de la vida, mirando como el Milano persigue a otras aves y vuela en libertad desde el suelo de los parques hasta el alto cielo, donde provoca al milano Su color es blanco y negro, con unos trazos azules, que la hacen solar en la ibertad. Sueña con la libertad porque le atraen las cosas que brillan.  Ve la luz en los espejos en que se mira y dedica sus altos vuelos buscando al Milano ,para que deje libres a los otros pájaros.

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