Luis Garay de apellido vasco y
nacido en Extremadura, conoció hace pocos años, a los burros o asnos, animales
humildes de carga, de acarreo y portadores en la Montaña de los corderos, que
iban pariendo las ovejas. Los burros bajaban a los corderos, que iban pariendo
las ovejas, pues los bajaban, sobre sus costillas a las Parideras, pues las
ovejas que los habían parido, les daban la leche de sus mamas, para
alimentarlos.
En mi casa de Siétamo, antes de
la Guerra, teníamos una burra torda, que
se empleaba para subir agua de la Fuente pública, pero yo cultivaba su amistad,
montándome en ella y cabalgar o más bien, dirigirla por las calles y sobre el
monte, hasta que un día, en que ya la había hecho bajar a la Fuente, al subir
hacia la Plaza Mayor, protestó de mi abuso sobre ella y echó a correr hacia la
Era, donde estaban trillando y ella quería mascar granos de trigo. Además ya estaba harta de que la obligara a
bajar a la Fuente, a beber y a beber continuamente agua. Al subir corriendo por
la cuesta que sube a la Plaza Mayor, me caí al suelo y me hice una pequeña
herida en mi cabeza. Tuve que subir a la
medio destrozada barbería por la Guerra Civil, en la que el practicante y además barbero, me cosió con
un punto, la piel rasgada. ¡Cómo recuerdo a ese caballero barbero y practicante
de curar las , que nos producíamos los hijos del pueblo!. No olvidaré, mientras
viva, al Señor Jorge revestido con una blusa oscura, que con todo cariño, me
cosió la pequeña herida.
Eran los burros, animales
solípedos de tamaño menor que el de los caballos, pero eran aprovechados por el
hombre para descargar sus faenas sobre sus tan buenos animales. Los pastores
que subían a la Montaña con sus ovejas, llevaban cargados sobre sus costillas,
los objetos, que luego necesitaban para cocinar sus alimentos y las bebidas que
necesitan para refrescar sus comidas.
Escribiendo sobre burros o asnos
,tengo que expresar que esos animales eran de un tamaño menor que el de los
caballos, pero eran animales muy útiles al hombre para cargar en ellos arena en
las orillas de los ríos, con arena sobre sus lomos y al subir a la llanura,
escasamente podían llevar sobre sus lomos la arena. Al subir a la llanura,
escasamente podían subir y sus dueños les gritaban ¡arre burro! , al mismo
tiempo que les golpeaban sobre sus lomos con sus largas varas, para que
hicieran esfuerzos enormes, para subir la arena, para construir las obras a las
que estaba dicha arena destinada.
Un señor , al que llamaban Pepe,
me dijo que cuando hacía el Servicio Militar por el año de 1.950,veía al amo de
los asnos, que contemplaba para ver sacar arena del río, que necesitaban para
construir una carretera hasta Almazán. Han pasado unos ochenta años y
proliferaban los asnos, porque era grande el desnivel de esos terrenos y por
tanto era muy difícil transitar por ellos, en las orillas del Duero, por la
orografía del terreno.
Fernando Moreu de Robres, me
contaba que el que construía la línea eléctrica que iba dese Poleniño hasta
Zaragoza, le suministraba la arena con doce burros, que tenían que caminar
sobre la Sierra. Hace de esto ya unos quince años y ahora suministran la arena
por medio de helicópteros. Pero este Fernando Moreu de Robres, me dice que
ahora crían cerdos y cuidan el pasto de algunas ovejas por la Sierra de
Alcubierre.
¿Se van a quedar los pueblos sin
habitantes y Zaragoza y otras ciudades ,congestionadas de población?.
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