Buda,
dentro de su filosofía, propiciaba un respeto enorme por la vida, incluidas sus
formas aparentemente más despreciables. Prohibía a sus adeptos que pisaran las
hormigas. San Francisco de Asís, dentro del cristianismo, extiende el concepto
de fraternidad al mundo animal, sin exceptuar
al hermano lobo. En cambio, muchas veces nosotros nos hemos convertido
en lobos (en su sentido peyorativo) para otros hombres. De la misma forma que
se da por sentado que el hombre, a pesar de sus múltiples razas, tiene un origen
unitario, parece lógico que toda la vida
orgánica u organizada tenga un origen común. Fue Dios quien sopló un hábito
vital sobre los seres que empezaban a vivir. ¿Por qué hizo tan variadas sus formas?.
Tal
vez estas tenían o tienen un destino común, al que concurren por distintos
caminos vitales o acaso, de la misma manera que a Adán le dio compañera, porque
no era bueno que estuviera solo, a hombres, animales y plantas los puso juntos
porque no era bueno que estuvieran solos, porque era bueno que convivieran.
¿Somos diferentes porque estamos embalados en una carrera por una evolución,
que nos puede llevar a superhombres o a dioses?. En el camino que nos llevaría
a ser espíritus puros, como a Luzbel ¿estaría la raza humana, compuesta por una
mezcla mixta de materia y espíritu?..¿Sería preciso que de este pugilato
surja la lucha para aplastar a los presuntos rivales?.¿Porque como a rivales
aplastamos a nuestros compañeros en el viaje cósmico?. Pero si son eso,
compañeros, con los que enriquecernos mutuamente en nuestra marcha ,¿ porqué
hacer víctimas de ellos, si aparece patente una fraternidad universal?.
De
lo que no cabe duda es de que hay una proximidad o projimidad entre los seres
vivos. Esta proximidad, indudablemente, admite graduaciones. Yo estoy más
próximo a mi compañero que a mi perro, y estoy más próximo de éste que de la ameba.
¿Y las plantas?. Es inconmensurable el número de medidas en lo referete a la
projimidad, esta es mayor o menor, pero existe y me obliga a respetar y a amar
a todos mis próximos, que moran en mi ecosistema. Dicen que en España hay pocas
preocupaciones intelectuales, pero si económicas, sociológicas y ecológicas.
Esas últimas ¿ no llevan implícitas una gran riqueza filosófica?.
Los
jóvenes que anillan pájaros, tal vez con San Francisco de Asís reflexionen
sobre la fraternidad del “fratello”, con el ecosistema. Cerebros más
complicados como el de Alfred Hichcock, en su película “Los pájaros”, tal vez
vea en la horrible mutación que les hace aparecer, una sublevación contra el
adelanto humano en la carrera evolutiva. O tal vez una rebelión contra el
retraso de los humanos en la evolución de su humanidad. Si fue así, los
rebeldes alados no fueron como Luzbel, también alado, pero fue una mutación
satánica, por afán de poder, merecerían el mismo desprecio que el ángel que se
reveló contra Dios.
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