Cataluña y Aragón tienen unos
orígenes comunes, que algunos nacionalistas modernos, han intentado hacer
desaparecer o han deseado agregar Aragón a Cataluña. Es impresionante la
fotografía de Company, vestido con elegancia, visitando el derruido
Castillo-Palacio en Siétamo, donde nació Don Pedro Abarca de Bolea, Conde de
Aranda. Allí se ve el lujo de las
elegantes ropas de Campmany, al lado de
la miseria de las ropas de aquellos campesinos de Siétamo, pues algunos van en
la caravana sin camisa. Los niños campesinos se unieron a la marcha que recorrió Company,
por los caramelos que les dieron las fuerzas sindicales, en la Guerra Civil,
según me explicó un amigo mío.
Aquellas guerras han creado un ambiente insoportable entre
muchos catalanes de origen en Cataluña y otros de origen en el resto de España,
a donde habían acudido a trabajar, a los que
llamaban “charnegos”. Muchos llegaron a Cataluña y se vieron como seres
despreciados, pero para evitarlo, hicieron que sus hijos se convirtieran en
catalanes íntegros, para presumir de su catalanidad. De esa catalanidad pueden
estar orgullosos hasta un ochenta por ciento de sus habitantes, porque ha sido
tan numerosa la inmigración de otros peninsulares a Cataluña, que quizá sea la
región de sangre más española.
Ahora, la economía mal dirigida
en España y otros países europeos, ha producido la miseria entre gran parte de la población de Cataluña.
Quieren algunos gobernantes hacer a esta población española de gran
laboriosidad, una nación independiente, dándole la ilusión de enriquecerla, pero
como escribió Balmes “el hombre dominado por las pasiones, es ciego”.
Francia ya quiso hacer de
Cataluña una república progresista, dirigida por Francia, pero los catalanes se sublevaron contra esos
intentos, entre otros el de que hablaran en francés.
Esta situación económica, mal
dirigida por partidos, que han estado
creando muchos puestos de enchufismo, que han hecho desaparecer aquel
amor al trabajo, desaparición que arrastra al paro a sus habitantes y que parece ser que buscan sólo el dinero,
para llevarlo al extranjero. Se adora, fomentando el odio contra otras lenguas consideradas
como demoniacas, a la lengua catalana y en lugar de venerarla, con amor, como
Ricardo Balmes o Jacinto Verdaguer, quieren hacer olvidar otras lenguas. Eso desearon
hacer los franceses, que intentaron cambiar el catalán por el francés.
La cultura que deben cultivar los humanos no
es catalana ni castellana, sino que es
propia de una humanidad hermanada y cultivada. Debe fomentarse, en Cataluña y en otras partes, del mundo, por el bilingüismo, como se hace con el inglés
y el castellano, como hace el escritor
catalán Pla, al que da un gran placer, leer sus obras, unas escritas en
castellano y otras en catalán. Otros de
pensamiento racional, dicen que en Cataluña con el bilingüismo se aprovecharían
las posibilidades de los conocimientos útiles para la ciencia. Algunos se han
dado cuenta de que suprimir de la Universidad el estudio en lengua
castellana, crearía un abandono por
numerosos estudiantes, de la Universidad
catalana.
Pero se han muerto el catalán
Balmes y el vasco Unamuno. El autor de El Criterio, Balmes reflexionó sobre estos hechos,
escribiendo, como he escrito más arriba, que: ”Las pasiones son buenos
instrumentos, pero malos consejos. El hombre sin pasiones sería frío, pero el
hombre dominado por las pasiones es ciego”. La pasión francesa por la posesión
colonizadora de Cataluña fue humillante para España y para Cataluña e hizo que
se crearan las pasiones vasca y catalana de hacerse independientes. Balmes ya
vio que lo que hacía falta era que los hombres se unieran, como se está
haciendo en Europa y que no se crearan los nacionalismos, que dividen a los
hombres. Unamuno que conocía la lengua vasca, despreció esa pasión separadora
de los separatistas vascos.
Estamos en los Pirineos, donde se
encuentran diversas lenguas, como el aranés, el vascuence, el Occitano, el
navarro-aragonés y en la provincia de Huesca el cheso, el ansotano, el sobrarbense, el grausino, que
se une al catalán en la misma provincia de Huesca. En el Valle de Arán, nombre
de origen vasco, se habla el aranés. En el Bearn, se cultivaba junto con el
vascuence, el francés y el bearnés. Del Bearn procedemos los Almudévar, que colaboraron en la Conquista de la Villa de Almudévar, de
Zaragoza y de Valencia. En la citada autonomía se encuentra el apellido
Almudévar, que su lengua ha convertido en Almudéver. En esta zona se dan las disputas entre los que
creen que el valenciano es el catalán y otros que lo consideran distinto.
Se han dado multitud de guerras en esta zona
múltiple en lenguas. Se han dado guerras, hoy casi olvidadas, como la “Guerra
gran”, como llaman en Cataluña a la Guerra de los Pirineos, que comenzó en los
años de 1792. Fue una guerra total entre franceses y españoles, pero no sólo
entre ejércitos, sino también entre el
pueblo sencillo, unido en guerrillas o en el somatén catalán. Esta Guerra está
denominada por variedad de nombres, que recuerdan un variado lingüismo, como “Guerra Gran”, Guerra de los
Pirineos, del Rosellón y Guerra contra la Convención. Tuvo sus batallas, esta
guerra de nombres múltiples, durante el reinado de Carlos IV, comenzando en
1792.
Francia estaba agobiada por la
crueldad de las guerrillas y del
Somatén, pero España estaba agobiada por los escasos recursos de la Hacienda de
Madrid. Se hicieron las paces, pero con la entrega de la Cerdaña, a Francia.
Luis María de Puig en su libro, “Girona, guerra
i absolutisme”, escribe: “Dugmmonier y Augeran pensaban erróneamente que encontrarían un
campo abonado a la propuesta de separación de Cataluña de España, en un convencimiento
basado en dos razonamientos: uno que “Cataluña estaba madura para la
Revolución” y “que el catalán es enemigo
del español”.
La Revolución Francesa se declaró
favorable a “hacer de Cataluña una pequeña República independiente, bajo la
protección de Francia”, propuesta que no fue en absoluto acogida por los
catalanes”. La Revolución francesa quiso colonizar Cataluña, uniendo las ideas
revolucionarias a la diversidad de las nobles lenguas pirenaicas, con el propósito de introducir la
lengua francesa en Cataluña. Por un lado los franceses querían la Revolución y
por otro el imperialismo.
En 1793 fue guillotinado Luis XVI
y varios países europeos, como la misma Inglaterra, Austria y otras, formaron
la Coalición Antifrancesa y en 1793, Francia declaró la guerra a España.
Los franceses que estaban creando la Revolución, se sentían al mismo tiempo
colonialistas y soñaron con hacer de Cataluña una república, dirigida por ellos.
El Emperador Napoleón, siendo general, con sólo veinticinco años, dijo:” Una
guerra de ocupación en España es inviable, porque provocaría un levantamiento
popular”. El que de tal forma pensaba, con sus veinticinco años era el corso
Napoleone, al que Francia lo hizo Emperador, afrancesando su nombre, al
llamarlo Napoleón. Napoleón o Napoleone, era corso, es decir de la isla de
Córcega. Escribió estas palabras el general francés, en la fase más cruel de la Guerra de los Pirineos. El enfrentamiento
feroz de los guerrilleros españoles, entre los que se encontraban los miembros
del Somatén catalán obtuvo muy buenos resultados. En la Guerra de la
Independencia se volvieron a reunir los guerrilleros, a los que Napoleón tanto
temía, pero la firma de la derrota fomentó en vascos y en catalanes los
sentimientos catalanistas y vasquistas y más al darse cuenta de la debilidad económica,
causante de la aceptación de la derrota,
de la Economía de Madrid y la
pérdida de la Cerdaña. Como dicen algunos: ¿es Cataluña una colonia de España o
es España una colonia de Cataluña?. La Fábrica Harinera, que levantaron mis
antepasados en Siétamo, pasó a manos de catalanes, que no hicieron colonia de
Siétamo, sino un lugar de armonía y hermandad, pues entre otras actividades,
pusieron una Virgen del Pilar, en un tozal , en la entrada a dicha Fábrica. En
Siétamo, murió ya jubilado Tom, un hombre
catalán, que habló siempre en dicha lengua, con sus amigos sietamenses, como
Avelino Zamora.
Esta pérdida hace llorar a los corazones catalanes porque
recuerdan el alto monte Canigó, en la Cerdaña, que se quedó bajo el poder
francés, pero es propiedad de los corazones catalanes. Jacinto Verdaguer escribió una obra poética
en poesía en 1886, en la que canta a los catalanes de Francia un recuerdo
sentimental, del Monte Canigó, en plenos Pirineos. Ocurre con el Canigó lo
mismo que con San Juan de la Peña, en los Pirineos aragoneses, donde se ven
peregrinos de este antiguo Reino. Se encuentra el Monaterio de San Juan de la
Peña, al lado del pueblo de Botaya, y hoy se encuentra restaurado por Aragón,
pues Mendizabal ya lo había eliminado, con la Desamortización. En todo el
Pirineo tuvo lugar la Guerra Gran, pero antes ya se vivieron otras vidas y
otras guerras. Dicen que San Eulogio de Córdoba por aquellos años alrededor de
844, viajando desde la moruna ciudad de Córdoba a Francia, no pudo pasar por el Pirineo Catalán, y se fue
por San Juan de la Peña y pasó a Francia
por el Pirineo aragonés. También en San Juan de la Peña se encuentre la Cruz de
Iñigo Arista, como dicen que Iñigo Arista está enterrado en el antiguo Panteón
de Leyre y otros en Pueyo de Araguás, debajo de la Peña Montañesa, en el
Monastero de San Victorián, en el Sobrarbe.
Jacinto Verdaguer, fue un poeta
español en lengua catalana y castellana, fue “El Príncipe de los poetas” en el
siglo XIX y al cantar al catalán monte de Canigó, poetizó todos los monasterios
de los Pirineos.
Cataluña pertenece a la orilla
del Río Ebro, el Río, que da su nombre a Iberia. Tarraco o Tarragona abrió las
puertas a la Hispania Romana, que más tarde se trasladó a Toledo. Barcelona fue
la capital de la Hispania Visigoda, antes que Toledo. Pero los españoles no se
olvidaron de sus antiguas capitales, sino que durante los últimos cien años, han
regresado a Cataluña, donde se ha dado una explosión demográfica. La
reintegración de los españoles bajo sus
antiguas capitales ha sido muy rápida, pues más del ochenta por ciento de los
catalanes, tienen algún abuelo no catalán.
El último gran político Conde de
Aranda, que vivió en los tiempos en que se desarrollaba la Guerra de los
Pirineos, nació en 1719 en Siétamo y
murió en Epila (Zaragoza) en 1798 y fue enterrado en el Monasterio de San Juan
de la Peña. Su origen estaba en los
Pirineos de Aragón y de Navarra y su apellido Abarca, auténticamente vasco y
recorrió no sólo Aragón, sino todo el Mundo, desde Moscú, Varsobia, París ,
Portugal. Se preocupó de ceder la libertad a varios países hispano-americanos y
colaboró en la independencia de los Estados Unidos. Pero se preocupó de la
navegación por el río Ebro y cuando se hizo la distribución de España en
Regiones, se le quitó a Aragón su desembocadura, como le habían quitado a
Cataluña y España la Cerdaña. Fomentó en Valencia la fabricación de cerámica.
Su familia era navarra, aragonesa y catalana.
Valentín Claver, procedente del Pirineo, se
casó en Verdú, pueblo de la diócesis de
Solsona y fue esposo de Doña Ana
Sobocano, de noble familia de Cataluña. Su hijo es San Pedro Claver, que se
venera en los altares. Una hija, a saber
Ana Claver y Sobocano, se casó con el Duque de Requesens. Y Jerónimo Claver, Gobernador
del Castillo de Essem, fue padre de Felipa Claver, que contrajo matrimonio con
el Conde de Aranda. Uno de los miembros de la familia Abarca fue Don Pedro
Abarca de Bolea, que tanto influyó en la Historia de Esapaña. No es extrañoque
Capmany sintiera el deseo de visitar el Castillo-Palacio del Conde de Aranda.
Como no es tampoco extraño que los Claver, Aniés, Almudévar, Alamán, vivan
todavía en Casbas y pueblos cercanos,en la orilla derecha del Alcanadre,
mientras otros Claver permanezcan todavía en Cataluña. Incluso un Almudévar, se
casó en Cataluña con una señora de Apellido Narbona.
Ese parentesco entre catalanes y
aragoneses, ha hecho que éstos emigraran constantemente a Cataluña, con lo que
el desarrollo social y económico ha sido enorme en esta autonomía y paralizado en Aragón, como se ve
en el ferrocarril de Canfranc. Fracia ya se apoderó de la Cerdaña, y más tarde
dejó morir el funcionamiento del puesto fronterizo, que dejó también muerto a
Aragón y a casi toda España, Portugal y Marruecos.
El día ocho de Enero de 2013, el
Príncipe Don Felipe de Borbón , acompañado por el Presidente del Gobierno Mariano
Rajoy,van a inaugurar la conexión entre Barcelona y Gerona y veremos cómo las
cuatro capitales de Cataluña, quedarán favorecidas por el sacrificio financiero
del Estado Español. Los nacionalistas, mientras tanto esperan beneficiarse con
su deseada independencia.
En tanto Aragón, con la necesidad
de comunicarse con Francia y enriquecer a toda España, por el Canfranc y el TERCER
PASO por los Pirineos, que necesita para España y para ella misma esas obras
públicas, las tiene paralizadas, con lo que Cataluña gana y España pierde. En
tanto los nacionalistas se quejan de ser tan bien tratadas por el resto de sus
compatriotas.
He comentado que las guerras
pirenáicas, no se hicieron solamente entre ejércitos, sino también por el
pueblo sencillo. Hoy veinticuatro de Diciembre del año 2012, me he encontrado
con un español sencillo y auténtico, porque hablaba en catalán y en castellano
y a veces se le escapaba alguna expresión andaluza. Sus padres fueron de
Andalucía a Cataluña, desde el Sur de Eapaña, desde aquella bendita tierra
andaluza. Su hijo Antonio estudió catalán en Barcelona, donde vivió treinta
años. Ahora su corazón sufre porque los dirigentes políticos en Cataluña, al
mismo tiempo que hacen la guerra a la lengua castellana, cuando tantos
catalanes que en América hablan y
enseñan el castellano, han perdido los puestos de trabajo, que eran tan
abundantes en Cataluña y ahora es casi imposible encontrar alguno.
Antonio, como se llama ese
catalán, ha venido a Huesca, huyendo de aquel ambiente tenebroso, que se
encuentra en Barcelona. Mientras muchos jóvenes piden limosna y pasan hambre y
no pueden pagar los plazos de las viviendas en que viven. Esta situación ha
creado conflictos en el pueblo, que hace huelga y manifestaciones. Antonio
tenía seguro su salario para toda la vida, porque era jefe de algunos guardias
de seguridad del Metro de Barcelona. Pero la nobleza de su corazón, le hizo
dejar tal empleo, por no tener que dar y recibir palos a los desesperados parados de Barcelona. Ha venido a Huesca y
aunque no gana dinero con desahogo, consigue mantener a su esposa y a sus tres
hijos.
El trabaja y trabaja, a pesar de
las dificultades, pero confiesa que ha tenido que huir de aquel Pais, en que
mientras aquellos obreros pasan hambre, sus grandes Jefes, hace años que sacan
el dinero al extranjero, a Andorra, a Suiza o ¡vete a saber!, si pagan o no
pagan el nuevo ferrocarril, que pasa a Francia.
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