La novela fue escrita en 1948 |
En Siétamo estuvo
herido y liberado, George Orwell.-
Son mis hijos Manolo e Ignacio,
los dueños del huerto, en la entrada de Siétamo y ahora que se pasan ratos
agradables en ese huerto y se bañan los niños, y no se acuerdan casi nunca del
triste Hokspital Militar, que en el año de 1936 levantaron en el dicho huerto.
En aquellos momentos de la Guerra
Civil, le invitaron a Orwell, a participar en ella “para matar fascistas,
porque alguien debe hacerlo” . Nadie le convenció de que debía abandonar
esa idea, porque estaba basada en lo más profundo de sus ideales.
Llegó a Barcelona en 1.936, y se
alistó en el Miliciano Partido Marxista con esa misma orientación, el POUM. De
no haberle comprendido bien la situación política de España, se hubiera unido
como miliciano de la CNT. “El clima de revolución que aquellos días acaparara
Barcelona, tanto que tal y como el propio Orwell relata, ” la ciudad tenía un
aspecto bruto y miserable”, “y las manifestaciones por el igualitarismo social
convirtieron al inglés en un convencido defensor de las ideas del POUM y de la
fuerza de la masa obrera”.
Orwell intentó ir a Madrid a
luchar con Las Brigadas Internacionales.
Fracasó Orwell en su propósito.
Llegó a Barcelona en 1.936 y se
alistó al miliciano Partido de Orientación Marxista.
Todos los hombres pasamos por
pensamientos, que nos orientan hacia varias teorías y Orwell de una grande y
buena forma de pensar, erró en la forma de ser de aquel pueblo, que le gustaba
el trabajo, la igualdad y no el hecho de matarse mutuamente unos a otros. Pero
tuvo su error al no darse cuenta de se le acercaban momentos de persecución a
muerte, de los que tuvo que huir a Europa.
Orwell tuvo que volver al frente
de Aragón, ya que los republicanos se estaban preparando para atacar a Huesca. ”Avanzan
pero van a centrar sus esfuerzos en la toma del pueblo de Siétamo, a unos diez
o doce kilómetros de Huesca”. Esta toma de Siétamo tenía una mayor importancia
que la de una guerra, porque hacía alusión a una batalla propagandística”.La toma de Siétamo va a tener
una importancia especial en los diarios de la época.
“Desde la zona por la que se
llega a esta pequeña localidad oscense, las tropas nacionales disparaban sin
problemas contra los milicianos que, con fusil en mano y camisa abierta, intentaban escapar de la
villa ,campo a través. La sangría para las tropas milicianas va a ser de tal
magnitud que, durante tiempo los habitantes de Siétamo, comentaban que el trigo
de los campos conde cayeron los milicianos crecía más alto y frondoso que del
resto de cultivos de la zona; una morbosa referencia que intenta dar fe del
gran número de las jóvenes vidas milicianas que se perdieron en el ataque.”
No se explica con facilidad como
los sublevados, disparaban con facilidad sus fusiles, pues, sobre todo al
principio de su resistencia, estaban con una gran carencia de balines. El
jovencito Jesús Vallés Almudévar, que estaba
a escasos kilómetros de Siétamo, viviendo con su madre y un hermano
suyo, en Fañanás, a sus doce años los fusilaron y cuando fueron fusilados su
madre y su hermano, fue al próximo pueblo de Siétamo, por ver si vivíamos sus
parientes de Siétamo, encontró los campos y caminos, llenos de cuerpos muertos
y a los cueros devorando sus restos. Al llegar a ver las ruinas del Castillo
del Conde de Aranda, encontró a varios niños recogiendo montones de balines de
fusil, en sus proximidades. Por estos recuerdos de Jesús Vallés, se vieron
cadáveres de personas muertas en la zona roja, y entre los
sublevados y familiares, abundaron otros tantos. Basta contemplar la fachada de
la Iglesia, donde, al acabar la guerra, se esculpieron multitud de nombres de
sublevados de Siétamo, en tanto en el monte se encontraron los cadáveres de las
tropas del Gobierno. ¿Cómo se diferenciaron los homenajes a los sublevados de
la “derecha” de los algunos y “forzosos” voluntarios de participar en la guerra
de los republicanos?. ¡Cómo hicieron llorar a los españoles, los
“rusos rojos”, derramar su sangre,
emigrar por el Mundo y sufrir guerreando por la Política rusa, que se apoderó
del oro de siglos de los españoles!.
¡Aquellos muertos de un bando,
habían sido elegidos para defender las ideas revolucionarias por los Grandes
Jefes Revolucionarios del Mundo y sus compatriotas y hermanos, se armaron para
no ser esclavos de Moscú!. Son crueles las guerras, pero ésta, fue un intento de destrucción entre
hermanos y compatriotas, promocionada por las ideas de los extranjeros de la
Gran Rusia.
Parece que el mismo Orwell, tenía
en su cabeza un ideal perfecto de la Humanidad, porque en aquellos instantes de
la Guerra Civil, lo invitaron a participar con ellos “para matar fascistas, porque
alguien debía hacerlo”. “ Esta idea estaba grabada en lo más profundo de sus
ideas”. Orwell quiso ir a Madrid a formarse en las Brigadas Internacionales. Se
lo negaron y regresó al frente de SiÉTAMO, a doce kilómetros de Huesca”. “Desde
la zona de SIÉTAMO, por la que se llega a él, las tropas nacionales disparaban
sin problemas contra los milicianos, que con fusil en mano y camisa abierta, intentaban
escapar del campo a su través”.
“La sangría de Siétamo comentaban
que las tropas milicianas van a ser de
tal magnitud que, durante tiempo, los
habitantes de Siétamo creían que el trigo de los campos donde caían los
milicianos, crecía más alto y frondoso que el resto de los cultivos de la zona,
una morbosa referencia que intenta dar fe del gran número de las jóvenes vidas
milicianas que se perdieron en el ataque.” Claro que en la iglesia, están
impresos en mármol de los defensores de Siétamo, a los que ya casi nadie les
reza.
Pero parece què en esta segunda
ocasión, en que estuvo Orwell en el Frente de Aragón resultando herido por una
bala que le perforó el cuello, pero afortunadamente para él, esa herida que en
la mayoría de los casos resulta mortal, se queda en una ligera afección de sus cuerdas vocales. Es
acogido Orwell en el hospital pasajero del huerto Almudévar de Siétamo,
trasladado al Hospital de Barbastro y finalmente a Barcelona a un Sanatorio del
POUM.
En el verano de 1.937, y cuando iba
a ser reprimido por pertenecer al POUM, ORWELL acompañado de su mujer, inicia su fuga hacia Francia, para volver a su Pais, donde
morirá a los 50 años. Ahora se lamentan de un “Homenage a Cataluña”, que
pretendieron dárselo entonces.
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