sábado, 22 de febrero de 2020

Trece de Octubre y todos los tiempos.-




Estamos a trece de Octubre, ahora, en estos momentos, cuando el  Otoño  se va adueñando del medio ambiente que nos rodea a todas las criaturas. Pero en este mundo en que vivimos, somos  los hombres, los  que parecemos ser los “hijos del Creador”, por nuestra imitación de su grandeza y de su bondad, pues así como vemos que el Señor rodea al sol con los planetas, nosotros hemos ido a la luna y estamos preparando la subida al planeta Marte. Tratamos de que el Señor “perdone nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”.  Parece que los hombres aspiramos a la inmortalidad común, al ver como  Howkins se asocia a toda ella,  cuando le pide que dicha humanidad encuentre otro planeta, al que él, no llegará, pero siente esa necesidad de todos los hombres. De la misma forma que los padres, aman, educan y juegan con sus hijos, nosotros somos sombras imitadoras del    Gran Padre. Este goza con el hombre y lo va perfeccionando y juega con él, como las madres juegan con sus hijos. Esta misma mañana he salido por el pueblo y he sentido un aire fresco, que en todo el Verano, no me ha afectado a los sentidos. El cielo estaba claro, las hojas de los árboles no se desprendían todavía de los mismos y llenaba de verdes claros y oscuros el ambiente. No se veían ya las golondrinas volanderas ni las que se posan en los cables, porque ya habían volado al terreno más cálido del Africa; se escuchaba piar a   los  gorriones en los cipreses y algún estornino recién llegado, observaba los nidos de  algunas palomas en las entradas a la bóveda de la iglesia.
¡Qué día tan bello y tan luminoso!. No se veían por la calle ni hombres ni mujeres. ¿Dónde estaban?, unos trabajando y otros durmiendo. Me acordé de cuando hipnotizaban a una gallina, poniéndole la cabeza debajo de un ala, y dándole  vueltas, lentamente en el aire que nos rodeaba, para acabar encontrándose hipnotizada, en un sueño tranquilo. ¡Cuántos hombres y mujeres pasan por la vida hipnotizados , igual que la gallina y no se dan cuenta de ser criaturas!. Unas veces, los hombres estamos hipnotizados por el sueño, pero ¡cuántos!, están hipnotizados para siempre o solamente durante algunos periodos de tiempo.
Estaba y sigue estando el pueblo cerca del cementerio, donde descansan los cuerpos hipnotizados de los individuos,  que han pasado por la vida. ¡Volverán a vivir?, eso ha previsto siempre el hombre, porque los vivos les preparamos y nos prepararán tumbas en la tierra y en los dólmenes se las preparaban los primitivos. ¿ No significa esto, que como criaturas, el Señor nos ha dado una fe en la resurrección?.
Aquel día, trece de Octubre, mi hijo me llamó por teléfono, desde Atapuerca, lugar donde se han encontrado fósiles humanos de un millón y doscientos mil años de antigüedad, pasada en un hipnotismo largo para nosotros los hombres, aunque para el Señor no existe el tiempo. Duermen hipnotizados como la gallina,  los hombres hipnotizados por más que la gallina, durante unos minutos.
No sé si esos seres humanos tuvieron sus cerebros con la inteligencia desarrollada, pero pensando en la evolución, creo que cada día  se van perfeccionando más. Todavía no encontramos el Universo, porque ahora, han descubierto el bosón de HIGGS, también conocido como la “Partícula de Dios”. ¿Por qué le han puesto a esa materia el nombre de Dios?, es que muchos hombres sabios se van dando cuenta de la labor que el Creador, está desarrollando en la Tierra y en el Cielo, después de crearlos.
Alberto Ruiz escribió hace años: “En el cerebro hay materia, energía, protones eléctricos, procesos neuroquímicos, mecanismos neuronales y códigos funcionales. Sin embargo la nueva neurobiología está encontrando algo,  más allá  “de toda esa materia”: “los símbolos  transmateriales  del cerebro; algo que no es material, aunque necesita la existencia de los portadores materiales de la fisiología neuronal”. ¿Tiene esta necesidad relación con  portadores, como el bosón de Higgs?. La energía y la materia ¿ son formas distintas de una misma cosa?. Yo no entiendo la fórmula de Einstein, pero me quedo absorto mirando esta fórmula maravillosa, que dice Energía es igual a la Materia por la velocidad de la luz, al cuadrado.
Ya conocía el hombre la mezcla en el Universo del cuerpo con el alma y Einstein lo recuerda en su Teorema.   

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