Sofia, Diosa Griega de la sabiduría.
En Aragón llamamos mozas a las
señoritas, cuya figura rima con la belleza de su persona. Por esa belleza
infantil, cuando nació le pusieron el nombre de Sofía que en
siglos pasados, en griego quería decir Sabiduría, y efectivamente recuerda la
figura de una diosa griega, que en toda la altura de su cuerpo está
perfectamente formada, pues se alza a
una altura de un metro y setenta y cinco centímetros. Su bella mirada contempla
a los clientes que van a
tomarse algún refresco
para sus adentros
y con rapidez; sobre una mesa de bar, les presenta bebidas que alegran sus espíritus.
Acompaña su contemplación, con la alegre sonrisa de sus labios y con aquella
sonrisa alegra el ambiente de los clientes, que se sientan en las sillas que
rodean los veladores.
Además de su compañía y de la
belleza del sonido de su palabra, parece que el Señor ha elevado su cuerpo
hasta los setenta y cinco centímetros de altura y de un acompañamiento
de su cuerpo, con los que se
presenta ante los clientes que de ella esperan recibir los vasos y las copas.
Su cuerpo responde a la estética
galáica, que procede, es decir del río Gállego,
Galaico o de las Galias, que nace en Francia, en su Midi y desemboca en
Zaragoza.
El origen de esta bella joven,
arranca de los Pirineos, cordillera de “Rocas”, que separan a España de
Francia, y que entre dichas rocas, saltan las limpias aguas de río Galáico o Gállego,
que bajan por la provincia de Huesca a Zaragoza, para engrandecer el río Ebro.
Sofía guía su comportamiento por
la reflexión y sirve a los clientes con atención y siempre sonríe, sin despreciar
a nadie. Incluso cuando tiene un momento de descanso en que nadie le pide una
consumición, se sienta en un jardín. Desde el que observa a sus clientes para
dejar su descanso y fumarse un cigarro, que le produce un descanso de su
quehacer, y entre tanto sigue dirigiendo su mirada a los clientes que están
consumiendo sus vasos y sus raciones que han pedido, para que gocen de un rato
de placer.
Y hoy me he enterado de que tiene
una niña, de la que está enamorada y sueña con ella y sonríe al hablar de su
encanto.
¡Con su trabajo y con su alegría lucha y defiende la vida de su bella hija como un signo de infinito amor, que las hace felices a las dos!.
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