Baltasar
Gracián, es un escritor
aragonés.-Nació en Belmonte, en la comarca de Calatayud el 8 de Enero de
1.601. Y uno se inflama de la cultura
aragonesa, cuando se acuerda de su destino a Huesca desde 1.636 hasta Agosto de
1.601. Su estancia en Huesca fue como una reunión de sabios, en el actual Coso
Alto, porque en un lado del actual Coso
Bajo en la calle, se encontraba la lujosa residencia de los Lastanosa y la parte que indica la subida a lo
alto hacia arriba, donde en su cima se
encuentra la Catedral la Residencia de
los Jesuitas, donde residió Baltasar Gracián.
Y al otro lado del Coso Alto, huyendo de la gran colina, aparecía la Residencia con su
enorme Jardín que se introducía en el actual parque oscense. Era una Residencia
ajardinada y en su interior llena de maravillas
históricas, como una colección de monedas ibéricas, que todavía no se podía
interpretar su letra ibérica.
Era
su dueño Don Vicente Juan de Lastanosa, más joven que el jesuita Baltasar
Gracián, que resultó ser gran publicador de sus obras.
Era
Don Vicente Juan de Lastanosa un hombre sabio, que se preocupó toda su vida
de la belleza de los jardines, que favoreció la publicación de las obras de
Baltasar Gracián, que reunía en esa maravillosa residencia, con jardines que
llenaban de belleza el paisaje. Reside y
llenaba su residencia con colecciones de objetos curiosos, antiguos y
sobre todo se preocupaba de estudiar libros en su rica Biblioteca, en un lugar
bendito , frente a la Compañía de Jesús,
donde residía el Jesuita Baltasar Gracián.
En el
palacio de Don
Vicente Juan de
Lastanosa, hacían consideraciones científicas con su hermano, que está
enterrado con él en la Catedral de
Huesca. Tenían amistad con el hermano de
Vicente Juan de Lastanosa, con el canónigo Manuel de Salinas y con la Monja de Casbas doña Ana Francisca de
Bolea, cuyos padres que pasarían algunos
años en ser antecesores, de los Condes de Aranda, y Ustarroz historiador e
incluso aristócratas como los que más tarde serían tales condes.
Baltasar
Gracián fue destinado al Colegio de Huesca, donde hizo su vida desde 1.636,
hasta agosto de 1.639. Para su inteligencia con este destino hubo un aumento de
su producción de obras literarias.
El
Héroe se editó en Madrid el año de 1.639, y según su hermano Felipe, que se hallaba en la Corte,
“sabemos que Gracián estaba al tanto de esta edición”. El se puso a cuidar a un
niño “ que se decía había salido de la Compañía”, hijo de un fraile de la
Compañía y “Gracián temía ser enviado a Tarazona e intentaron trasladarlo a la provincia de Castilla”.
En
1.640, Gracián publicó su segunda obra: “El Político don Fernando el Católico”, en una época en que
llegó la invasión francesa a Monzón. Se dedicó durante la guerra con los
franceses a ser confesor en la Batalla contra los franceses.
Baltasar
Gracián, que amaba a Aragón con todo su espíritu, se acordó del Rey de España,
cuando se casó con Isabel Reina de
Castilla, que al morir ésta tuvo que abandonar el trono de Castilla y se volvió
a Aragón, al lado de San Juan de la Peña. Allí unió su soledad con un Bescós
del pueblo en la Sierra de Guara, en
Bastaras, y éste, que respetaba la doctrina judía, se quedó en ese pueblo para
acabar sus días. Allí cerca de San Juan de la Peña, mantenía conversaciones con
el judío Bescós, con el que se amaban intensamente. Cuando murió el Rey
Fernando el Católico, volvió el judío Bescós a Bastaras en la Sierra de Guara,
donde había nacido. Este pueblo se encuentra en la Sierra de Guara, al lado de
Santa Cilia de Panzano y de Panzano, en los que abunda el apellido Bescós,
donde murió el amigo judío de Fernando el Católico. Fernando el Católico fue
despreciado por Castilla al morir Isabel la Católica y este Rey de Aragón se
fue a vivir cerca de San Juan de la Peña, con su amigo el judío Bescós.
Estas tierras ya cercanas a Francia, tienen
como principal lugar donde vivir, la ciudad de Jaca, donde viven muchos chesos
y ansotanos. Allí conocí al padre de Miguel y a su madre y el marido cultivó un
trozo de tierra debajo del Monte Oroel, donde pasaba muchos ratos trabajando y
mejorando el camino de este ascenso a la Peña. Mariano era trabajador y con una
afición perpetua de cultivar tierras montañesas. Está finca muy cerca de Jaca, a la que ve desde
dicha ciudad y más al Sur se
contempla una enorme y bella Montaña pirenaica, que se llama la Peña Oroel.
Así como a mí me gusta contemplar la figura
con sotana de Baltasar Gracián, el padre de Miguel tenía una gran amistad con
un sacerdote jacetano, que alababa al Señor en la Catedral de Jaca, que yo
había visto merendar en el huerto de Mariano. Y en dicha antigua iglesia, la
más antigua Catedral de España, el sacerdote amigo del padre de Miguel, a saber
Mariano celebró unos funerales por él, en que se cantaron cantos
fúnebres y se rezó por su alma. Allí, en
esa antigua y hermosa Catedral cantaron sus amigos y su
esposa Miguelita por Mariano, como ya tuvieran
costumbre de hacerlo en otros
entierros.
Yo
ya no pude asistir al funeral de Mariano, porque ya no puedo movilizar mis
andares, pero tengo un recuerdo en la Guerra Civil, en que entramos en la
Catedral de Jaca y una vez dentro de ella, se escucharon terribles bombazos de
la aviación y mi madre horrorizada, se tiró al suelo debajo de un banco, del
que salió sin sufrir ningún daño. Me acuerdo también de oír asistiendo a un
acto religioso, de cantar ¡Virgen Santa, Madre mía, luz hermosa, claro día!.
Me
he acordado de la triste ocasión que pasó Jaca en el año de 1.936 con aquellos
bombardeos y hoy que desde entonces han pasado muchos años, vuelven a la
familia de Miguel, recuerdos tristes, concretamente el entierro de su buen
padre.
Todos los ciudadanos tenemos que sufrir en la
vida y así como “el itinerario de la vida comienza en la primavera de la niñez
y el estío de la juventud, para convertirse en juiciosa, cortesana filosofía en
el otoño de la varonil edad, y desembocar en el invierno de la vejez y la
muerte”. Igual que como dice Baltasar Gracián en el texto de su libro que el
itinerario de la vida comienza en la niñez, para acabar en el invierno de la
muerte, así le pasó al señor Mariano. Esperando que el camino de la vida,
llegara,” Gracián recibió por el año de 1.658, una represión pública, con ayuno
a pan y agua, y se le destituyó de
la catedra de Escritura, y fue
enviado al pequeño colegio de Graus, por orden del padre Piquer”.
En
fecha posterior predicó, pero un superior siguió ordenando la vigilancia de su
persona. Y Gracián murió en Tarragona y es posible que fuera enterrado en la
fosa común de los jesuitas del colegio. En cambio Mariano, fue feliz trabajando en su finca a
la que subía , cerca del Monte Oroel, que le ha dado felicidad, durante muchos
años.
El
pobre sabio y escritor, pensó en profundidad en sus numerosas obras literarias,
que ha dejado a la humanidad durante su vida y no se sabe donde
está enterrado.
Estimado Sr Almudevar,
ResponderEliminarAntes que nada mil gracias por sus excelentes escritos! Dios lo mantenga en salud.
Soy escritor, descendiente de Juan Cabrero y Paternoy, trabajando una novela historica sobre Cabrero, Colon, y el Santo Caliz. Me interesa muchisimo la relacion entre Fernando II y Juan Cabrero su mayordomo, y noto arriba que Gracián sugiere que el rey se retiro a Bastarás (entre Yaso y Panzano) con un tal Bescós. No he podido encontrar la referencia en la obra de Gracian sobro el Rey Fernando, y me pregunto si por casualidad habria confundido a Bescós con Cabrero cuyo padre Martin era Señor de Yaso, aunque supongo que probablemente creció en Zaragoza.
Le agradezco de antemano cualquier respuesta,
Juan M Cabrero Oliver