lunes, 21 de septiembre de 2020

Tierra de San Urbez, con sus colaboradores los Villacampa

 

Laguarta ( Huesca ).


Este mes de Diciembre de 2015, me ha llevado mi hijo Ignacio  a  recordar el pueblo de Laguarta, donde vivieron los Villacampa, hijos de la nobleza, de la defensa militar de la tierra, de los cultivos, de la ganadería y de la devoción a San Urbez, santo  que nació en Burdeos, el año  setecientos dos.  Y en esta tierra de los ríos Ara, Guarga y Guatizalema, fue San Urbez, un pastor de almas y de ovejas, después de haber sufrido prisión en una Guerra, el año de 717, entre los “galaicos” y los bordelenses  de Burdeos. Son dos territorios  fronterizos la Aquitania del Midi francés y las tierras del río Gállego, Gallego, Galico y según otros Galáico,que nace en la misma actual frontera entre Francia y España. Por ese camino pasó ,años más tarde el Emperador Carlomagno, que fue por Roncesvalles, por Hecho y por el Pirineo, a conquistar Zaragoza a los árabes. Queda en Zaragoza el Palacio árabe de La Aljafería,como queda en Oloron, en la entrada a la su Catedral, una pareja de robustos moros de piedra,aguantando a los cristianos .  San Urbez, muchos años antes,   estuvo tomando parte en la Guerra en que Aquitania, que también era invadida por los árabes, hasta que murió en Nocito,  a los cien años cumplidos. Los galigos ,que habitaban las tierras del río Galligo,  no pudieron ser los habitantes de Galicia, sino los habitantes de la ribera del Río Galáico o Gallego, que desde Francia baja hasta el Ebro.
Al salir vivo de dicha Guerra, marchó a Alcalá de Henares a recoger las reliquias de San Justo y de San Pastor, que fuero veneradas en Nocito y también salvó la cabeza de Santa Orosia, que es otra figura del Pirineo. El año de 1937, contemplé en Jaca la procesión, a la que asistían fieles  desde Yebra de Basa, para venerar a esta Santa. Recuerdo como el Señor Obispo, presidía el acto, sobre una pequeña capilla elevada sobre el suelo, que más tarde hicieron desaparecer. Allí traían personas  psíquicamente lesionadas, que recibían la bendición del Señor Obispo y con mi padre nos encontramos a su  primo hermano jacetano, que antes había sido Alcalde de Jaca, es decir a Don Paco Ripa Casaus.  En aquellos  años de la Guerra Civil,  nos  proporcionó,  en Jaca, mantas para evitar el frío, ya que éramos los miembros de la familia Almudévar de Siétamo, unos refugiados.
San  Úrbez, desde que cumplió 30 años, hasta los 50, estuvo pastoreando ovejas por Vió,  el Serrablo y los Valles de Ara.”Al parecer, por el año de 740 pastoreaba un numeroso rebaño de ovejas en el Cañón de Añisclo,  donde habitaba la Cueva de Sastral  y recorrió posteriormente los lugares de Sercué y Vió, alcanzando gran fama, ya que se preocupaba, no sólo de las ovejas, sino también de los espíritus de las personas.
San Urbez entró por los Pirineos y siempre cuidó el ganado lanar en lugares pintorescos. Pues tuvo un amor a este territorio  al que su estancia en él,  le hizo recibir  el nombre de                       Territorio  Urbeciano.  Dicen que el origen de San Urbez es francés, que nació en Burdeos el año 702. Unos informaron  que luchó en las tropas bordelenses, no   contra los gallegos, sino contra los Galáicos, que habitaban las riberas del río Gallego o Galáico  en el año de 717, y también está escrito, que luchó con las tropas de Aquitania contra los moros, por el año de 731. Fue cogido prisionero por los árabes,  pero una vez liberado, fue a recoger los restos de los Santos Justo y Pastor, a Alcalá de Henares. Y esos restos se encuentran hoy en día en la capilla de San Pedro el Viejo de Huesca, en que se venera a ellos  y a San Urbez.  Dicen que también influyó en el rescate de  Santa Orosia, otra figura gigante de las Montañas  Pirenáicas.
Pero su vida se desarrolló, a continuación de alcanzar los treinta hasta los cincuenta años de edad,  pastoreando por los Montes Pirineos, desde Vió y los valles de Ara y el Serrablo.  En la Iconografía de los santos aragoneses, en el Vol.II, y página 9, pone que “Al parecer, por el año 740 pastoreaba un numeroso rebaño de ovejas en el Cañón de Añisclo, donde habitaba la cueva de Sastral y recorrió posteriormente los lugares de Sercué y Vió, alcanzando gran fama. Pasó después a Albella y Planillo y con su ganado obró prodigios, como fue atravesar un gran torrente con un cayado, rebaño inclusive. Este milagro lo exageraron diciendo que sobre un bastón, pasaron sobre el río, Él mismo San Urbez y sus ovejas. Algo extraordinario hizo, pasando aquel río.  Cerca de este lugar  construyó una ermita y decidió ser anacoreta, llegándose para ello a los Valles del Serrablo,  a LAGUARTA y de allí a la Cueva de Saliellas, en Ceresola”.
 
Interior Cueva de Sastral (Huesca).
San Úrbez, a lo largo de los años, fue bajando acompañando ganados, desde la Cueva de Sastral hasta Laguarta, hermoso pueblo, de bella arquitectura, donde siglos más tarde, se instalarían  los miembros de la familia Villacampa, que tienen  sus fachadas llenas de escudos, incluso en la Iglesia Parroquial.  Pero Laguarta es un pueblo pequeño del Valle del Río Guarga, a veintiséis kilómetros  del Puente sobre dicho río, en la carretera que conduce del Monrepós  a Sabiñánigo.   Su carretera es una “ese de curvas”,  pero de buen pavimento, y que ofrece paisajes de bosques,  a las orillas del río Guarga.  A unos diez kilómetros de Laguarta, se encuentra un desvío a unos dieciséis kilómetros, para entrar en Ceresola y tan sólo a unos trescientos metros se encuentra la Cueva de Saliellas  de Ceresola.
Hay entre Laguarta y la Cueva de Salillas de Ceresola, una diferencia enorme. Laguarta  está construida   por la familia Villacampa, de poder económico, político y militar.  Y en la Cueva se ve el aprovechamiento por gente religiosa, como escribe Carreras, en su obra realista que …”habiendo San Urbez,  llegado a los montes y soledad venturosa del río Guarga,  reconociendo sus riscos, encontró en ellos, una muy grande y espaciosa Cueva o gruta, muy capaz para cuanto podía desear; la cual está dentro del término y  Pardina de Salillas y  oy  es la dicha Cueva Hermita, en donde ay un Retablo muy decente del Glorioso  San Urbez,  y en él están colaterales los dos santos Niños  Mártires  Justo y Pastor, y de lo antiguo ay en dicha Hermita y Cueva una reliquia de San Urbez..”.
En esta Cueva, se encuentra además de la ermita, una paridera, donde se encerraban las ovejas, que San Urbez cuidaba, con un piso bajo, desde el que ascendía el calor a un piso superior, donde dormía San Urbez y algún pastor que le acompañaba.  Por encima les protegía el arco de piedra, natural que cubría,  la ermita y la paridera. De este arco natural se desprendía una cascada de agua, que yo no pude ver, porque  en aquellos momentos reinaba la sequía. En la Cueva y Ermita ,se ve el cuidado del espíritu, con la pequeña capilla, acompañada por el cuidado de los cuerpos humanos, por aquella paridera, en la que recibían calor , San Urbez y sus compañeros y alimentos  por medio de la carne de las ovejas y corderos.
Dicen que no se sabe el motivo por el que la propiedad de tan santo lugar, pasó  de los Villacampa  de Laguarta a Juan Domingo de Ceresola,  a cuya familia pertenece actualmente este lugar sagrado. En el libro “A pies descalzos” de Oscar  Ballarín y Arturo González, en cuya  financiación intervino mi hijo Ignacio Almudévar Bercero,  pone:”Está claro que casa Juan Domingo tenía relación familiar con casa Villacampa, ya que en la casa, aunque el escudo que preside la fachada parece ser de los Allué, hay también un escudo inconfundible de los Villacampa, si bien muy dañado por  los ocupantes del pueblo en la Guerra Civil”.  Es muy probable que el cambio de propiedad fuera un asunto  entre parientes  “ya que históricamente se invitaba a las Romerías al amo de casa Villacampa”. Don Domingo de Ceresola es citado en documentos antiguos, entre los primeros infanzones medievales del Valle del Guarga. Se guarda un escudo en madera, de Villacampa, dentro de la casa de Juan Domingo Ceresola. Yo creo que con estos datos se puede dar por seguro que  los actuales dueños de la Cueva de San Urbez en Ceresuela,  eran parientes con los Villacampa de Laguarta.
En Laguarta se queda uno admirado de la arquitectura, los escritos sobre la sillería de los Palacios construidos por los Villacampa, con la exhibición de escudos de armas de varios miembros de las familias que componen la de los Villacampa. Así como San Urbez se defendía del hambre y del frío, en su humilde paridera de debajo de Ceresola, los hermanos Villacampa defendían los campos,  los ganados, los caminos,  las romerías y las cosechas de cáñamo, que por Laguarta y comarca, producían, para armar los barcos del Imperio Español. Enfrente de su casa, se rezaba por el bienestar de aquella zona ,en una iglesia románica, llena de escudos sepulcrales de los Villacampa y de sus colaboradores.
El árbol genealógico de esta familia explica como “la ampliación de esta casa fue realizada por  Don PEDRO VILLACAMPA Y MAZA DE LIZANA, que obtuvo ejecutoria de Infanzonía en 1545. Casado con Jerónima Villacampa, inició la construcción de la nueva ala en 1616 y murió ese mismo año. Le sobrevivió su esposa, que falleció en 1647”. En el Arbol Genealógico de los Villacampa, figura en primer lugar Jordán Villacampa y Puértolas, casado con María Garcés (Heredera de Casa Garcés) ; en segundo puesto aparece Pedro Villacampa y Garcés,que se casó con Juana de Espés y el tercero Pedro Villacampa y Espés,casado con MARÏA  MAZA DE LIZANA.
De esta pareja nace Don PEDRO VILLACAMPA Y MAZA DE LIZANA, con ejecutoria de Infanzonía en 1595.Fue el primer Señor de Artosilla, Inicio la construcción de la Casa en 1616. Muere ese año”. Todavía siguen viviendo los nobles de apellido Villacampa, pero el pueblo de LAGUARTA, ya casi despoblado, se encuentra a 26 bkilómetros del puente sobre el río Gaurga,en la autovía en construcción que va desde Monrepós  a Sabiñánigo,encontrándose a medio camino entre Sabiñánigo y Boltaña.
Llama la atención el noble aspecto de este elegante edificio, construido como Casona de los Villacampa, a lo largo de los años. Por todas las caras de este edificio se contemplan los blasones de las familias que compusieron ese apellido y por todas las ventanas aparecen escritos picados en las piedras de su sillería.
Poniéndome a contemplar dicha casa-palacio, se observa a la derecha, un torreón del siglo XVI, en el centro una ampliación y al fin, en la parte más baja, se ve la segunda  ampliación en la robusta torre y parte más alta, en la puerta de entrada, por la que se accede a la puerta de entrada, que muestra  un dintel monolítico en que se lee:”Año 1542”.
El  segundo edificio, levantado en el siglo XVII, se empezó a edificar el año de 1603?.   El tercer cuerpo de la Casona, se edificó según expresa  la puerta en la fecha de 1658.
A parte de los 13 escudos de armas que aparecen en los muros de la Casona y frases filosófico históricas,  como la siguiente:”Cuando en mi vida obré, nunca me vino a faltar el deseo de acertar”(Cosme Damián Villacampa, Señor de Fanlillo fecit).  En las jambas de una ventana pne: “La limosna abre los cielos”. Pero no pone por las paredes solamente la historia y la fe, sino que escribe sobre las desgracias,  como en esta inscripción:”Jesús, María y Joseph. El  año  1687, llegó la plaga de la langosta en la tierra llana y en estas montañas, don Jerónimo Villacampa Mz de Lz( Maza de Lizana Fecit)”.
Pero los Villacampa no sólo se ocuparon del orden público, en aquellos tiempos de bandolerismo, de participar en la Guerra de la Independencia como General, uno de ellos,Don Pedro Vallacampa y Maza de Lizana, del que escribió mi amigo  BASO ANDREU, como General y héroe de la Guerra de la Independencia. También se ocuparon de la arquitectura, de los nobles escudos,  y también se preocuparon de la producción de lino y de cáñamo, pues en el siglo XVII aumentará en Aragón su producción, para fabricar el cordaje para la Armada Real. Ignacio de Asso dice: ”El cáñamo más estimado se produce en la ribera del Guaraga, cuyas aguas tienen la propiedad de blanquear el cáñamo y la ropa, cuando se emplean en coladas.Se ha observado que el cáñamo del Guarga, después de enríado,  queda más blanco que el de otros territorios…” .

Escudo de los Villacampa en Laguarta (Huesca).

Don Manuel Gómez de Valenzuela, comenta en un artículo de la Casa Solariega de los Villacampa  que : “El estado de conservación de la casa es hoy lamentable”. Pero en la visita que he realizado con mi hijo, me he dado cuenta de que se trabajado, después de los años cuarenta en su conservación, pues merece la pena conservar esta noble casa, con sus figuras artísticas y heráldicas, que tantos recuerdos históricos conservan de Aragón, ya que es una de las obras del Pirineo aragonés que recogen más belleza y más señorío.  Hay que conservar toda su estructura y toda la belleza, para conservar los recuerdos de la Historia de Aragón y de España.
Cuando pasamos a contemplar su arte, yo me quedé admirado del revestimiento del piso bajo de  la robusta torre, construida con grandes sillares y provista de gruesas rejas de hierro. Se cierra con un dintel monolítico con una inscripción que dice “Año 1542”. El suelo del patio está vestido con pequeños  guijarros, que forman un dibujo que eleva la imaginación de aquellos guijarros a la de piedras ornamentales.
La carretera que va desde la autovía que va de Huesca a Sabiñánigo, al llegar al puente sobre el río Guaraga, se desvía hacia Boltaña.  Al abandonar la autovía en construcción que sigue a Sabiñánigo, se acaba una enorme circulación de automóviles y camiones, que, por la noche, iluminan el ambiente de la carretera y ensordecen con los ruidos de de sus motores el sonido de sus bocinas. Pero al torcer hacia Boltaña, en el Serrablo,se circula con una paz casi absoluta y sin embargo es preciso circular  con una velocidad moderada, porque esa carretera está  construida , parece que imitando el cordón de un trompo, que lleva su dueño en el bolsillo. Pero el cambio es histórico, ya que la gran cantidad de pueblos que vivían, unos al Norte de la Carretera y otros al Sur, casi todos han desaparecido, para engrandecer la antigua aldea de Sabiñánigo,  convertida hoy en una ciudad industrial. La mayoría de los viajeros que suben al Norte de la Provincia, tienen su faena a desarrollar en la Industria y los pocos que marchamos hacia la Ermita  San Urbez de Ceresola, al tiempo que paridera de ganado lanar, a punto de extinción, subimos con devoción a rezarle a San Urbez y a considerar la labor de trabajo y de paz de los hermanos Villacampa en el Pueblo de Laguarta.
Nocito (Huesca).


Esta carretera divide la parte norteña de la tierra en la que se santificó San Urbez, de la sureña, en que fue consagrado Obispo, tal vez en el pequeño Monasterio de San Martín de la Val Donsera. Según nos han transmitido nuestros antepasados, San Urbez oyó comentarios sobre la santidad  del Monje San Martín, que servía al Señor,  junto con sus hermanos, en medio de la soledad de la Valdonsera. Está San Martín de la Val de Onsera  cerca del pequeño pueblo, cercano a Huesca capital,  a la que servía el agua para su consumo, San Julián de Banzo. Allí se encontraban los frailes, acompañados,  a veces, por osos pardos, como lo hicieron, en otros tiempos en  Albella y Panillo.  En el retablo de la Ermita de San Urbez de Albella, se contemplan labrados en madera, osos pardos.
La carretera o autovía que sube a Sabiñánigo, separa las actividades materiales ,necesarias para la humanidad de las antiguas llamadas espirituales, que siente el hombre, pensando en la vida espiritual unida a la material de los hombres ,cuando cuidaban las ovejas y oraban en aquellos montes inmensos.  
Existe el mundo industrial en Sabiñánigo,  pero no olvida el mundo espiritual , con Santa Waldesca y San Urbez y en Sabiñánigo se acuerdan de aquel dicho, que así se expresa: “A Dios rogando y con el mazo dando”. Forman su Ayuntamiento, la Industria y los recuerdos religiosos, que nos hacen pensar en una vida eterna.
Esa Carretera que desde el puente del río Guarga hasta Boltaña, divide el escenario de la vida de San Urbez,en dos zonas, una la norteña en que se encuentran Vió y el Sastral, por el valle de Ordesa, más abajo se encuentra el pueblo de Albella, junto con el de Panillo. Este pueblo sirvió de unión entre los Pirineos y Huesca, donde bebimos el agua de San Julián, al lado del Monasterio en que vivió San Urbez,  es decir el de la Val de Onsera.
Esta carretera paralela al río Guarga divide la tierra de San Urbez en dos partes, una al Norte, donde se encuentran el pueblo de  Albella,  junto al de Planillo, que  están situados en la parte Norte de la carretera paralela al río Guarga, encima de la Sierra de Portillo.  Desde Siétamo se ve la Sierra de Guara desde el Sur, pero desde cerca de Albella, se ve la cima del Norte de la misma Sierra. En la bajada hacia el Sur, en la Paul de Abellada o barranco de  Abellada ,que es el  mismo río Guatizalema que pasa más abajo por  Siétamo, muy cerca del pueblo de Ola, donde apacentó San Urbez las ovejas. Un antepasado mío de apellido Escabosa de Ola ya nos transmitió la devoción a San Urbez. En el mismo Ola,en un período de sequía con su vara pastoril, abrió un manantial por el que todavía baja agua hasta Ola e incluso en tiempos pasados ,se llevó al Campo de Aviación de Monflorite.  En Casa de Otal , tienen en sus cuadras una losa de piedra, sobre la que San Urbez, poniendo alguna piel de oveja, dormía. Desde Ola se asoma la Sierra de Guara, por donde baja el agua del río Guatizalema.
Ermita de San Urbez en Albella y Planillo (Huesca).


 Esta Tierra de San Urbez, está nutrida de lugares para los eremitas y los ascetas,que vivían en cuaevas,en las que oraban y alababan a Dios, pero en tiempos de los visigodos aparecieron los Monasterios. En esta época apareció o más bien se ocultó el Monasterio de la Val de Onsera,y que está próximo a San Julián de Banzo, en el Ayuntamiento de Loporzano. En el siglo V ,San Martín de Onsera fue un lugar donde las anacoretas ,se dedicaron a orar, pero cuando llegó Carlomagno a España ,influyó en la vida monástica de Navarra, Aragón u Cataluña.San Urbez llegóa a Monasterio de San Martín y fue ordenado sacerdote y la ermita de San Martín se convirtió en un Monasterio,que influyó en la vida de otros monasterio , como el de San Ginés de Isarre,en el monte de Santolaria,en San Urbez de Nocito y en San Cosme y San Damián.
Es este lugar de San Martín impresionante, pues en él vivía osos ,igual que en la Ermita de Albella ,se contempla a San Urbez, amansando un oso.
El Monasterio de Nocito en aquellos tiempo antiguos, fue adquiriendo una buena arquitectura y convirtiéndose en un hermoso lugar, perteneciente a la tierra de Huesca y San Urbez fue al acabar su vida de cien años en Nocito. Su cuerpo se conservó incorrupto hasta el año de 1936, en que fue abrasado  por la Guerra Civil.
Pero esta santo , cada día es más admirado por los aragoneses y más  amado, pues si antiguamente se hacían peregrinaciones, ahora con amor y respeto  “muchos aragoneses, recorren unos ciento cincuenta kilómetros desde Añisclo hasta Huesca, pasando por YERBA, Vió, por la ermita de Albella, por el santuario de Nocito, para llegar a la capilla de San Urbez, donde  consideran  al Santo, San Justo y Pastor”
Pero en estos tiempos en que el pueblo de Albella,  está casi despoblado es preciso recordar y homenajear a sus fieles habitantes, tan amantes de San Urbez. Yo ,recomiendo a los aragoneses que suban a venerar a San Urbez y a homenajear a los habitantes de Albella y de Portillo , pues allí en su capilla ,se guardan las duras túnicas ,con que se abrigaban sus hijos , apoyados en sus bastones, para recorrer y mantener unidos a los hijos de San Urbez, En el escenario de la santa vida de San Urbez,estaban al Norte de la carretera desde el puente de Monrepós a Boltaña y subían a la Alta Montaña de Yerba y vió y bajaban ,pasando por Ceresola, al lado de dicha carretera, al Monasterio de Nocito.
Llegaron los años cuarenta y cada vez tenían más dificultades para hacer su recorrido y ahora, los que quedan han cumplido su vocación  de amor a San Urbez y no sé si queda algún caminante y peregrino de los que veneraban a nuestro Santo.
Quiero dedicar un homenaje a mi amiga, la oscense Teresa Ramón,que vive en Barcelona, porque ha despertado en mí un amor a San Urbez, escribiendo:”Los monjes de San Martín- en Urbicio se miraban-y con Urbez, como monje, el Monastero  ganaba. –Montes y valles vivían al amor de sus palabras, las fieras le obedecían y los hombres la admiraban.-Con insinuantes canciones-el  Airal  le reclamaba- y le ofrecía el cobijo-en su desértica entrada,-Gentes buenas de Nocito- bebían sus enseñanzas;  gentes buenas de Nocito- tejían una mortaja- para envolver el ocaso- de la estrella centenaria.-Los Santos San Justo y Pastor- a San Urbez daban guardia”.
Este San Urbez ha sido un precedente de Joaquín Costa, pues si aquel  hacía rogativas para provocar la lluvia, Joaquín Costa con su amor a Aragón y su espíritu de sacrificio, ha ido multiplicando los pantanos, canales y acequias por Aragón.

Nació San Urbez en Burdeos y le pidió al Señor la vida para Aragón. Ha venido Costa para ayudarle en el riego, pero hace falta que surjan otros españoles que unan, como quiso hacerlo Carlomagno, a Aragón con la Aquitania. Entonces fracasó el celo de Carlomagno. Pero ahora hace falta que la labor del ferrocarril canfranero, una a Europa con zonas de hombres heroicos como los peregrinos  de la Tierra de San Urbez. Es posible ,porque en ella surgió la ciudad industrial de Sabiñánigo, que fomentará la riqueza industrial  con la física y espiritual de los aragoneses.

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