miércoles, 16 de septiembre de 2020

Recuerdos tristes, que hemos vuelto a recordar.

 

    


                       

Voy a cumplir los noventa años de edad y he vuelto a recordar aquella canción titulada “Rascayú, cuando mueras que harás tú”. Era yo joven cuando escuchaba la canción, que interpretaba Bonet de San Pedro, de la Orquesta Mondragón, hace ya muchos años.

Hoy se vuelve a escuchar ese triste  y recordatorio canto, que dice: “ Rascayú, Rascayú, cuando mueras que harás tú”, que vuelve a repetirse con motivo de las muertes de los humanos, ahora en forma de peste. Y esta letra del Rascayú, no la conozco de estos días, en que enferman y mueren tantos ciudadanos en todo el Mundo, sino que ya hace muchos años, me entristecía e incluso, a veces, me hacía reflexionar sobre la vida y la muerte.

Su lectura e incluso el escuchar su canto, me hacía reflexionar sobre la brevedad de la vida y pensar en aquellos compañeros de la misma, que fueron compañeros míos  y con los que se alegraba mi vida. ¡Como hace años,esa letra cantada por cantores y sonada por músicos, me hacía, algunas veces,sentirme sólo y triste!.

¡Oh, aquella letra acompañada por esa música que pretendía consolarme de la tristeza de aquella canción : ¿Rascayú, cuando mueras qué harás tú?; y muchos jóvenes, pretendían consolarse de aquella pregunta que hacía pensar en la brevedad de la vida.

Y la vida seguía su curso y por un lado progresaba la vida, pero la muerte seguía llevándose del Mundo a los hombres y mujeres y yo mismo me sentía triste por la muerte de mi madre, cuando tenía trece años y con mis hermanos Luis y Jesús, y no me quedaba más remedio que recordar muchísimas veces a nuestra buena madre. 

Y escuchaba cantar: “Tú serás un cadáver nada más, varias veces seguidas”. “Oigan la historia que contóme un día el viejo enterrador de la comarca; era un viejo al que la suerte impía, su bien arrebató la Parca. Todas las noches iba al cementerio a visitar la tumba de su hermosa y la gente murmuraba,con misterio: es un muerto escapado de la fosa”.

“Rascayú,”cuando mueras que harás tú, Racayú cuando mueras qué harás tú. Tu serás un cadáver nada más. Tú serás un cadáver nada más…Hizo amistad con muchos esqueletos que salían bailando la sardana y mezclando sus voces de ultratumba con el croar de algunas ranas. Los pobrecitos iban mal vestidos con sábanas que ad hoc, habían robado, y el guardián se decía con recelo: estos muertos se me han revolucionado. Rascayú. Cuando mueras qué harás tú. Tú serás un cadáver nada más, Tú serás un cadáver nada más”.

Esta leyenda de Rascayú, cuando mueras, ¿qué harás tú?, pasaron muchos años Y ahora en este año de 2.020, vuelve a sonar con intensidad, porque la muerte, alejada de los cerebros humanos, se está recreando con las vidas de los hombres y mujeres y se vuelve a cantar y dice la canción: “estos cerebros se han revolucionado”.

Si, se vuelve a cantar, porque los cerebros del Pueblo Humano, están agitados por esta peste que mata a los humanos, en gran número y, a pesar de estar viviendo en el siglo XX, los hace desaparecer de este Mundo. ¿Qué esperanza de vida nos queda con una Peste que se traga la vida humana?.

Pero el Señor, a pesar de que pasan en continuidad las vidas de los hombres, éstos siguen con su pensamiento, creando obras que le dan esperanza en el futuro a los hombres que todavía viven, que a medida de volverse viejos, llenan el Mundo de Puentes sobre el Mar y los Ríos. Y sus autores son cadáveres humanos, que, sin ninguna duda, viven en una vida eterna en el otro Mundo. ¿Cómo se puede comprender, que sus cadáveres hayan levantado unos inmensos puentes sobre los mares y sobre los ríos?.  

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