domingo, 13 de septiembre de 2020

Lord Byron y su perro.-



Lord Byron, fue un poeta romántico, que dedicó a su perro o  can, al que conocía como Boetswain, un homenaje, en la historia casi desconocida del Día de los Muertos, incluidos  los canes, a los que amaba con todo su corazón.
El can, de raza Terranova era amado por su dueño Lord Byron, que fue un adorador de los animales. Y tuvo la desgracia de morir de rabia, durante la cual su can le mordió y murió, a pesar  de los cuidados administrados por el  mismo Lord. A pesar de sus cuidados, su can le mordió y se vio contaminado por la rabia. El poeta lo alabó y le dedicó un monumento en el jardín de la casa donde vivieron en Newstead Abbey.
Lord Byron escribió un “Epitafio a un Perro en 1.808 , que reza así: “ Cerca de este lugar, el valor sin la ferocidad, y todas las virtudes sin sus vicios.-Este elogio, que constituiría una absurda lisonja -si estuviera escrito sobre cenizas humanas,- no es más que un justo tributo a la memoria de Newfoundland,  en mayo de 1.808. Cuando algún orgulloso humano regresa a la Tierra,-Desconocido para la Gloria, pero ayudado por su nacimiento -El arte del escultor agota las pompas de dolor. Y los ataúdes conmemoran a quienes descansan allí.-Cuando todo terminó, sobre la tumba se ve-no lo que él fue, sino lo que debía haber sido.
Pero el pobre Perro, en vida el amigo más fiel,-el primero en saludarte, el más dispuesto a defenderte. -Cuyo honesto corazón es propiedad de su dueño-, Quien trabaja, pelea, vive, respira por él- Cae sin honores, sin que nadie note su valía,-Y el alma que lo acompañó por la Tierra es rechazada en el Cielo- mientras que el hombre, ¡vano insecto!, desea ser perdonado, Y reclama un Cielo exclusivo para él”.
Yo he visto morir varios perros, abandonados por los hombres, a los que resultaban seres indiferentes y ellos, unas veces sufrían el hambre y otras se tornaban en ladrones, que sacrificaban pollos o gallinas, para conservarse en estado de vida. Rodeaban a los vecinos de su pueblo, para que le dieran un poco de alimento, pero que no conseguían y otras veces se asociaban varios perros, para atacar rebaños, en los que consumir algún cordero.
Todavía se conservan perros abandonados, despreciados por sus antiguos dueños, que forman grupos que, igual que los hombres abandonados por la sociedad, forman grupos, que persiguen a rebaños inocentes de ganado.
Hay canes, que abandonados por sus dueños o por la amistad que les debía unir a los hombres, sufren el abandono de la Sociedad  y están solos en el Mundo, que no los ama.

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