Observando a los Señores que vivían en un lugar, cerca de Ibieca (Huesca), llamado Foces,
en el cual estaba el convento de San Miguel de Foces, sus Señores eran unos nobles en la Vía Romana que llevaba
desde Huesca a Alquézar y que después de
levantar el Monasterio de San Miguel de Foces desde el que custodiaban la antigua Vía Romana que hacía la unión de ambas poblaciones, es decir de Huesca y Alquézar, salieron de
esta zona para participar en la Historia de Valencia.
La iglesia de San Miguel de Foces, está unos dos kilómetros
del pueblo de Ibieca, porque la población habitada por los Señores de Foces, ya
desapareció hace muchos años. En este lugar está enterrado Eximio de Foces,
entre otros. Fue mandada construir por
Ximeno de Foces en 1.249 para Panteón Familiar y que fue entregrado a la Orden
de San Juan de Jerusalén esa iglesia en 1.259. Es impresionante y se puede
visitar acompañado por un guía, que se encuentra en Ibieca. Dicha iglesia
muestra sus paredes con pinturas de estilo gótico y está declarada como
Monumento Nacional. Su construcción se
realizó en la época de transición desde
románico al gótico. Desde Siétamo se ve la ermita de Nuestra Señora del Monte,
en Liesa, donde pusieron un hospital para los leprosos y de allí se pasa a la
ermita o más bien “catedral” de Foces y
por Labata y Abiego, con su convento, se llegaba al pueblo maravilloso de
Alquézar. En la misa celebrada el 14 de Mayo del año de dos mil seis, en
que el señor obispo celebró una misa, que hacía recordar unos
sentimientos religiosos e históricos. Al mirar las tumbas de los Señores de
Foces, uno recordaba que don Ximeno de Foces en 1.249, mandó edificar esta
iglesia en la transición del románico al gótico, para panteón de los miembros
de la familia, que ocuparon altos cargos a lo largo de la historia y que
conquistaron Mallorca y Valencia.
“Dicen que el aspecto de esta iglesia influyó en la
construcción de su Catedral. Valencia sigue su historia a través de Foces, llegando a decir algunos
que, cuando bajaron de San Juan de la Peña el Santo Grial, lo pasaron por la
iglesia de San Miguel de Huesca y por la de Foces de Ibieca y luego por Angüés
fueron a Valencia.
Uno se admira al
contemplar los ángeles turiferarios, que están pintados en las tumbas, haciendo
brotar el incienso hacia un Cristo, que está sobre una tumba. Bajo aquellas
bóvedas estaban con los sacerdotes, como don José María Cabrero, párroco de
Alquézar en la autovía, que dicen que van a construir. Los fieles de aquellos pueblos, que querían
renovar su historia, haciéndola resucitar, con actos como el que allí se
celebró, sin olvidar la renovación de la Vía Romana con la autovía, que
dijeron que iban a construir. Su paisaje está presidido por la Sierra de Guara,
donde se asienta el pantano de Calcón y cerca la ermita románica de Santa María del Monte de Liesa. El Somontano volvería a contar en la Historia de Aragón, ya
que se podría acceder a San Miguel de Foces, por la que se meditó que por
aquella pensada autovía se
podría acceder a San Miguel de Foces, desde donde se podría acceder a la cima
de Guara.
“El señor don Jordi Núñez Zaragoza, dice estar interesado en
dos cuestiones: una la teoría vascoibérica y el origen de topónimos como
Burtina y la ascendencia aragonesa sobre Valencia y el aragonés y el
valenciano, como lenguas íntimas y que comparten el sustrato común de la lengua
romance, predominante en la lengua de la Corona de Aragón de entonces”.
Le ha llamado la atención el nombre de Onofre Almodóvar o
Almudévar y después Almudéver. Es una pena que el aragonés se vaya perdiendo en
nuestra tierra. Y si, son escasos los conocimientos sobre nuestra Fabla
aragonesa, hermana del valenciano, y que se hablaba antes de la Guerra Civil en
Siétamo y en Ibieca, el año de 1.936.
“Confía en mis conocimientos escasos sobre el aragonés puro,
lengua hermana del valenciano y del que se hablaba en el Bearn, de donde
procedían Onofre Almudévar y todos los Almudévar, Almodovar y Almudéver”.Los
numerosos Almudévar viven no solamente
en Aragón, sino también en Valencia.
Onofre Almudévar escribía en castellano y en valenciano.
Me gusta escribir textos en aragonés como “si t´os charro de toz os libros y
triballos qu’a feito Francho Nagore, no tos l´ibaz a creyer y a mas como parixe
muito más choben de o q´ue en realidá ye, no podemos izir, si sentise o que
termino d’escribir:¡ala, véstene a contalené a otri, que no l’a vagau de fer
ixo que izes en as añadas qu’en tiene!.
Yo ya tengo noventa años de edad y por tanto me resulta
imposible ayudarle en su trabajo , pero le ruego que se acuerde de que Aragón y Valencia se
necesitan. Efectivamente a Valencia y a
la frontera pirenaica de Canfrac,
están casi en silencio, restaurando la
comunicación ferroviaria. Pero cuando esté terminada, será Canfranc un lugar de
paso ferroviario de las naranjas valencianas a Europa. A ver si de la misma
forma que pasaron los del Bearn a luchar en España contra los invasores moros,
pasan las naranjas de Valencia a alegrar, esa tierra de la que proceden los
Almudévar, que ocuparon Aragón y Valencia.
Muchas gracias, D. Ignacio... tengo muy en cuenta lo que escribe, y que es de gran mérito y relevancia. Es una pena que los pueblos de interior y gente mayor donde se hablaba el aragonés hayan perdido ese patrimonio común, como si no hubiese existido. Usted es su memoria. Déjeme un correo electrónico y le enviaré algo que igual le apetece leer. Saludos. jordinzcalpe@hotmail.com
ResponderEliminarPerdone, tengo su correo electrónico. Lo dejo para otros/as que estén interesados en los mismo asuntos que nosotros. Un abrazo.
ResponderEliminar