sábado, 29 de mayo de 2021

Francisco Brines (1.932-2021)

 

                                             


        

                                                      

¿Qué  es  el  hombre ?. Me pregunto, y hoy con la muerte del valenciano Francisco Brines, gran poeta, leo su frase: “Porque el hombre es eso, un tránsito pensante, sensible, que por ahí anda, para perderse en la nada. Viene de una nada para terminar en otra nada. Somos el misterio que existe entre dos nadas”.

Este escritor es el ganador del Premio Cervantes. Nació en 1.932 y ha muerto el 27 de Mayo de 2.021, hace escasos días.  Se ha marchado de este mundo, tal vez el último Poeta, y digo que puede ser el último que se acaba de marchar, “sensible, pensante, que por allí iba andando, para perderse en la vida”. Parece que los Reyes de España estaban pendientes de entregarle el Premio Cervantes 2.020 en el propio hogar del Poeta Francisco Brines, fallecido a los ochenta  y nueve años de edad, en el Hospital de Gandía. La vida le dio escaso tiempo de recibir de manos del Rey de España, el premio Cervantes. Fue Francisco Brines el último superviviente de la generación literaria de los años 50.

Francisco Brines fue  ingresado  en el Hospital de Gandía, un día posterior a aquel en que los Reyes le entregaron el galardón en su finca particular de Oliva (Valencia), escasamente a una semana de recibir su Premio Cervantes.   

Muere el poeta Francisco Brines, el  último  Premio  Cervantes a sus 89 años. Un día después de que los Reyes entregaran el Premio Cervantes  en su hogar. Este poeta fue el último superviviente de la Generación de los Años 50.

Ha muerto a los 85 años de edad el Poeta, al mismo tiempo que se le ha tornado su personalidad en el  Viejo  Cervantes.

Brines se pregunta por el funcionamiento de la vida,  por la belleza del Mundo, pero él que es un enamorado de la belleza del Mundo, se daba  cuenta del contraste entre esa belleza con la fealdad de las tormentas que asustan a los niños  y a los hombres. Pero él que sueña con la belleza de la Naturaleza, porque no comprende “porqué el hombre es eso, un tránsito pensante, sensible, que por ahí  anda para perderse en la nada. Viene de una nada para terminar en otra nada. Somos el misterio que existe entre dos nadas”.  Adopta Brinet la Poesía que encuentra en los pasajes alegres de la vida, la adopta como una religión. Y lo proclama con su poesía  (Aún no, en 1.971). El poemario en el que escribe su ruptura con la fe y ni duda en que el que lo más patente es la desesperanza.

“El poeta se rebela ante un Dios, que ha creado al  humilde  para morir, para el sufrimiento”, que escribe Pedrol. Es aparte de entonces cuando, según el propio poeta “la fórmula del rezo se  hizo verso”. “Brinet emplea el lenguaje   de la  mitología religiosa de  la vida, es decir el engaño de la vida” que para él hace imposible la existencia de Dios, y por tanto la imposibilidad de la eternidad.

Pero la Eternidad está basada en la existencia de Dios y basta contemplar la continuación de aparecer más estrellas “cada día”, que se van extendiendo por el espacio, aunque nuestra mirada humana no alcanza ese inmenso espacio celeste, donde crecen y siguen creciendo las estrellas.  Brinet  no  sabía que esas estrellas eran gobernadas por el Todopoderoso Dios, o más bien no pensaba en los propósitos de Dios y dándose cuenta de su incapacidad para entender el gobierno del Mundo, “el poeta se rebela ante un Dios, “que cree” que ha creado al hombre para morir.   

Pero no es la primera vez que el hombre sufre un fracaso en la Historia de la Humanidad, pues Adán y Eva comieron el  Fruto Prohibido y fueron expulsados del Paraíso Terrenal.

¿Puede alguien oponerse a la Voluntad de Dios?. Todos sabemos que los ángeles malos o demonios se oponen al Señor. Por tanto es posible que algunos hombres, amigos o creyentes hagan caso de El y no crean en la Vida Eterna.

Brinet escribió en Oliva en 1.932 y en Gandía en 2.021 : “Era un pequeño dios: nací inmortal”, instituyéndose dios e inmortal.

Pero en el poema “ La Perversión” cierra su pensamiento con esta frase: “ Ningún hombre es feliz”, incluso cuando sus “cuerpos  se han amado con furia y alegría” porque sus cuerpos sufren una especie de maldición, es decir la Soledad. “En la soledad has escrito estas palabras/ y estás ardiendo:/ húndelas en la oscuridad, la incomunicación, el paso del tiempo que nos desarma y nos envejece”.

En “Noche de la desposesión” apunta: “Inhóspito es el mundo”.

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