Luis Manuel con su padre Luis.
El hermano mayor, Luis Manuel, quedó soltero y amigo de
la Naturaleza, pues cuando venía de Bilbao a Siétamo, siendo todavía un niño,
soñaba con la vida de los animales primitivos, como las culebras. Se sentaba
frente a los cimientos de los pajares de la era, sobre una piedra y guardando
silencio, pero cultivando su mente en las culebras, las esperaba que salieran
de sus refugios no para matarlas, sino para cuidarlas en su domicilio. De esta
afición después de unos cincuenta años, se sentía feliz y todavía en su
domicilio de la provincia de Málaga, vive en su casa , acompañado por sus
amigas las culebras, que también se han hecho amigas suyas. Mi sobrino, hijo de
mi hermano Luis y de su esposa Pilar, veía vivir como compañeras suyas a las
culebras, con cuya compañía se sentía feliz y distraído con su compañía,
escribía documentos para pacificar la vida de sus clientes humanos.
Cuando se murió su buena y hermosa madre María Pilar, su
esposo fue a Huesca a vivir acompañado por su hija, en Huesca. Y Luis Manuel,
venía a Huesca y a Siétamo y en la era en que
todavía ha estado visitando, se sentaba en una piedra, frente a algunos
agujeros, por los que penetraban las culebras. Yo lo observaba pero no le decía
nada para no estorbar su ciego deseo a cazar alguna culebra. Yo respetaba su
deseo de trabajo, para lograr la vida de alguna de sus culebras que trabajando
y gozando con la vida pacífica de esos inteligentes animales, tratando con la
compañía de los reptiles de unir la felicidad oculta de las culebras a la suya
propia. Y ahora, se preocupa de la total
soledad de las culebras, cuando él se vaya de este Mundo y les dice a sus
hermanas que las lleven a entregarlas a algún amante de la Natura, para no
dejarlas solas. Pero sus hermanas no quieren sentir el dolor de la soledad de
su hermano y le contestan que no se separe de ellas mientras viva.
María Pilar Arnal Calvo, murió en Bilbao y su esposo Luis
Almudévar, acompañado de su hija menor,
a saber Natalia, vino a Huesca a vivir con su padre en la Plaza de la
Inmaculada. Pero entonces casi una niña, se volvió a quedar sin padre y tuvo
que lanzarse al mundo para buscar una nueva vida familiar. Se casó con Juanma y
ahora junto a él luchará para vencer la enfermedad . Yo
en esta Natalia veo una parte de mi familia, a la que yo amo y que ella me ama
a mí. Cuando nos encontramos nos abrazamos y nos apretamos ambos uno contra la
otra, como si buscáramos la ausencia de nuestros familiares más queridos.
El tiempo va pasando y yo para recordarle tiempos pasados de
su familia paterna, la llevé con sus dos hijos a Castejón de Arbaniés,
levantado en una erupción de la Geografía sobre el río Guatizalema. Desde un
lugar elevado se contemplaban la Sierra de Guara y el pueblo de Arbaniés. Y al
lado de la pared del corral de su casa, quedan restos de un depósito de agua,
que la subía, desde el río hasta su casa Arnal, por una cadena, en la que el
agua misma, subía hasta de depósito.
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