En España tenemos dos gravísimos
problemas de muy difícil solución. Del primero se habla mucho en radio, prensa
y televisión. Es el del paro, se calcula que pronto habrá dos millones.
Se reúnen gobierno, empresarios, centrales
sindicales y hablan……y cada día peor.
En este grupo de parados hay que
hacer alguna matización. Hay parados que son profesionales del mismo, la mayor ofensa
que se les puede hacer es ofrecerles trabajo, pero hay otros, la mayoría, que
están con muchas ganas de trabajar.
El segundo problema está
desdibujado, nadie habla de él, es el de los inmóviles.
El inmóvil es más peligroso que
el parado, inmóviles hay muchísimos más que parados y desde luego mucho mejor
controlados.
El inmóvil es aquel que tiene su
puesto de trabajo, pero no lo ejerce. Su teoría es que tiene que cobrar su
sueldo simplemente por estar, pero para ponerse en movimiento hay que
“engrasarlo” en forma de pluses, gratificaciones, complementos, etc. Llega a su
trabajo, lee el periódico, organiza una asamblea, comenta los partidos del
domingo, hace la quiniela del próximo y al fin de la jornada no ha rendido
nada.
¿Soluciones?, yo no las veo, lo
único que se puede hacer es paliarlo. Se cogen a los inmóviles y se les pone en
el paro, el problema será el mismo y no se notará nada, en su lugar se ponen
parados con ganas de
moverse y así por lo menos habrá más gente en movimiento. No se resuelven los
dos problemas, pero por lo menos uno de ellos quedará bastante disminuido.
No es una solución definitiva y
si lo fuera, yo no estaría navegando, ahora estaría por lo menos de Ministro de
Trabajo. “
No se si mi hermano tuvo alguna
idea para resolver el problema del trabajo, pues entre sus escritos hay un
dibujo que representa a muchos soldados conquistando una tierra del Oeste americano.
Y presenta un dibujo, presidido por
“La conquista del oeste- Reparto de tierras. ( Versión española).
El dibujo de mi hermano indica la
preocupación por el trabajo de los hombres. En un mismo dibujo representa
hombres y mujeres que corrían por el Estado americano, buscando lugares de
trabajo en diversas tierras de los Estados Unidos. Y entre aquellos americanos
del Oeste Americano, de los que unos corren sobre un caballo, otros sobre un
coche de caballos. Y algunos en galeras tiradas por dos parejas. Uno, que me da
la impresión del humor de mi hermano, que mezcla ese humor dibujando un
individuo americano con su sombrero, montado sobre un ciclo de una enorme rueda
delantera y otra pequeña ruedita posterior. Entre aquellsSas imágenes de
buscadores de trabajo, mi hermano se acuerda del tren Ave de la Renfe, que corre por España, buscando en la
propia Península, algún pedazo de tierra para lanzar semillas sobre él. Este
hombre no monta ningún caballo, camina sobre la tierra sembrando alguna
semilla.
Y el Mundo sobre la tierra, sigue
con paisajes iguales a los de aquellos años pasados y los hombres de Subamérica,
no van en caballos, sino por sus propios pies, y al pasar las fronteras
arrebatadas a ellos, en tiempos pasados, son apresados y devueltos al Sur del
continente americano.
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