martes, 29 de septiembre de 2020
Muralla de Huesca
domingo, 27 de septiembre de 2020
Cados
Acabo de mirar en el diccionario manual de la lengua castellana, la palabra cado. No la encuentro y si usted la pronuncia, fuera de Aragón, no sabrán lo que quiere decir. Si la miramos en otros diccionarios, la encontraremos con el significado de madriguera y en alguno especifica que cado es aragonesismo.
Nosotros llamamos cado a la
madriguera de los conejos, donde acuden los huronadores con “o forín”, para hacerlos salir,
esperándolos con una red que los aprisiona y enreda o con la escopeta, los
mata. Yo encuentro cruel esta práctica, aunque me parece justificada cuando los
conejos se convierten en plaga para el campo, como lo son los franceses para la
Sierra de Guara (según dice alguno) y cuando los conejos se unen para repoblar
estos lugares.
Pero con la palabra cado no se
acaba nuestro léxico aragonés, relativo a los refugios cunícolas, porque
tenemos la palabra doliquera. ¿Qué diferencia existe entre ambas denominaciones?.
El cado es la madriguera de otros animales, como tejones o un conjunto de
grietas en las rocas areniscas, que aprovecha el conejo para encadarse. La
doliquera se la construye el mismo
conejo en la tierra y consiste en un pasillo en cuyo término hay una zona más
ancha y redonda donde pare la coneja y cría sus gazapos. El hecho de encadarse
no es propio, únicamente de los conejos.
El bebedor se encada en el bar,
el delincuente tiene cados que algunos llaman pisos francos y hay mujeriegos que conocen pisos francos y
hay mujeriegos que conocen magníficos cados de bellas mujeres, unos más ocultos
que otros. Hay cados para todos como Vds. Habrán oído de boca de los
campesinos, que dicen : esa casa es un cado de ratas, aquella es un cado de alcahuetas
y ¿por qué no decirlo?. Hay casas que son un cado de m…..
A mí, me dan pena las doliqueras
porque al estar excavadas en tierra deleznable son atacadas por los jabalíes,
que se comen a los pobres gazapos. Donde aumenta el jabalí, disminuyen los
conejos.
Entre los hombres hay jabalíes,
qué sin colmillos, navajas o “cartirons”, que también atacan a los niños
metiéndolos en el mudo de la droga, de la que existen tantos cados.
sábado, 26 de septiembre de 2020
Fiestas de Siétamo el año de 1.989. ( Las Rabosas o raposas )
Dicen que
después de los años mil, vuelven a las aguas por donde solían ir; viene esto a
cuento porque después de casi cien años que los lobos desaparecieran de nuestra
provincia aragonesa y ahora los quieren volver a soltar.
Hay a quien le
resultan simpáticos los lobos y sus razones tendrán, como las tendrán, como las
tenía Rodriguez de la Fuente, que, en
sus películas aparecía jugando con ellos, supongo que después de
haberlos puesto bien “fartos”, como los domadores de leones los hartan de carne
antes de hacer sus exhibiciones en el circo.
No sé que
razones alegarán los que los quieren soltar para que se alimenten con los
ganados de otro o con su carne, pues
nuestros mayores nos cuentan como se comieron a un joven que volvía del
Servicio Militar, allá en Colungo, o a una patrulla de carabineros ,en Somanés,
durante una noche de nieve, en
que, sus fusiles de chispa, cargados por la boca, no disparaban a causa de la
humedad que impedía arder a la polvora.
El lobo es
merecedor de amor y simpatía por ser criatura de Dios como San Francisco de
Asís nos enseñó, llamándolo hermano.
En la ciudad de
Aguvio,en Italia, apareció un lobo feroz que tenía asustada a la población y el
santo hizo un pacto con él, llegando a “darse la mano” y desde entonces ya no
hizo daño a nadie, pero la clave concreta de tal prodigio consistió en que la
población se comprometió a tenerlo bien mantenido. Así lo hicieron y el lobo
murió de viejo con gran sentimiento de todos. Quedó demostrado que con la tripa
vacía no hay alegría y patente
que el que quiera poner lobos en su
vida, les de carne y otros alimentos
Ustedes se
acordarán de qué la Sociedad de Cazadores daba premios en metálico por cazar
alimañas, pero pocos se acuerdan de que, cuando no existía esa Sociedad, los
vecinos de los pueblos daban dinero, huevos, harina o carne al que cazaba un
lobo.
En un pueblo de
la Montaña, un labrador dijo a su criado, un tanto infeliz: “Vamos a cazar un
lobo, le sacaremos la piel e iremos por los pueblos a sacar “a costra”. Se
dirigieron a una lobera, que había e Monte Uruel y al llegar a ella, le dijo el
amo al “misache”: “mete la cabeza por ese agujero?¿ y mira si hay lobicos”. El buen zagal la metió con apuros
pero no la pudo sacar, porque las orejas se abrieron, haciendo de tope. Empezó
a chillar preguntando ¿qué hacemos ahora?, “no te preocupes- le respondió el
amo, le respondió el amo”,ya voy a Jaca a comprar un pico”. Al preguntarle que
debía hacer si llegaba el lobo, le dijo que se bajara los pantalones, que no le
haría nada y añadió : “ los lobos tienen el morro frío, ya lo notarás cuando te
olfatee el culo”.El hombre simuló que se iba, pero en llegar a hacerlo,cogió un
palo, le puso en la punta nieve apretada y le tocó en sus desnudeces. El mozo,
al notar ese frío, se creyó que ya había llegado el lobo y presa de pánico,
pegó un “esbrunce” y sacó la cabeza llena de arañazos. El amo, exclamó todo
satisfecho, ¡ ya no tengo que ir a buscar el pico!.
Lo mismo cuentan
de una pareja de Loporzano, pero el hecho tuvo lugar en Montearagón,donde la
falta de nieve no fue inconveniente para usar el procedimiento del palo, al que
se puso cieno del fondo de una balsa, que aunque no tan frío, tuvo los mismos
efectos.
Así que ya lo
sabe, si quiere poner un lobo en su vida,cómprele “pizca”, aunque está cara.
Antes la gente la comía para las fiestas y ahora los lobos la comerán todos los
días.
Señal segura de
que la vida marcha.
Caballos, caballeros y Paco Giral
viernes, 25 de septiembre de 2020
“La señora Concha"
La bruja Morgana
Julio Caro Baroja en su obra “Las brujas y su mundo”, habla de la diversidad de formas, que a lo largo de la historia, ha adoptado la brujería, entre las que figura la brujería vasca a lo largo del siglo XVI y “los grandes procesos inquisitoriales de comienzos del siglo XVII (como el de las brujas de Zugarramurdi)….. de la persistencia en el siglo XX de ese género de creencias dentro de sectores rurales colindantes con centros urbanos e industriales altamente desarrollados”. El, como conocía muy bien los problemas de su país Vasco, no hablaba demasiado de la brujería en Aragón. Yo, sin haberme dedicado a investigar este problema, he vivido en mi tierra asuntos realmente de brujería, pero no hace falta haber vivido esos problemas, pues basta mirar alguna revista o estudio, para encontrar afinidad entre lo vasco y lo que ocurría en los pueblos vasco-ibéricos que vivían en la provincia de Lérida y en la de Huesca.
En un artículo del Diario del Alto Aragón, del día 10 de Agosto de2004,fiesta de San Lorenzo, la escritora Julia Emperador dice:”Empezamos a subir la suave y prolongada cuesta de Arratiecho” hacia la Caseta de las Brujas…Cuentan que las brujas del valle de Tena fueron muy famosas y en Búbal, en el Museo de Tradiciones, existe una sala dedicada a ellas. Quizá en ese mismo paraje en medio de la naturaleza, se reunían las brujas del valle de Trasmoz, que engañaron a la joven sobrina del cura y surcaban los cielos del pueblo montadas en escobas, o las brujas de Tamariz, llamadas Jina Bardají y Margalida Escuer, que en combinación con los demonios provocaban grandes tormentas, o las brujas de Tella que se reunían y organizaban grandes aquelarres. Todavía se conserva en esa localidad el museo dedicado a la brujería”.
En cualquier lugar de la provincia que uno pregunte, sale saturado de cuentos o historias de brujas. En Julio del año pasado pregunté a un barbastrense y me dijo que hubo una ¿bruja?, llamada Julieta, a la que venían a ver unos habitantes del planeta Venus. En su juventud fue una mujer bella, teniendo relaciones con el conde y con el abuelo de una ilustre familia de Huesca. Me contaba que en Barbastro, salió un escrito en una publicación ya desaparecida ”Zimbel”, allá por los años ochenta y tres al ochenta y cinco. Por las noches llegaban a su casa varias mujeres en un aparato espacial, desde luego mejor que la simple escoba, aparato que fue pintado en un dibujo para una revista, por maría Pilar Chinestra. Las visitantes trataban de convencerla para que se marchara con ellas. A mi amigo le decía:”Quieren que me vaya con ellas, pero yo no quiero ir”. La transvección o desplazamiento de las brujas, es tradición que lo hacían volando en escobas, palos o palas y antes de la Edad Media se decía que lo hacían sobre carneros, machos cabríos, en bueyes, gatos o perros. Parecía razonable que las brujas se trasladaran ayudadas por los demonios como lo hacían los ángeles y los santos en virtud de la gracia del Señor.
Vestía en Barbastro de “clochard”, con su gabardina, sus botas y una boina negra. Era, en resumen, una bruja pobre pero moderna, aunque su historia interplanetaria ya se había dado muchas veces en dicha historia. Yo creo que no era bruja, es decir, que no tenía pactos con el diablo, porque éste, cuando introducía a una mujer en la brujería, le daba ungüento volador y ella les negaba a sus amigas el volar al planeta Venus, que requería haber recibido del demonio ese ungüento a base de manteca de niño, acónito, belladona y cicuta. Estas drogas les daban alucinaciones, entre las que estaba la de volar y flotar por el aire, ya que se sabe que algunas brujas que habían declarado acudir violando a los aquelarres, se sabía que habían permanecido en sus camas durante el tiempo que decían haber estado volando. Además copulaban las brujas con el diablo y de Julieta no se sabe tal cosa, pues parece que lo hacía con el conde y con el señor de Huesca y la Iglesia consideraba a la mujer “moralmente débil y potencialmente pecaminosa”. A sus diecinueve años y en posesión de una gran belleza (murió a los ochenta y pico de años), se bañaba desnuda en la Punta Flecha en la Malinquera del río Vero,donde la veía el padre de mi amigo, que fue un buen Maestro.
En tiempos pasados había mujeres dominadas por la diosa Diana y Julieta tal vez estaba poseída por la diosa Venus. Poseído, poseso o endemoniado es un hombre o una mujer que se siente poseído por un espíritu impuro, que le hace comportarse o decir las cosas, no como él desearía, sino como ese espíritu desea. Pero yo creo que Julieta no llegó a estar poseída por el demonio, sino sólo por el pecado y aún en este tema habría que escuchar la opinión de San Miguel Arcángel, de si hacía el amor por pecar o solamente por amar. Tal vez no tuviera culpa por haber lavado su cerebro con hierbas, que tan bien conocían las brujas al ir a buscar alimento por el monte, donde encontraban también cualidades nocivas como estupefacientes peligrosos. Con algunas aumentaban el deseo sexual, en otros conseguían la impotencia. Así como los cristianos utilizaban la oración, que en ocasiones daba origen a algún milagro, las brujas empleaban la magia. Todavía se venden libros como el de San Cipriano, que tratan de brujería y que fue el que quería quemar en el hogar aquel vecino de Siétamo, Andrés Lobateras, pero no pudo porque se le escapaba el libro por la chimenea.
Hablan los libros de la metamorfosis, magia por la cual las brujas se podían transformar en animales y dicen que esa fue una forma de magia de las religiones primitivas, porque aquí parece que tenemos vergüenza de figurar en la historia de la humanidad, pero al leer este pasaje, me acordé del caso que ocurrió en Siétamo después de la Guerra Civil y que todavía hoy recuerda y comenta la gente. Decían que en una casa había una bruja, que asustaba a los que iban a visitarla, pero tenían que marchar horrorizados por el miedo que les producían esos ruidos que hacía sonar la bruja. Entre otros acudieron mi padre y el practicante señor Jorge Betrán y mi padre me afirmó que ellos no se habían dado cuenta de nada.
Y llegó el fin, cuando el mozo más valiente d Siétamo, que había sufrido mucho para la Guerra Civil, vio un gato en la escalera, se sacó el cinturón de gran hebilla que llevaba puesto y golpeó con dicha hebilla al gato en la cabeza. El gato entonces le gritó:”¡pégame más!”, porque si lo mataba quedaría libre el gato de la posesión que lo esclavizaba y pasaría a ser poseso el que lo matara. No quiso darle más y al día siguiente apareció el cura del pueblo con la cabeza vendada.
En mi libro “Retablo del Alto Aragón” y en la página cuatrocientos cuarenta y tres, narro la aventura de un cazador que sorprendió a una bruja, que se había transformado en gato, para acudir a Velillas a maldecir a una mujer preñada para darle “mal dau”, con el fin de que muriera su futuro hijo. En página cuatrocientos cuarenta y dos y en mi conferencia sobre encantos, desencantos y encantamientos, escribo:”Un cazador de Sieso caminaba por el monte, pero aquel día en lugar de ver perdices, conejos o liebres, fue algo insólito lo que divisaron sus ojos: sobre una piedra que marcaba la divisoria entre dos campos se encontraba toda la ropa que una mujer de principios de siglo necesitaba para encontrarse bien arropada. Por su mente pasó el leve encanto de la posibilidad de ver un bello cuerpo de mujer, ocasión tan difícil en unos tiempos en que el sol no era buscado para broncear los cuerpos, sino rechazado por las mujeres que tenían a gala para su piel, conservarla blanca como la leche. Pasó también por su imaginación la sospecha de un crimen ritual, pero no descubrió señales de sangre en las ropas de la pobre víctima.
Optó el cazador por esconderse en una espesa mata de carrascas y esperar a la mujer, que necesariamente tenía que llegar a vestirse. Así obtendría, por un lado, el placer de contemplar lo que nunca había visto y, lo que era más importante entre los habitantes de los pueblos,saber quién era la descocada, para correr a contárselo a sus convecinos. No es esta última apreciación peyorativa o una ceremonia dirigida a los pueblerinos, pues hoy día conozco a caballeros ,ciudadanos y modernos que dicen ¿de qué me sirve yacer con la señora marquesa, sino se enteran todos de que he yacido con la señora marquesa?.Pero volvamos al caso que nos ocupa; el hombre seguía esperando y , estrujando su sesera, pensó en que tal vez las brujas anduviesen por medio. El cazador acordándose de que dichas brujas obraban como poderes del mal, quiso contrarrestarlas con una cruz, colocando una que él siempre llevaba consigo, sobre la ropa femenina. Después de esperar un poco “vio avanzar un gato negro, que se dirigió directamente a las vestimentas pero al llegar a ellas, se mostró inquieto y como no sabiendo qué hacer. Había visto la cruz. El amagado salió de su escondrijo y le habló al gato diciéndole: ¿de dónde vienes?. Le contestó: Vengo de Velillas de dar mal”dau” a una mujer preñada para que aborte. ¿Cómo puedes hacer esas cosas?, le preguntó el cazador, a lo que el gato contestó: es que todos los días he de hacer un mal, porque tengo trato con el demonio. Pues ya puedes volver a Velillas a quitarle el mal a esa mujer y dárselo a la clueca. Así lo hizo el gato, y cuando volvió , el buen hombre quitó la cruz de encima de las ropas, se reconvirtió el gato en mujer,se vistió y se fue.
No me aclaró el anciano de ochenta y cinco años que me lo contó y que todavía vive, si conoció a la mujer y si la vio, pero sí me dijo que al cabo de unos días se enteró que había nacido un niño en Velillas y que la clueca de la misma casa en que había tenido lugar tan feliz acontecimiento, no había sacado pollos.
Todavía sigue la brujería buscando el mal de los hombres. Antonio Bruis, persona noble, se marchó de vacaciones a Brasil y una señora le encargó que le trajera una bruja de trapo, se la trajo muy llamativa y con el nombre de Morgana. Era una bruja de origen portugués, como San Antonio de Padua, al que su buena madre le enciende velas delante de la capilla de nogal, que tiene en el pato de su casa.
El Bien y el mal siguen en lucha, que es distinta a la de antes, porque ese mal tiene oprimidos a muchos a los que prestan dineros para amortizar en treinta años y a otros el consumismo los convierte en esclavos y creadores de riqueza.
jueves, 24 de septiembre de 2020
La Torre de Losfablos, antes llamada “Torre de Cavero”.
Escudo de Cavero. |
A esta Torre Agrícola todavía la llamaban “La
Torre de Cavero”, aunque yo con mis noventa años de edad, me acuerdo cuando
eran antes sus dueños, por ejemplo los miembros de la familia Cavero. Esta
familia Cavero, residía en Siétamo , en una casa ya desaparecida a causa de la
Guerra Civil del año de 1.936. Aún queda la primera Casa Cavero, con el escudo
de este apellido, del cual fue propietario, muy conocido en el Servicio
Nacional del Trigo, del que era funcionario, Ramón o Ramonito Puyuelo Cavero. Y
el antiguo Director del S.N.T, nacido en una noble casa de Berbegal,
era el dueño de esta Casa, pariente de Ramón de Felipe Cavero, que trabajó,
como fiel empleado muchos años a causa de su parentesco, por ser pariente del
Jefe Nacional del Servicio Nacional del Trigo
y gozar de su confianza.
Habían pasado ya muchos años,
cuando en la Calle Alta de Siétamo, me encontré con unos elegantes señores de
Berbegal, parientes de Ramonito PUYUELO CAVERO, que me preguntaron por Casa
Cavero de Siétamo, con la cual fueron parientes muchos años. En esa Casa estuvo
casada con un ascendiente de la Familia CAVERO, una hermana de mI
antepasado Manuel Almudévar de Siétamo. Al demostrarse nuestro parentesco quedó
la familia Almudévar de Siétamo, invitada a visitarlos en Berbegal, acompañados
por la “familia de Cavero de Siétamo”, que todavía exhibe en su fachada el
escudo de Cavero.
A la Casa Noble de Cavero de Berbegal, fuimos a
visitar a los descendientes de CAVERO, que fue Director del Servicio Nacional del Trigo. Nos
mostraron su casa-palacio construida en lo alto de la Peña de Berbegal y nos
enseñaron la belleza de aquel paisaje.
El antecesor de Ramón o Ramonito Puyuelo CAVERO, estaba contento de su
encuentro en Siétamo, después de la Guerra Civil, con su pariente Cavero,
cuando, él venía de
encima de la altura de Berbegal. Y lo contrató como empleado del
Servicio Nacional del Trigo.
Pasaron los años y yo me
encontré a la familia CAVERO de Bergegal
en Siétamo, revisando su parentesco con los CAVERO de Siétamo. Yo les expliqué
el parentesco que nos unía a los Cavero
y a los Almudévar con los mismos Caveros de Siétamo.
Ellos que hacían su vida en la
Corte de Madrid, conservaban su afecto familiar a sus , hasta entonces
desconocidos parientes de Siétamo y nos invitaron a visitarlos en Berbegal.
Fuimos los hijos de Casa Ramonito
Puyuelo, acompañados por los hijos de la familia Almudévar a Casa Cavero de Berbegal.
Nuestra admiración por aquel
poético ambiente de nobleza antigua, nos llenó de admiración y volvimos a Siétamo con unos recuerdos históricos,
ya pasados, pero recordados con emoción.
En aquel viaje visitamos unas
fuentes subterráneas en aquellas tierras por las que se va desde Siétamo a
Berbegal y nos mostraron una Casa Cavero, cuyos miembros viven en Zaragoza,
siendo parientes de un Señor al que se respetaba como noble en dicha ciudad.
Cavero de Siétamo tenía su origen en los Cavero de aquel valle que
baja desde la carretera de Huesca -Barbastro hacia el Sur y se discurría por la derecha hasta Berbegal.
Pertenecieron los Cavero de
Siétamo a esa familia de agricultura fuerte, que vivió primero en la noble casa
de Cavero de la Calle Alta, trasladándose después a la también noble casa de la
Calle Baja. Esta casa la destruyeron para la Guerra Civil, pero quedó la casa
Cavero anterior a esta. Era su dueña la noble doña Carmen Cavero, casada con
Ramón Puyuelo Sipán, Señora distinguida por su educación y eterna mirada a pesar de
las dificultades que conllevaban aquellos tristes períodos de Guerra y escasez.
Monsita Puyuelo Arnal, es hija de Ramón Puyuelo CAVERO y de Nati Arnal, y aprobó sus exámenes en la Diputación de Huesca. Se
casó con el noble José Luis Ferrando Ferrando de Antillón, donde ejerce de
Alcalde. Su casa se eleva sobre unos balcones altos, de la parte elevada de
aquel pueblo elevado y noble, desde el que se contempla desde una elevada
altura, el antiguo cementerio de Antillón, pueblo que todavía conserva una
elevada muralla.
De este noble apellido de
Cavero, sólo quedó después de la Guerra un escudo, exactamente igual que el que
se exhibe en la actual fachada de Casa Cavero, en que vive Monsita Puyuelo
Arnal. Este escudo lo conserva en su piso de Huesca, en un piso más alto, que
aquel en que yo vivo donde un Maestro Nacional ,sobrino del último CAVERO, exhibe
en una bella terraza, el escudo, que desde hacía años se exhibía en la Fachada
más reciente de Cavero, hasta que la Guerra Civil derribó aquella noble casa del Señor CAVERO.
La actual Casa CAVERO de
Siétamo, la ha arreglado la hija de Ramón Puyuelo CAVERO, llamada Monsita
Puyuelo Arnal, hija de RAMONITO PUYUELO CAVERO, acompañada por su esposo de
Antillón y da gloria penetrar en sus jardines, regados desde hace siglos por los
CAVERO y ahora por el matrimonio de Monsita Puyuelo Arnal, hija de Don Ramón
Puyuelo CAVERO.
Es un placer para mí, observar
el arte con que está restaurando Monsita Puyuelo Arnal, hija de Ramonito
Puyuelo Caver, esta antigua Casa-Palacio del apellido CAVERO.
Pilar Cativilla, desde los 12 años a los 94
Muralla y Cruz de los Caidos . Sietamo (Huesca). |
Castillo de Sietamo (Huesca). |
Plaza Mayor de Ola (HUesca). |
miércoles, 23 de septiembre de 2020
El fuego y los que lo apagan.(año 2003)
Teodoro García, el “mainate” de la Sierra
He asistido al funeral de este hombre, con una personalidad de hombre trabajador, sensato, de buen humor, amante de su familia, y de lo...
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Con la colaboración de Angel Hernando del Cura y de mi yerno Santiago. Yo no sólo me acuerdo de esta elegante Casa-Palacio de Hu...
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