miércoles, 17 de marzo de 2021

La imagen de un ser humano con miembros vegetales.-

 

            


 

 Ilustrísimo Sr. D. Domingo Buesa  (Dia 12 de Mayo de 1996) 

Respetado profesor y  le digo respetado, porque es el pensamiento que me inspiró verle, después de haberle escuchado hablar durante las  conferencias  que ha pronunciado  en Huesca ,en el Genaro Poza, sobre el Romanticismo y el Gótico.

No sólo habla de capiteles y ojivas, sino que le preocupa el Poder Supremo y lo está todo  Él  viviendo  en la Naturaleza, en el hombre y en sus filosofías, en los pensadores clásicos, como Aristóteles, en los cipreses y en las más rústicas carrascas. Y lo admira también en la Arquitectura  y  en las  Artes ornamentales y se aproxima acompañado por  el sonido de la Música, ya sea Civil o Religiosa.

En una de sus fotocopias, están dos rostros humanos como modelos para sacar de ellas molinos de arte y  en consecuencia, me atrevo a mandarle una fotografía, no muy buena, complementada con un dibujo de una pieza ornamental de no sé  qué  iglesia, que representa un ser humano o que puede serlo, con su cabeza, sus insinuantes ojos y orejas, su cuello , sus hombros , su camino, sus pechos, dos manzanas…una granada, que puede recordar el órgano productor de óvulos y los pies pequeños, que no le permiten correr ni irse de marcha por todo el Mundo.

Esta talla de madera representa la lucha por la Economía y consecuentemente por el poder entre las catedrales y los monaterios.

El artista que en madera talló la figura de ese ser que cuelga en la pared de un Cuarto de Estar, quiso representar la nobleza de un ser semidivino y le despertó su ilusión por un cielo superior.

Su imaginación soñaba con un cuerpo humano, unido por órganos que representaban plantas y frutas, que eran como la belleza del cuerpo humano y que pregonaban la representación de la belleza de la existencia de la Naturaleza.

Aquel artista tenía formada en su mente la unión de la anatomía humana con la belleza vegetal y tenía representados por órganos vegetales esos órganos humanos, creados todos por el mismo Dios.  

Aquel artista se sentía identificado con el Señor, dando una belleza común al hombre y a las plantas.

Yo tengo colgada en un salón, esa bella figura de un hombre, al que unen con el Señor, plantas y frutas como una granada.   

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