Mayte Pérez Consejera de Cultura de Aragón.
He sido convocado a este antiguo Instituto, al que asistieron, siendo niños, muchos oscenses, entre los cuales, se encontraba el hermano de mi padre, José María. Luego fue cuartel y hospital y más tarde fue convertido en Museo. Hoy, me acuerdo de que hemos sido llamados a este Palacio, que fue centro de la Reconquista y en otros de la sabiduría, al convertirlo en Instituto de la Enseñanza, Hospital y Cuartel. Ahora, cerca del antiguo seminario y vigilado por el busto del Nobel, Ramkón y Cajal, es un Museo Provincial, donde se contemplan y recuerdan la Historia y el Arte de esta Provincia de Huesca. En éste el Rey Ramiro el Monje, mostró a los rebeldes la Campana de Huesca y aquí se escuchan campanas históricas del Alto Aragón y escuchando su sonido, aquí nos presentamos hoy, Mariví y yo, sin olvidarnos de Ramiro el Monje ni de Ramón y Cajal, y hemos sido recibidos, la poetisa Mariví Nicolás, nacida en el año 1939 y yo, para recibir el galardón “ex equo”, del primer Premio de Literatura Aragonesa,”Chuana Coscujuela”.
Después de muchos años, me vuelvo a encontrar con
Mariví, lejos de Hecho, en que ella, convirtió
su vida en Poesía, su memoria en
Madre y Maestra y se declaró discípula del poeta cheso, Veremundo Méndez. ¡Mariví!:”Has
sido como una libélula en Hecho, donde las hierbas son buenas en los prados y
en las selvas y las que no son buenas, son bellas. Tu espíritu poético ha
flotado por el lugar de Hecho, como los humos que surgen de chimeneas elegantes
y gigantes y “prexinan una vida”, cuando la luz s´en ye ida, y la calor, pues
sólo restan purnas y purnallos, que cansos, s‘aposientan”. ”La brasa se apaga y ves con
tristeza, sólo la ceniza esparcida en tierra”. ”El humo todo lo impregna y la
libélula vuela y se revuela, aquel en el invierno y ésta en el verano, formando
parte de la poesía, de tu poesía, que igual que la savia lo hace por los
troncos, así circula por tus venas y como “las chispas, plumas y bolisas”
brincan de esos mismos troncos, así brotan de tu boca, las palabras altoaragonesas,
expresando belleza y dignificando la “Fabla” aragonesa. “Mariví identifica su
poesía con la presencia omnipresente de la Luna, acompañada por el sol y las
estrellas. Estos seres desde el cielo, le recuerdan la tristeza, la melancolía,
la añoranza y los bienes perdidos y sólo la Luna con su brillante fulgor, es
como su confidente”.
En
el paraíso lingüístico de Hecho, conocí a Mariví y alcancé el “Onso de Plata”,
como Premio Literario, llamado “Val d´Echo de 1982”, con la narración de “O
ritorno de Chorcher”.
Pero
a mí, además de hablar con Mariví, me tocó la responsabilidad, de presentar en
Adahuesca la Obra de “CHUANA COSCUJUELA”, “A Lueca”, ante los habitantes de
aquella zona del Alcanadre.
Chuana, “Naxié en 1910 en Furnel, Lot et Garonne (Francia),
ta do eban íu os suyos pays, feba ya un
póquer de tiempo. A poco de naxer, se´n tornan en ta Aragón y ta o lugar suyo,
ADAHUESCA. Astí pasa l´autora os suyos años de nina y rememora tiempos pasatos.
La añada 2.000, puyará t´al atro mundo.
“Y en iste mundo, cada añada, s´en ricordará,
cada begata más, a suya obra “A Lueca”, con os polletes al redol d´era, que menchaban os granetes de trigo,
como agora, con as suyas parabras, nos recreamos os homes,
leyendo a suya vida”. E ista moceta, filla de familia tan probe, nacié en Francia por a emigración obligata dos
suyos pays. Pero o suyo pay sintié a necesidad de tornase en ta Adahuesca, pa
vivir en a Ermita de Treviño, a d´as Mártires de Huesca Santas Nunila y Alodia,
un póquer luen do lugar. Pero al morise o suyo pay, tenié que emigrar en ta Barcelona.
No
en ye ista, a primera begata, que ritorno a rendir homenaje a Juana Coscujuela, porque la
añada de 1980, en la Iglesia Parroquial de Adahuesca, ante una multitud de
oyentes, le hice la presentación de su obra literaria “A Lueca (A historia d´una moceta d´o Semontano)”, que
escribié a o remate de la añada de 1970. Fue este el primer libro que se editó
en aragonés del Somontano. La nombraron Consejera de Honor del Consello d´a
Fabla Aragonesa y también ganó el Premio Arnal Cavero del Gobierno de Aragón,
el año de 1992. Arnal Cavero estuvo de Maestro en Alquézar, muy próximo a
Adahuesca, y “como buen Maestro de Escuela de aquellos tiempos, vivía muy cerca
del pueblo y describe como el hombre y el medio formaban un ciclo, en el que el
hombre se daba a la tierra y ésta al
hombre. De todas formas el hombre se daba todo y la tierra, al ser pobre, daba lo poco que podía dar. Esta
afirmación la demuestra la actitud de Arnal Cavero de poseer un interés
especial por la Fabla, que escribe con más fidelidad que López Allué y Salvador
María de Ayerbe, ambos relacionados con la tierra próxima a Adahuesca. Del
pueblo, también recibimos noticias por vía oral, de aquel género de vida, pero
el pueblo escribía poco, porque lo consideraba cosa de oficiales y siente
vergüenza de poner de manifiesto lo poco que escribe”. El “Concello d´a Fabla
Argonesa”, dirigido por Francho Nagore,
tiene el mérito de haber dado a luz, obras de la Tierra Aragonesa, como las de José Gracia, y de Cleto Torrodellas, (Ferrero
de Estadilla), ambos hombres sencillos”.
Pero,
agora, caye uno en a cuenta de que a nina
Chuana Coscuyuela, emprencipié a suya vida, redolando por Francia, donde nacié
en 1910; fue también tener que ir a vivir ta Huerta de Vero, dimpués t`al
Hospicio de Huesca, pa tenese que ir, mirando una nueva vida, ta Barcelona. Su
obsesión ha sido siempre la de volver, heredada ya de su padre, que regresó de la Guerra de
Cuba. Su padre tornó de dicha Guerra, pero ella no pudo ya volver a Adahuesca “con su cuerpo pequeño pero cereño”, pero dejó
escrita su obra en la Fabla de su tierra, en un libro que describe la vida de las gentes de
su pueblo”. En Barcelona, donde ha permanecido incontaminada su identidad somontanesa, con su Fabla, que es el espíritu
de un pueblo, y con la que describe la terrible lucha por la vida, que llevaban
los hombres, las mujeres y sobre todo los niños y las niñas de nuestros
pueblos.” Cuando leí por primera vez “A Lueca”, tengo que manifestar que lo
hice de un tirón, cosa que me ha ocurrido pocas veces. Esta obra está redactada
con la espontaneidad con que brotan los coscollos en nuestra sardas, con la
sencillez de una niña que a los nueve años tenía como únicos compañeros a las
ovejas y a los corderos, con la ingenuidad de una personita, cuyo único deseo
consistía en ser tratada como “persona con modos”, como decía ella de la
educación y con “amorosidá”, como ella llamaba a la amabilidad. Cuando fueron a
Francia sin pasaporte, su padre tiraba del ronzal del burro y metidos en las
argaderas iban su madre, su hermano Mateo y su hermana Nunileta. Iban a Francia
porque en aquel País se comía carne, pizca, como dice Juana, todos los días,
pues “todos eran fiesta” y en Adahuesca se comía sólo en las grandes
solemnidades. Juana no ha vuelto en persona de Cataluña, pero ha vuelto, con su
libro en Fabla Aragonesa. ¡Qué originales hemos sido, cuando los vascos
llamaban maketos a los que no hablaban en euskera y los catalanes charnegos a
los que no hablaban en su lengua, en tanto nosotros hemos llamado paletos a los
nuestros!.
En
la ermita del Treviño, en aquellos lejanos años no había luz eléctrica. Esta circunstancia
hacía que la oscuridad y la distancia a Adahuesca, hacía que aquellas gentes, oyesen
y viesen fantasmas por todas partes. Cuando el padre de Chuaneta, la mandaba a
buscar tabaco al pueblo, por la noche, su hermano le decía:”Yo que tu, no m‘en
iría, l´atra noite le salió a fulano, de dezaga d´os pallars, un fantasma que la fue siguiendo
más de medio campo. Juaneta para no sentir a os fantasmas, se tapaba as orellas
con as manos y correba tot o que podeba,
de cara en ta suya casa”.
Pero,
yo he conocido la Fabla desde niño en casa de mis padres, pues el año, en que
no se respetaba en Aragón, nuestra Fabla, mi padre nos compuso este villancico
para la Navidad y nos lo recitó, en la cena de Noche Buena.
“María y José, marchan de camino
Van con asperanza de que
un Ser devino,
Que mora n‘antraña
de ra Virgen Pura.
Alcuentre un asilo, palacio u cabaña
Que haga menos
dura, ra triste chornada,
De ro viello
esposo y ra esposa amada.
Ra Virgen teneba
frío
Y San Chosé, se
chelaba,
Caminando,
caminando,
A burreta resollaba.
Llegaron en ta
Belén
Un lugar mu
chiquirrín
De ros qu´ay en os
belenes,
Feitos de zurio y
serrín.
Iban pidiendo
posada,
Trucando de puerta
en puerta
Y ninguno les ne
daba.
Ra Virgen qu´era
mu güena
Mu santeta y
conformada
Le diciba a San
Chosé,
Que no mirara ya, nada,
Que aunque fuera
en un rincón,
De pajar u de
tinada
Se pasarían a nuey
Pa guardasen d´a chelada.
S´en fueron ta ras
afueras,
Y alcontraron un
Portal,
Que sirvía de
cubijo,
A ros bajes d´o
lugar.
En as pallas d´un
pesebre,
Ascape
s´acomodaron,
Y una muleta y un
güey,
Alinto y calor les
daron.
Y dando gracias a
Dios
Se quedaron
adormidos.
Pues de tanto
caminar,
S´alcontraron mu
rendidos.
Pero a iso de
media nuey
Sintieron una
mosica
Y d´encima d´o
Portal,
Se posaba una
estrelica,
Preguntó que qué
sería,
San José todo asombrau
Y le respondió María:
Es qu´e o tiempo ya a
llegau
De complise a
profecía
De que tot un Rai
d´os Cielos,
A iste tiempo
bajaría,
Pa rediminos a
toz,
D´os pecaus y as
herejías.
Mientras isto iba
dijendo
Como si fuera un
milagro
Un zagaler mu
bonico,
Se refirmaba n´os
brazos;
Este yera el Niño
Jesús,
Que en cuanto abrió
ros ojetes,
Desanchado ros
bracetes,
Fizo a fegura de
Cruz,
Y golviéndose a
sus padres
Con cariño y con
amor,
Levantando ra
maneta
A ros dos los
bendició.
Ra Virgen y San
José
Al inte
s´arrodillaron,
Lo besaron como a
fillo
Y como Dios lo adoraron,
María lo
cogió ambrazos
Y con gran
veneración,
Lo ofreció a
Nuestro Señor,
Para nuestra
redención.
Un angelico de
Dios
Con os güellos
como soles,
Les avisó a ros
pastores,
Qu´e había pos
alredoles,
Y ascape fueron
llegando
Repatanes y
mairales,
Craberizos,vaciveros,
Yeguas, erizos y
duleros,
Boyateros y
zagales
Mocetas díxas que
cudian
Os pavetes y os
verracos
Y mientras filan
estambre,
Apacientan os
rezagos.
Todos veniban
contentos
Y todos trayeban,
algo
Pa ofrecelené a
Jesús
Y al mesmo tiempo
adóralo.
Trayeban figos de
Fraga,
Orejones d´Estadilla
Y pansas d´ixas
qu´escaldan
En Lascellas y
Velillas,
Vino de
Castilsabás
Y corderetes
d´Albero
Billotas de
Banastás
Y conejos de
Pebredo
Tortas d´aceite
d´Ayerbe
Turrón guirlache
de Jaca,
Castañas de
mazapán
D´a zucrería
Lasala,
Tortadas de
Berbegal
Y pan moreno
d´Angüés,
Pedos d´as monjas
de Casbas,
Juguetes de
Bandaliés.
Entre gente tan
humilde,
Tan humilde como
güena,
Quiso´l Redentor
del Mundo
Presonase aquí, en
a Tierra,
Era pa danos
ejemplo
Que toda su vida
dió
D´humildad y de
pacencia,
De mansedumbre y
amor.
Y aquí remata o
relato,
Venida del Hombre
–Dios
Que nuestro Señor
del Cielo
Por Padre nos
envió.
Y si Cristo es
nuestro Padre,
San José, si somos
güenos,
Nos tratará como a
nietos
Y n´os llevará t´al
cielo.
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