Cuadro de Aida Corina.
El marco en
que está montado
este círculo solar y sus rayos que iluminan y dan calor a la redonda
tierra es también redondo, como son la luna, el sol y todos los satélites.
Tiene este escenario, en su centro el Sol, del que se desprenden los rayos que
ascienden en su alrededor y estos marcan un límite que se pierde del control
humano, porque dejan de verse figuras, como las que se distribuyen por el espacio,
sustituidas por un sol,
representado en este singular aparato, como tal y que es simplemente la parte delantera de un
escudo medieval, fundido en una mezcla de metales.
En el centro
del círculo,
preside el Sol metálico que
representa un foco de luz y de fuego, que ilumina al Mundo y le da luz. Hace que los días luzcan, hasta
que la noche
obscurece la Tierra y al hombre le aparece la obscuridad. La luz y la
sombra aparecen en la vida del hombre. El hombre se encuentra entre la luz
solar y las sombras lunares y giran por su imaginación la esperanza y el dolor.
Esa luz solar le hace esperar en la luz eterna del Cielo y la sombra le hace
temer la sombra del Diablo. Esa esperanza en la luz del cielo le lleva a esperar
en el Creador y la sombra le hace temer la falsedad diabólica.
Por arriba está Dios y por abajo
está el demonio en los infiernos y está despierta la lucha entre el demonio,
que no puede ver a Dios. El tiempo no se sabe si va pasando por la vida de los
hombres, que estamos colgados de ese Tiempo o si no está regido por los
calendarios y los relojes. Yo no me doy cuenta de cómo vivo, si soy un elemento con un fin en la vida
o estoy destinado a una vida eterna. Los hombres soñamos con la vida eterna,
pero nuestros cuerpos mueren y los que quedamos vivos, creemos en la
resurrección de los muertos y “en la vida eterna”. Pero, ¿cómo nuestra
inteligencia puede comprender estas formas de tener el destino de nuestras
vidas?.
¿Cómo nuestras
inteligencias
pueden comprender la evolución de la vida si estamos en una fase de nuestra
creación, no terminada?.
Yo comprendo la Obra de Dios, que
está representada por el Niño Jesús, por instrumentos de trabajo como el carro
cargado de cántaros, que el hombre ha estado durante siglos yendo a buscar agua
a las fuentes, por pirámides con distintos nombres, como el de Cáncer y por
monedas, que el hombre ha inventado para que substituyan al Señor y le
proporcionen alimentos y ropas y que cumplan sus necesidades.
Papini, era laico, pero más tarde
escribió Historia de Cristo y relató la conversión de San Agustín en la vida de
este santo, qué publicó, Papini en su libro Gog, y saca una conversación con el sabio Einstein y uno
se da cuenta que la sabiduría, la ciencia y la moral, deben ser todas una sola
cuestión, porque el sabio decía: ”he deducido que el espacio y el tiempo son
aspectos indisolubles de una sola realidad”.
Estaba Einstein acostumbrado a
proceder con fórmulas que los no iniciados no conseguimos comprender, pero dice
a los no entendidos una fórmula, que se expresa así ”ALGO SE MUEVE”. Porque así como San Juan
decía: “Al principio era el Verbo” y Goethe afirma que en dicho principio era
la Acción, Einstein dice que era el movimiento. Además todas las ciencias se
reducen a una sola fórmula Y aquí es fácil ver a Dios. Porque Einstein, después
de eliminarlas y unirlas todas, deja ver que Dios es el que ha criado todas las
cosas.
Einstein dice que “algo se mueve” y yo pienso
que todo se mueve o tal vez sea el Señor el que lo mueve.
Einstein, escribió la obra “Sobre
la teoría de la relatividad especial y
general ”,que concluyó en 1916. En su obra quiso “dar una idea lo más
exacta posible de la teoría de la relatividad, pensando en aquellos que , sin dominar el aparato
matemático de física teórica, tengan interés por la teoría desde el punto de vista
científico o filosófico general”.
La cabeza de Einstein pensaba
ideas, como la ecuación que más atención ha alcanzado en la historia de la
Ciencia, que es la siguiente. E=mc2, es decir la equivalencia entre masa y
energía acompañada por la velocidad de la luz al cuadrado, que la multiplica.
Los hombres morimos, pero el
Creador al desaparecer muchos cerebros humanos, hace aparecer a otros que les
siguen. Cuando nos falta la visión, el Señor tiene previsto que otras
cualidades nos estimulen la comprensión de los problemas.
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