miércoles, 28 de octubre de 2020

Palacio de Oriz y pobreza turística

 




La aldea de Oriz, está casi despoblada, pues en Diciembre del año 2001, vivían en ella trece personas. De su  alta Edad Media, aparecen documentos de 1223 y de 1280. Se encuentra esta histórica población en el Valle de Elorz y pertenece al Ayuntamiento de Noain.Cuando se sale de Noain hacia Zaragoza, a la izquierda se divisa sobre  un altozano un gran Palacio del siglo XVI, con la iglesia medieval si se tiene en cuenta su estructura y su torre campanario, que fue restaurada en 1667. A continuación, en línea recta,  se divisan  unas antiguas viviendas, ya con un aspecto viejo, por su antigüedad,  que parecen estar deshabitadas.

Es pequeña la población, pero tiene un aspecto histórico y artístico, por su parroquia restaurada entre otros por el señor Jesús Eslava, en que gastaron unos veinticinco millones de pesetas, trabajando sus vecinos personalmente. Pero lo que más destaca es el Palacio  de Oriz, que fue reconstruido durante el Renacimiento , en el siglo XVI, por el Bretón, apellidado Cruzat,  que tenía un pariente que era Capitán,  que luchaba con Carlos V , en los Paises Bajos, contra los protestantes. Era un hombre con inquietudes artísticas, porque al volver de la Guerra, llenó su Palacio de pinturas murales, con las que quería recordar la lucha de los españoles, concretamente los de Oriz, contra los protestantes y dejar  un recuerdo histórico a los navarros y a todos los españoles. Con sus pinturas conservaría el orgullo de sus victorias guerreras en los Pasíes Bajos-

El palacio comenzó a brillar en los primeros años del siglo XV, pues lo mismo el Príncipe de Viana y de los Reyes de Navarra, tomaron el Palacio como lugar en que hacer posada. Pero cuando tuvo lugar la anexión de Navarra a Castilla, este Palacio se muestra como un lugar de la familia de los Cruzat y se dice que en 1593, reposó en  él, Felipe II.

Pero cuando uno ha visto a lo lejos un Palacio de categoría histórica, siente la necesidad de ir a gozar  y contemplar sus glorias artísticas e históricas. Ante su fachada, pero también por sus lados y por su parte posterior, se da uno cuenta de que se trata de un edificio espacioso. Su parte inferior está fortalecida por una pared de piedras de sillería y sobre ellas está levantado con ladrillos de arcilla Se nota la desaparición de cuatro torres en sus esquinas y de un paso de ronda. En la parte más alta del edificio se ve un moldurón, que soportaría ese paso de ronda, como una galería de arquillos. Debajo del  moldurón  aparecen ventanas arqueadas, como si se tratase de un edificio de arquitectura aragonesa. Se da uno cuenta de que en su parte superior faltan cuatro torreones,  que le daban elegancia al Palacio. Donde acaba el moldurón  de piedras de sillería,  se contemplan pequeños espacios de aleros de madera, que continúan por todo el resto del  tejado,  lateral y posterior. En el tercer piso hay una ventana cegada, que es muy posible correspondiera al escudo familiar, que a mí me extrañó no encontrarlo.

Todas sus ventanas están protegidas por rejas de hierro forjado, pero tiene cuatro balcones en su fachada. Esta magnífica obra impide, que los corazones tengan añoranzas pasadas, de unos tiempos tan lejanos , porque en lugar de lamentar la sangre de los muertos y de los heridos en los Paises Bajos, la señora de la casa adorna todos los balcones y ventanas con cortinas de encajes de bolillos  y en los balcones  ha puesto un jardín florido de macetas, que imprimen de alegría  los corazones. En la parte baja de todas las fachadas se acercan al suelo las aspilleras, todas ellas iguales , menos una que se exhibe detrás, que tiene una forma original. Esta nueva señora del Palacio Oriz, es una rival estupenda del Capitán Cruzat , pues si ella ha adornado el exterior, él adornó el interior del Palacio con las pinturas grisáceas de la lucha en los Paises Bajos con los protestantes. En el interior se subía a los pisos por una escalera de grandes dimensiones, y estaban adornadas las paredes con imágenes de armiños , que eran un adorno heráldico de la familia Cruzat. Había también guirnaldas y medallones,  pero eran maravillosas las pinturas  murales. Hoy no se pueden contemplar porque las trasladaron al Museo de Navarra.

Hay  en  aquellos  murales  multitud  de guerreros  luchando,  pero hoy en día en Oriz sólo quedan unas cuatro o cinco personas,  que son tan valientes como aquellos guerreros que luchaban en los Países Bajos, pero estando situados en medio de una zona industrial próspera, tienen malos servicios, incluso de comunicaciones. Esos servicios serían útiles para el turismo, que enorgullecería a los navarros y aprovecharía a los vecinos de Oriz.

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