domingo, 1 de noviembre de 2020

De los Altos Pirineos, me bajé a la tierra llana – (De ros Altos Perineos m’én baixé en ta tierra plana).

 



El Romance de la Marichuana, a pesar de que la fabla aragonesa, casi desapareció del Sur de Aragón, tiene una historia tradicional en los Monegros y en el Sur de los mismos, en la provincia de Zaragoza. En los Monegros, lo hizo popular “el cantor de la gaita”, que fue hijo y nieto de gaiteros, Simeón Serrate (1.913- 2.011), que vivían en Castejón de Monegros. Fue hijo y nieto de gaiteros, mayoral y cantor de canciones despertadoras, romances y pasacalles. Al romance de Marichuana se le conoce con el nombre de “el romance  del Montañés”, porque Simeón era pastor y lo aprendió del “tío Puyuelo”,que era un pastor de su familia. Se daba en aquellos sencillos músicos un intercambio de cantabajos, músicas y cuentos entre los pastores, que desde la Montaña bajaban todos los inviernos con sus ganados a los pastos de los Monegros, Algunos acababan quedándose a vivir en la Tierra Baja. Hasta mis parientes de Bandaliés, tenían buenos pastos para el invierno, en las orillas del Ebro.
Esta tradición oral se conserva cantando en lengua aragonesa y se oyen combinaciones de voz y coro y gaita en Castejón de Monegros. También se escucha a veces como alguien canta el Romance de Marichuana.
Pero no sólo he oído cantar este romance de Marichuana en los Monegros, sino qué en todo Aragón, se han escuchado cantados por sus vecinos, romances de Marichuana. Yo escuché cantar en Siétamo a mi padre, que nació en 1.885 y estudió primeramente en el  Colegio del Coso Alto, número de 38, en que aparece mi padre acompañado por treinta y siete compañeros, guapos y elegantes, de los que al único que conozco es a Manuel Almudévar Casaus. Mi padre tenía una guitarra y acompañaba los cantos de Los Altos Perineos, cuando le gustaba, lanzarlos al aire.
El lugar en que aparece el grupo escolar fotográfico, parece ser  un enorme jardín, poco más o menos por  detrás de la casa de Pié, fundador del cine Olimpia, que sigue por Casa de Mingarro, lugares donde en tiempos pasados se asentaban los jardines del sabio Lastanosa. Aquel Palacio estaba lleno de Historia y de Arte de tiempos pasados y poseía además el  Castillo, que fue del gran ganadero Madurga.
MMi padre era sobrino de la Señora de Carderera y en su lujoso Palacio estaba alojado por su tía, qué con sus ropas lujosas, le daba para merendar a mi padre una tajada de pan con una porción de chocolate. Yo estuve muchos años después de la acogida a mi persona en Casa Carderera, a visitar a la tía que pasaba el verano en Huesca. Era una señora vestida con ropajes lujosos y de una longitud de sus faldas hasta el suelo, que recibía a mi tía Luisa acompañada por un niño que después de la Guerra Civil, entraba en Casa de Carderera, con su tía  a visitar a la Gran Dama, mi tía la Señora de Carderera. Yo no hablaba ni una palabra delante de  mí lujosa  tía Luisa, porque era la más espléndida  en el reparto de meriendas a sus sobrinos. En la Torre de Casaus vivió con su hermano José María y allí nos daba de merendar alrededor de la piscina.
 MI  padre iba a una escuela privada, que debía estar por esa parte del Coso Alto, donde ahora se eleva la casa de Pié, que por la entrada a los vehículos se accedía al Parque Municipal. Yo no puedo recordar ese Colegio del que sólo me queda una fotografía de los años de 1.900, en la que están fotografiados unos treinta y ocho muchachos, presididos por un elegante profesor. Esa foto representa al  profesor y a los alumnos de esa Escuela o Colegio de pago, pero al único que conozco es a mi padre Manuel Almudévar Casaus. Me gustaría conocer por su nombre a todos ellos, pero estoy tan sólo yo mismo, como mi padre en esa fotografía. Esta Escuela o Colegio estaba algo más abajo que el Palacio o Casa de los Carderera, donde  estaba  acogido mi padre.
 Aquel ambiente le resultaba un tanto frío y por esa circunstancia, el Curso siguiente lo hizo en Jaca, donde tenía sus parientes de la familia Ripa, uno casado con una Casaus, hermana de  su madre que era nacida en el pueblo de Botaya, al lado del Monasterio de San Juan de la Peña.
Pero mi padre jamás perdió la Fabla Aragonesa, que como he dicho se hablaba hasta Zaragoza y durante la Guerra Civil en Jaca, recordó su Fabla. Al volver a Huesca, cuando la Guerra Civil ya se estaba acabando, nos escribió a su esposa Victoria y a sus seis hijos e hijas un romance al Nacimiento de Jesús  en nuestra  hermosa lengua aragonesa. Ya existía una tradición de los Villancicos aragoneses, cuya letra encanta a los niños. Algunos piensan que este villancico procede de Holanda, pero viene de la estrella Olanda, a la que siguieron los Reyes Magos hasta el Portal de Belén. Es interesante el libro “¡Danzas de Jaca!, que cuenta la Historia de los dances de Jaca, escrito por Manuel Turón y Fernández.
Mi padre Manuel Almudévar Casaus era un enamorado de los escritos en aragonés, que nos leyó en la cena familiar de Navidad  la ilustre locutora Joséfina Lanuza, que cada año nos  pronuncia  este relato Navideño popular en la iglesia de San Miguel de Huesca.
Con estos recuerdos de la música que tanto escuchó en Jaca y en Sur de la Provincia, la noche Buena del año 1.941, nos pronunció el Cuento de Navidad que el mismo había escrito, en 1.941 y que ese año nos leyó en la Cena de Noche Buena, que fue un canto recordando el Romance de Marichuana, en Fabla Aragonesa.
Mi padre, entusiasta de la Lengua Aragonesa, aquella Noche Buena, antes de comenzar la cena y en presencia de su amada esposa, de sus seis hijos e hijas y de doña Agustina, madre de la nuestra, llamada Victoria nos pronunció su relato de la Natividad de Jesús. Comenzó diciendo: “Los pastores del abuelo, narraban bellas leyendas, y hoy Noche de Navidad, os referiré una de ellas. Era por derecho y costumbre, el sitio del Mayoral, un puesto junto a la lumbre, a la entrada del hogar. Y desde allí, con decires de cadencias ancestrales nos narraba efemérides y cuentos de Navidades.
Quiero emplear el lenguaje que el Mayoral empleaba, en recuerdo y homenaje a la tradición pasada. Dejemos pues que se oiga, en esta noche su voz, para narrar las leyendas que en otros tiempos narró……….Un angélico de Dios- Con os güellos como soles,-Les avisó a ros pastores,-Qu’abía puos alredoles:-Y ascape fueron llegando-Repatanes y mairales,-Craberizos, vaciveros,- Yeguas,erizos y duleros,-Boyateros y zagales- Mocetas d´ixas que cudian-Os pavetes y os verracos-Y mientras filan estambre,-Apagientan os rezagos._Todos veneban contentos-Y todos trayeban algo,-Pa ofrecelené a Jesús- Y a o mesmo tiempo adoralo.- Trayeban figos de Fraga,-Orejones d’Estadilla- Y pansas d´ixas qu´escaldan-En Lascellas y Velillas,_Vino de Castilsabás- Y corderetes d’Albero-Billotas de Banastás-Y conejos de Pebredo-Tortas d’aceite d`Ayerbe- Turrón guirlache de Jaca,-Castañas de mazapán-D’a zucrería Lasala.- Tostadas de Berbegal- y pan moreno d’Angüés.Pedos d’as monjas de Casbas,-Juguetes de Bandaliés,´- Entre gente tan humilde-Tan humilde como güena,-Quiso o Redentor do Mundo-Presonase aquí , en a tierra-Era pa danos ejemplo- Que toda ra vida dio-D´humildad y de pacencia,-De mansedumbre y amor…………Y aquí remata o relato- Venida del HOMBRE-DIOS.”

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