jueves, 19 de noviembre de 2020

Galileo y los Quebrantahuesos

 



Voy con cierta frecuencia al Bar “Galileo”, del que me acuerdo cuando lo abrieron. Entonces hablaba con cierta frecuencia con sus dueños, que ya eran mayores y que al correr unos años, traspasaron el Bar. Eran dos señores simpáticos y con cultura, lo que yo creo que les llevó a bautizar el local con el nombre de Galileo. Este fue como un padre de la ciencia moderna, pues aplicó las matemáticas a la Naturaleza, desde su invención del telescopio, que al principio le llevó a equivocarse, diciendo que en la Luna no había montañas, aunque se dio cuenta en seguida de su error. Esa equivocación al principio del uso del telescopio, se debió a la imperfección de un aparato recién creado, que luego fue perfeccionando e hizo desaparecer esos errores. Ocupado en esas investigaciones  astronómicas, observó que la Tierra daba vueltas alrededor del Sol. Entonces la Iglesia, dijo que el Sistema heliocéntrico iba contra la Sagrada Escritura.  Para defenderse expresó que San Agustín decía que los padres y los apóstoles, pretendían hacer cristianos  y no astrólogos, porque como tales podían adoptar una teoría u otra.
A Copérnico lo condenó el Tribunal del Santo Oficio en 1616, por su obra y obligó a Galileo a guardar silencio sobre el heliocentrismo. En 1623, sube al Papado, Urbano VIII, amigo de Galileo y de sus obras y de sus ideas liberales; este Papa lo liberó de la cadena perpetua, a que lo habían condenado  por herejía en 1633, en que  tuvo lugar el proceso a Galileo.
Siempre la humanidad recordará a Galileo  Galilei como modelo del enfrentamiento entre la autoridad vigente y la libertad de pensamiento de los hombres.
Fue Galileo opuesto a las ideas de Sarsi, diciéndole que en filosofía no hay que creer firmemente en las palabras de aquellos autores que con su firma creen hacer la verdad de su filosofía. Y añade que “la Filosofía está escrita en ese gran libro del Universo, que se está continuamente abriendo entre nosotros, para que lo observemos”. Se ve que Galileo es un gran matemático, “pues de sus caracteres triangulares, círculos y otras figuras geométricas sin las cuales es imposible entender una sola de sus palabras”. Al leer estas palabras se da uno cuenta de que Galileo es el padre de la ciencia moderna, porque cuando, observo un teorema escrito por mi amigo  Carlos, comprendo  cómo se entienden los científicos actuales  con los problemas matemáticos y físicos.
Decía Galileo que la filosofía está escrita en ese gran libro del Universo, que se está constantemente abriendo ante nosotros, para que lo observemos”. Y últimamente hemos observado como Higgs ha descubierto y hecho parcialmente visibles en el enorme Túnel de Francia y de Suiza, las partículas de Dios o bosones deHiggs.              . 
No sé si es verdad o no una leyenda que dice que cuando obligaban a nuestro sabio a negar el movimiento de la Tierra, alrededor del sol, mascullaba estas palabras: “E pur si mueve” y sin embargo se mueve. Por eso “Galileo será siempre recordado como un ejemplo del enfrentamiento entre la autoridad vigente y la libertad de pensamiento”. El pueblo piensa si ha sido la autoridad  la culpable entre la prosperidad y la ruina económica.

Han pasado años desde los dueños antiguos del Bar Galileo y el actual David, que es un joven de una amabilidad extraordinaria y así como aquellos meditaban en la historia y en el pensamiento del movimiento de los planetas, éste piensa en el movimiento de los seres vivos, como el quebrantahuesos. El gran físico Galileo siguió los vuelos planetarios y David,  el que dirige el Bar, es aficionado a la repoblación de los quebrantahuesos.
Es un aficionado a las carreras ciclistas y en Sabiñánigo acudía a una pista que llaman “Quebrantahuesos”, que tiene 400 kilómetros.  Ese nombre llamó su atención y se interesó por estos originales animales, porque esa pista cruza los Pirineos por España y por Francia y aunque no permite pararse a contemplar  los quebratahuesos, los puede ver,  en ocasiones por las alturas.
El Vultur Barbatus o buitre Quebrantahuesos, tiene este último nombre por dedicarse a quebrar los huesos de los cadáveres, que lanza sobre terrenos rocosos o “rompederos”,desde lo alto para destrozarlos y aprovecharlos. Esta especie estaba repartida por toda España, pero ahora uno de los lugares más habitados por ella, se encuentra en los Pirineos , por donde pasa David,del Bar Galileo de Huesca con su bicicleta, y va a Francia y vuelve de ella, desde Sabiñánigo.

El que cede su gran nombre  al Bar Galileo, hace pensar a los hombres en el progreso de las Ciencias, y su actual director David, participa en esa inquietud cultural, para reponer a los quebrantahuesos en nuestros Pirineos  y en el resto de España.  

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