lunes, 16 de noviembre de 2020

La Noche de San Juan, en el Altoaragón

 




En el Pirineo Oscense, en el pueblo de San Juan de Plan, se celebra todavía la Tradición más espectacular, en qué con sus viejas costumbres, sus habitantes buscan el equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre el  Verano  y el  Invierno.

Celebran la Fiesta de la Falleta, en que sus paisanos  quieren identificar el día con la noche, la luz con la oscuridad, y para lograrlo, los jóvenes descienden, desde la Ermita de San Mamés, hasta “o Fosal” o Cementerio del pueblo. Caminan por el monte con las antorchas encendidas, cuando llega la Noche de San Juan. Coincide esta Noche de San Juan  con el Solsticio de Verano, que es el día con más horas de luz. El día veintiuno de Junio, tiene lugar en el Hemisferio Norte, un  acontecimiento,  que da el comienzo al Verano,  es decir al Solsticio veraniego con el día más largo del Año, un día sin sombra. El equinoccio es el momento en que el día y la noche  entran  en  equilibrio, es decir que se dan el mismo número de horas en el día y en la noche. La fiesta de San Juan coincide con el Solsticio de Verano y es el día con su noche y con su luz, más  prolongada.

Es el fuego  el elemento más característico de esta Fiesta, ya que posee un elemento purificador, es decir un triunfo de la luz sobre la oscuridad. Parece que la Noche de San Juan está dispuesta a cumplir su deseo,  haciendo un pequeño milagro. Viviendo la Noche de San Juan ponemos en relación el Mundo Profano y el Mundo Sagrado.

El pueblo vivía aquella noche con deseo de cumplir un rito, por el cual se lavaban, para recibir la bendición de San Juan, que daba hermosura a las mujeres y salud a los miembros de ambos sexos. En Huesca capital en la Ermita de Cillas, existe una sala con grandes lavabos, en que los peregrinos, en esa Santa Noche de San Juan, se lavan con el agua, que parece haber sido bendecida por el Santo.

Cogían yerbas en aquella Noche, en todas las ermitas de la provincia, para hacer infusiones, que curaban las enfermedades. En una Huerta de casa Buil, de la Sierra de Guara, abundaban dos yerbas salutíferas, que tenían sus hojas anchas, que todos los años se recogían para curar granos e inflamaciones.

En Montmesa, la Manzanilla la recogían los jóvenes en los huertos y  la ponía a secar al sol, sobre unas hojas de periódico. Cogían Yerba Loca, con la que hacían “boletas” que procuraban que los animales las  tragaran. Recogían la Ruda,  que huele mal y se criaba en Vachifitera  y la colgaban en la cola de las vacas,  para que tiraran la placenta  o “las esparrias”, después de los partos. La Ruda es una defensa contra las brujas, que para que conservase sus cualidades, había que recogerla en esa noche. Esta costumbre la conservaban en el Sobrarbe y en toda la parte oriental de Aragón. En Veri se cogían tres nueces verdes con la boca y se ponían con vino bueno. Los paisanos formaban un Ramo , llamado de San Juan y en  él entraban malvas,sauco,rosas,espliego, tomillo hierba buene y romero.Yo me acuerdo de recoger “manzanetas de San Juan”, con las que se preparaba agua, que había que usar en todas las ocasiones contrarias a la salud. En Tamarite hacían lo mismo.otros cogían hojas de nogal, que con su agua se usaba contra contusiones y heridas.

En la carretera de Jaca, observé los Mallos de Riglos,que dice una leyenda que construyó una bruja gigantesca la Noche de San Juan. Dicen  que se subía   al  “Pisón” y desde allí mojaba su peine en el río Gallego para peinarse.Dicen algunos que apoyaba un pie en Peñarrueba de Murillo  y otro en Riglos.  

Tengo un amigo de Colungo, que vive en Huesca, en la carretera de Sariñena y me ha contado varias veces como se  sanjuanaban  en su pueblo natal, la noche de San Juan. Una mujer de Colungo, decía: “En la Noche de San Juan, hay que levantarse antes de salir el sol. Se cuentan las verrugas que uno tiene y se dice: “arrugas tengo, arrugas dejo”, tantas veces como verrugas se tienen”. Cuentan que esas verrugas desaparecen con rapidez. En Naval, para curar a un niño, los que realizan esta ceremonia, gritan: Tomalo,  Juan-Tráelo Pedro- Tómalo Pedro- Tráelo Juan-San Juan y San Pedro,  te curarán. Después de cortado el árbol desde la corona hasta cerca de la raíz, se hace un espacio para pasar por él al niño. Se le pasa por el hueco formado en el árbol varias veces y en muchas ocasiones, el niño se cura. En el pueblo de Uncastillo de la provincia de Zaragoza, había un robledal, donde la gente acudía a celebrar ceremonias como ésta. En la Parroquia de Uncastillo, había escritos en vasco, que enseñaron en ella hasta el siglo XX.

Siendo niño, escuchaba a mi tía-abuela, cantar: “Al coger el trebolé, el trebolé…la Noche de San Juan”.

En mi pueblo natal  de Siétamo, colgaban en las cuadras Cardo Santo, con el fin de que las caballerías no se “atorzonasen”, es decir que no les entrase cólico 

Mi amigo de Colungo me dio un papel escrito en el que ponía:”Antes de la salida del sol, una chica de Colungo, se quería sanjuanar,Tenía que lavrse en siete fuentes, y se quedaría muy fina y muy hermosa. En el Término de Colungo hay muchas fuentes, pero con sólo correr por siete de ellas, hay que hacer un sacrificio.Todas esas fuentes manaban abundante agua,con las que regaban huertos.Una costumbre era verter la clara de un huevo enun vaso con agua la Noche de San Juan y a la mañana siguiente aparecía una figura que parecía representar un barco de vela.

Trabajaba la imaginación en esos momentos, pero no se aclara mi amigo de Colungo, de que efecto espiritual tenía esa imagen de un barco en un pueblo del somontano.

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