Hoy, día 16 de Noviembre de este año de 2.020, me acaba de
proyectar mi hija Pilar, un recuerdo familiar de mis noventa años de edad. ¿Qué
sensibilidad circula por la inteligencia y por el corazón de mi hija Pilar?.
Ignoro cómo cultiva la sensibilidad de
sus recuerdos de mi vida, que lee en su memoria esos recuerdos enlazados con
los suyos, que después de noventa años, los trae a la suya, y me los ofrece a
mí mismo.
Si, presenta en capítulos los diversos y amorosos recuerdos
familiares. Aparece en la película proyectada por ella, su madre y esposa querida
de mi persona, que mientras me aprieta
con sus manos las mías, surgen de sus ojos lágrimas de recuerdos. La proyección
de su madre y su recuerdo, calienta mi corazón y me hace feliz su compañía.
A continuación aparecen mi hija mayor, Elena, acompañada por
su cariñoso amor a sus hijos y a su
esposo Santiago. Se nota la alegría en sus corazones y la alegría del suyo en estos momentos de felicitación, a su padre y
a su apoyo de escritor a mi pobre persona, con la unidad de un padre y una
madre a su hijo y a su hija. Por todas partes aparece la imaginación de mi hija
Pilar, que se acuerda de toda la familia del abuelo Ignacio, que quiere mantener
unida a toda su familia. A continuación aparecen para felicitarme mi hijo
Manolo que está siempre trabajando en el campo y en las granjas, para que
continúe la labor agro-ganadera de la familia Almudévar A continuación desde un tractor me saluda
Ignacio con unos surcos a la tierra. A continuación me felicita mi hijo el
abogado y artista Mariano, que ama la belleza del campo y que cultiva el Arte
en la Capital de España.
Ahora mi hija la menor, me saluda desde las orillas del río
Ebro, en la parte norte de Zaragoza, cuyas orillas del puente de piedra, se
divisan como fondo. Pero no hemos solamente contemplando las aguas del río
Ebro, sino que me recuerda su paso por Navarra y Aragón.
Ahora me felicita desde la iglesia mi hija política, Paz, desde Coscullano. Me da las gracias por los recuerdos de
Coscullano y de su redolada.
Desde Zaragoza, Piku me desea felicidad por el amor a Aragón, que
también él fomenta desde la capital de esta nación, como la llamaba el Conde de
Aranda. Mi nieto, donde está estudiando Pablo me llama desde San Sebastián,
manifestando su deseo de poder venir a Siétamo.
Luis, mi nieto hijo de Manolo, me manda
una foto de su abuelo Ignacio rodeado de mis nietos Ignacio ,Luis y María, con un letrero
en la parte alta de la misma, en la que pone Feliz Cumpleaños. Su prima Belén
aparece fotografiada en el campo y
cantando y bailando una felicitación
para su abuelo. Su novio Iván aparece y exclama: ¡a por los ochenta años más!.
¿Cómo me voy a olvidar de mi cuñada Isabel y de su hija
Maite?. Están en el Canadá y desde tan
lejos, se acuerdan de su cuñado y tío Ignacio.
Pero Angela y Patrick,
cuya visita recibimos con gran cariño, nos felicitan por el cumplimiento de
mis noventa años de edad.
Mi sobrina Mercedes, hija de mi hermana Mariví, de una
inteligencia extraordinaria y de un humor envidiable, me felicita,
proyectándome una jota cantada por una judía sefardita.
Su hermana Victoria acompañada por su marido Eduardo
y por sus hijos Mercedes y Eduardito, hablaba de la Fabla Aragonesa, que en Radio
Huesca participó en el primer programa de dicha Fabla. Ha sido catedrática de
Historia en Madrid durante muchos años, pero todavía recuerda en su lejana vida
de Huesca, el aragonés.
Le siguen a Marina, en la historia de la familia Almudévar los hermanos Luis Manuel y Natalia. Marina se encuentra casada en Zaragoza con Gabriel y no tienen hijos, pero se tienen un amor insuperable, que hace que su amor la tenga unida de un modo imperecedero entre los dos. Vive en Zaragoza apoyando a Gabriel en todas las dificultades que a su esposo le hacen difícil la vida. Es empresaria de Actividades Extraescolares en un colegio zaragozano. Tiene, a pesar de sus dificultades un humor extraordinario que intenta hacer feliz a su marido y ella siempre sonríe. Nos amamos con Marina, porque dice que yo, su tío soy como el pastor Psicológico a los Almudévar. Hace ya bastante tiempo que su hermana Natalia, que tiene un hijo y una hija, que la hacen feliz, viene cuando tiene tiempo para venir a Siétamo a hacernos gozar de su felicidad. Su hermano, que no es muy comunicativo con sus parientes, hace muy pocos meses me llamó por teléfono, para darme cuenta de los programas de Radio, en que expanden por el Mundo , noticias de su familia. Natalia, acompañada por su marido Juanma y por sus hijos Teo y Emma, cuando vienen a Siétamo, nos baila un tik tok que nos recuerda la felicidad de las familias Almudévar y Arnal.
Jesús, primo hermano suyo, vivió con su querido padre, Agrónomo, en
Jaca y cuando ya se hizo mayor, se colocó en una Fábrica de papel. Es feliz con
su esposa Carmen y sus hijos Lucas y Sabina. Lucas está deseoso de venir en el
verano a gozar del tiempo en Siétamo, pero las circunstancias psicológicas
de la humanidad, le impiden esta oportunidad. Su
hermano José, hombre simpático y trabajador está colocado en un Hotel madrileño
y su exceso de trabajo le impide subir con frecuencia a Siétamo, del que
reconoce que “es uno de los lugares de su recreo”.
En último lugar en Huesca, en la misma casa que mi familia, vive la sobrina de mi esposa, Isabel Carmen, casada con Guillermo, jacetano simpático y trabajador. Tienen un niño y una niña, que recuerdan unas imágenes juguetonas y que son simpáticos y alegres. Está en una Casa, Teresa Llanas , hija de mi primo-hermano José Antonio Llanas Almudévar, vive en Huesca y es un recuerdo de la vida pasada, que casi nos ha hecho olvidar la alegría familiar de tiempos pasados, pero siempre nos acordamos de su madre María Antonia, que era bondadosa y nos hacía vivir unidos en esta vida, que ahora parece separarnos por la peste actual, que tiene a los hombres separados.
Me acuerdo de todos los descendientes de mí mismo, jugando bailando y nadando en la piscina del Huerto de la Carretera. Donde preparamos la mesa para merendar, contando cada uno su vida y sus estudios.
Felicidades por tus 90años tan lucidos y sabios
ResponderEliminarLeo tus escritos y me recuerdan mucho a los de mi tío y primo tuyo: José Antonio
Un abrazo para todos y especialmente para ti desde el recuerdo de los numerosos baños estivales en la piscina de Sietamo
Tu sobrino Ignacio martinez- Sapiña Llanas